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Mujeres CEO: navegando en el mar de las startups
Martes, Abril 1, 2014 - 09:20

Aunque las mujeres se caracterizan por su actitud emprendedora, su representación como CEO de startups no es tan amplia como cabría esperar. Sepa sobre las proyecciones actuales y futuras del liderazgo femenino dentro del emprendimiento y las startups.

Sin dudas, los últimos tiempos han visto un despertar del talento innovador y la voluntad emprendedora a nivel global. Lo mejor es que el emprendimiento de calidad ya no se concentra únicamente en unas pocas urbes de economías desarrolladas tradicionalmente reconocidas, tales como el Silicon Valley de SanFrancisco en EE.UU. o Londres en Gran Bretaña. Ahora los centros de emprendimiento se dispersan en el mapa en sitios tan diferentes como Singapur, Chile, Uruguay o Barcelona. En medio de este nuevo renacimiento de las startups, es interesante considerar cuánto las mujeres asumen rol de liderazgo.

Se ha hablado en repetidas ocasiones del techo de cristal que contiene el avance de las mujeres en las laderas de la administración pública y las organizaciones privadas. Por otra parte, se ha argumentado sobre el gran potencial emprendedor de las mujeres. Tendría sentido esperar una gran presencia femenina entre los fundadores y los CEO de startups a nivel global. 

Al mismo tiempo, son de esperar ciertas diferencias entre las características y cualidades que debe demostrar el CEO de una gran compañía a las que precisa el director de una startup para hacerla crecer, escalar y que sea sustentable. “Las habilidades requeridas para alcanzar éxito como fundador en la actividad emprendedora son distintas de las que hacen falta al CEO de una corporación, por eso más allá del género, casi nunca ves que la misma persona es capaz de asumir ambos roles con el mismo nivel de efectividad”, dice Natalie d'Aubermont Thompson, CEO de Saltar Consulting, firma dedicada a ofrecer servicios de consultoría sobre organización internacional, liderazgo y reclutamiento de personal altamente calificado.

Entonces, ¿cómo se dibuja el panorama del liderazgo femenino en las startups?

Diferentes escenarios

Sophie Vurpillot, CEO y cofundadora de Planet Expat, startup internacional que opera desde Santiago de Chile, señala que “las CEO mujeres son contadas tanto en las grandes corporaciones como en el universo de las startups tecnológicas. Ellas representan alrededor del 5% de los CEOs de ambos tipos de organización. Pero es interesante que se encuentran muchas más CEO en pequeños negocios, y que alrededor de un tercio de todos los emprendedores a nivel mundial son mujeres, sobre todo al frente de microempresas”. 

Vurpillot observa algo en lo que coinciden expertos de casi todo el mundo, relacionado a cómo los patrones y las normas culturales han determinado “que la mujer haya ocupado por siglos roles secundarios y de apoyo al hombre. Esto es probablemente por lo cual ellas suelen valorar más la armonía y el trabajo colaborativo, son menos arriesgadas que los hombres y menos interesadas en el poder”. 

En el caso de América Latina, cuestiones de legados históricos y culturales influyen en un menor acceso de las mujeres a puestos de dirección corporativa y liderazgo de startups en particular. Desde Brasil, Gustavo Junqueira indica que en su posición de director de inversiones en Inseed Investimentos, compañía que apoya la innovación e invierte en proyectos de emprendimiento, pocas veces se ha cruzado con la figura de la CEO de una startup. “Es algo que me intriga. Entre las 38 oportunidades de inversión que he participado en los últimos seis años, solamente una startup ha contado con una CEO mujer. Algunas sí cuentan con mujeres en otras posiciones de liderazgo, pero es poca la representación en el rol CEO”. 

D'Aubermont concuerda con Junqueira, “en mi caso, trabajo de cerca con un grupo de startups de Centro y Suramérica, entre cuyos representantes se halla un número limitado de mujeres y ninguna es fundadora. Creo que esto puede ser sintomático”. 

De hecho, el estudio publicado por Corporación Andina de Fomento (CAF), Emprendimientos en América Latina, desde la subsistencia hacia la transformación productiva, se alinea con los puntos de vista anteriores. Al referirse al perfil del emprendedor en América Latina, el reporte identifica dos tipos de individuo, aquellos “que manejan empresas de mayor tamaño y generan empleos, y aquellos que se vuelvan a la actividad empresarial de forma unipersonal. Los empleadores tienden a ser hombres, de mayor edad, con mayor experiencia laboral y nivel educativo. El segundo grupo se diferencia en que está formado por una mayor proporción de mujeres e individuos con menor nivel educativo”.

Pero la CEO de Saltar Consulting también llama la atención sobre cómo la mirada puede cambiar en dependencia de los contextos culturales, morales, las normas sociales y también del nivel económico y educacional de las mujeres. “Por ejemplo, aquellos que estén familiarizados con las nociones de Muhammad Yunus, el premio Nobel de la Paz de 2006, sabrán que su Grameen Bank en Bangladesh dirigió un programa de microcréditos especialmente a mujeres emprendedoras pobres, en base un conjunto de razones siendo crucial que los índices de devolución de préstamos eran mayores entre las mujeres que entre los hombres”. 

En esta misma línea de pensamiento, indicativo de una confianza institucional en las mujeres, se puede mencionar al recientemente concluido programa Salta, el cual facilitó el acceso a una educación básica en temas de negocio a unas 100 mil mujeres peruanas. Se puede resaltar el caso específico de Mibanco, que participó en el proyecto facilitando micropréstamos para que las mujeres que tomaran parte en los cursos pudieran comenzar sus propias microempresas.   

Incluso en entornos donde las mujeres CEO son más frecuentes, tales como el de EE.UU., su participación en esta actividad tiende a comenzar en un momento más avanzado de sus carreras. Según Sanyin Siang, directora ejecutiva del Centro de Liderazgo y Ética Coach K en la Universidad de Duke, “muchas mujeres se inclinan a la actividad del emprendimiento cuando buscan mejor balance entre la vida personal y la profesional. Suelen ser mujeres en un punto medio de sus carreras, que cuentan ya con experiencia corporativa, y empiezan a querer más control sobre sus horas, más flexibilidad. Entonces se enfocan a fundar y hacer crecer una startup o pequeña empresa”.
En general, en menor o mayor medida, “las mujeres deben enfrentar y imponerse sobre un mayor número de estereotipos, por tanto el coraje y la persistencia necesarios demostrados se duplican en el caso de las mujeres exitosas”, concluye d'Aubermont.

Más oportunidades abiertas

El índice de presencia femenina al frente de microempresas y startups tiene mucho que ver con los contextos históricos y las tradiciones culturales, pero existe consenso en que una de las principales limitantes para las mujeres es su acceso. 

El acceso de las mujeres es menor que el de los hombres en cuanto a posibilidades de educación, network, mercados y especialmente capital. Según d'Aubermont, “el tema del acceso es lo que ha conducido a la fundadora y CEO de Acumen Fund en Nueva York, Jacqueline Novogratz, a poner en práctica 'patient capital', una iniciativa que consiste en generar disponibilidad de capital para pequeños negocios en mercados marginados o poco servidos. El resultado de este proyecto aún está por verse, porque son muchas las variables que intervienen en el tema del acceso, tales como estabilidad política y el imperio de la ley, acuerdos de comercio internacionales, desarrollo de instituciones nacionales como los bancos centrales, entre otras”.   

Sin embargo, d'Aubermont también llama la atención hacia el argumento de que el tipo de actividad económica de una startup puede jugar un papel fundamental. En general, existe acuerdo en que las innovaciones tecnológicas traen grandes oportunidades a las mujeres emprendedoras

En este sentido, Susana Álvarez, directora de programas de emprendimiento en la Escuela de Negocios de la Universidad de Miami (UM), observa que “en el funcionamiento de las incubadoras o aceleradoras no interviene que uno sea hombre o mujer, sino el nivel de compromiso, capacidad, seguridad, resiliencia que demuestre la persona al levantar su proyecto. Los evaluadores de startups, para determinar a quién apoyar, no les interesa la edad, o el género, sino la capacidad. Pienso que si esa área es competitiva y brutal, también es honesta. Eso es bueno para las mujeres porque toleramos mucha incertidumbre”.   

Sanyin Siang coincide con Álvarez, y añade que se están creando otras alternativas para las mujeres que fundan y lideran proyectos, “además de que he percibido un aumento considerable en los préstamos para negocios de startups, veo también que las opciones de las startups para acceder a inversión también están ampliándose. Ahora muchas más startups reciben inversión ángel, y otros tipos de financiamiento, lo cual les permite levantarse y escalar. Hay muchas más alternativas, aunque a primera vista parezca un universo dominado por hombres”. 

Otro elemento que puede beneficiar el aumento de mujeres CEO de startups en el largo plazo es la propia influencia de mujeres pioneras, que ya están abriendo camino en la actividad y llegan a posiciones donde pueden influir y apoyar el acceso de otras emprendedoras. Siang agrega que con el aumento de mujeres en posiciones de decisión, crece también su capacidad inversora que puede orientarse a apoyar iniciativas de otras mujeres.

Al respecto, Vurpillot brinda ejemplos concretos de cómo se manifiesta el respaldo entre mujeres, “hay mujeres líderes que se están organizando y se apoyan mutuamente cada vez más. Esto se ve tanto en el mundo corporativo como en los ecosistemas de emprendimiento. Recientemente me uní a una nueva organización internacional que brinda apoyo a la igualdad entre los sexos y al avance de las mujeres en el emprendimiento. Su nombre es Female Entrepreneurs of the World, cuyas siglas son FEW, que en inglés tiene el doble significado de aludir a algo que es escaso. Otra organización es Girls in Tech, se concentra en una minoría dentro de la minoría, y estimula la solidaridad y los contactos entre talentosas fundadoras de startups”.

Si es cierto que la evolución avanza en espiral y es indetenible, es de esperar que los tiempos futuros vean a muchas más mujeres líderes dispersas por las cuatro esquinas del mundo. Siang se muestra optimista en cuanto al creciente acceso de las mujeres a ropes de decisión en el contexto organizacional. Ella insiste en que la inventiva puede marcar la diferencia, “si la persona es capaz de pensar más allá de lo ya pautado, en cuestiones de financiamiento e innovación, dos aspectos claves en un emprendedor, creo que el factor del género va a pesar cada vez menos en la determinación del liderazgo”.

Autores

Jennifer P.Roig