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Moody's señala que disminución del PIB presiona cuentas fiscales y es negativo para la calificación de México
Martes, Enero 29, 2019 - 14:56

En un comentario especial para México, analistas de Moody´s afirman que el recorte de expectativas del FMI “está sostenido en una contracción de las inversiones privadas que inició en agosto del año pasado”.

Las correcciones a la baja en las expectativas de crecimiento para México que ha dirigido el Fondo Monetario Internacional (FMI) para este año y el próximo, son factores negativos de presiona para la calificación soberana, que actualmente es “A3/perspectiva negativa”, advierte Moodys.

“El recorte de expectativas del FMI para 2019 y 2020 sobre la economía de México, que llevó de 2,5% a 2,1% para el PIB de este año y de 2,7% a 2,2% para el próximo, es un factor negativo de presión para la calificación soberana e impone un reto para las cuentas fiscales del sector público”, sostienen.

En un comentario especial para México, analistas de Moody´s afirman que el recorte de expectativas del FMI “está sostenido en una contracción de las inversiones privadas que inició en agosto del año pasado”.

Y dicen que refleja que “la inversión privada tiene una menor confianza de los inversionistas en la dirección de la política y las condiciones comerciales generales bajo la nueva administración que asumió el cargo en diciembre, luego de la cancelación generalmente imprevista de la construcción del Aeropuerto de la Ciudad de México en Texcoco, a fines del año pasado”.

Para los analistas de Moody´s, “es cada vez más probable que el crecimiento de la economía registrará un crecimiento menor al estimado por el FMI, de 2%” al tomar en cuenta que además de la desconfianza de los inversionistas, el sector manufacturero es menos dinámico, especialmente por una menor demanda de Estados Unidos, y ante las altas tasas de contracción de los sectores de la construcción y minería doméstica, relacionados con la menor actividad de Pemex en la producción del crudo y por el impacto que anticipan tendrá en el ejercicio del gasto, el recorte de personal calificado para dirigirlo.

Sin tecnócratas, menor experiencia. En un comentario especial sobre el Gobierno de México, el quinto divulgado en específico para abordar sobre las finanzas del país en menos de dos meses, sostienen que un menor crecimiento de la economía “podrá a prueba la capacidad del gobierno para cumplir con los objetivos presupuestarios relativamente austeros para 2019, mientras el crecimiento impulsado por el gasto público a partir del año 2020 generará mayores déficits para el sector público”

El análisis, dirigido por Anna Synder y Jaime Reusche, anticipa que será hasta el año entrante, cuando el gobierno comenzará los desembolsos que le permitirán cumplir con sus promesas sociales.

De acuerdo con su análisis, los gastos administrativos, incluido el pago de los funcionarios públicos sí se ha reducido efectivamente en el presupuesto y en su ejercicio.

Sin embargo, “ha propiciado una salida de tecnócratas y de funcionarios de nivel medio, lo que limitará aún más la capacidad de la administración para ejecutar gastos”

Por lo tanto, es poco probable que el gasto público sea un importante motor de crecimiento durante la primera parte del año, advierten.

Superávit en riesgo. De acuerdo con el análisis de Moody´s, “es importante tener en cuenta que el 1% del PIB del superávit primario previsto en el presupuesto 2019, incorpora un crecimiento real de 2% este año”.

La corrección de la expectativa de crecimiento del FMI se encuentra en el límite superior de las previsiones de crecimiento del consenso del mercado para México. Si el crecimiento resulta debajo del 2%, lo que creemos es cada vez más probable, se agregará presión a un presupuesto de por sí ajustado este año”.

Para el año entrante, prevén los analistas de Moody´s que la inversión privada otorgará un aumento de crecimiento limitado.

“La inversión del gobierno en proyectos de refinerías de petróleo y ferrocarriles ya planificados, junto con un aumento del gasto social, podría dar lugar a un crecimiento modestamente mayor en 2020”.

No obstante, puntualizan que “el gasto en pensiones y las transferencias sociales revitalizarán el consumo el próximo año, sin embargo con un mayor gasto del gobierno, es probable que ponga presión adicional sobre sus cuentas fiscales y por tanto el perfil crediticio podría deteriorarse”.

Moody´s es la agencia que tiene a México con la más alta calificación, “A3/perspectiva estable”. Los emisores calificados en el nivel “A”, se encuentran cuatro escalones arriba de los países con grado de inversión. Cuando la agencia designa esta calificación a un emisor, indica a los inversionistas que el país cuenta con “solvencia notable”. En este escalón se encuentran países como Malasia, Malta, Lituania, Letonia, Islandia y Perú.

Autores

El Economista (México)