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Músico chileno Beto Cuevas: “no invento canciones, las siento”
Lunes, Febrero 8, 2016 - 06:53

El artista se refiere a la nueva etapa de la banda, en la que buscan adoptar un sonido más contemporáneo, pero sin perder el estilo que los dio a conocer.

Trece años después de haber grabado “Libertad”, el último disco de la agrupación chilena "La Ley", el músico y vocalista, Beto Cuevas, se refiere a la nueva etapa de la banda, en la que buscan adoptar un sonido más contemporáneo, pero sin perder el estilo que los dio a conocer.

Beto Cuevas empezó su carrera con "La Ley" en 1989. Luego, en 2005, hizo su debut como solista, y en 2014 se reunió con los integrantes de la banda. En abril, la agrupación lanzará “Adaptación”, su octavo álbum de estudio.

- ¿Qué tan fiel es el reflejo de “Ya no estás” en el álbum “Adaptación”?

- Es un disco bien ecléctico, por lo cual tendría que decir que 'Ya no estás' es quizá menos fiel al disco. Es un álbum que de alguna forma reversiona todos los momentos de experimentación que tuvimos como grupo. Empezamos con un sonido muy depurado y muy decidido, y de allí fuimos atreviéndonos a probar diferentes cosas, como lo hicimos con 'Invisible' o con 'Vértigo', que fue un sonido un poco más electrónico. Creo que este disco tiene un poco de todo eso. Evidentemente hay un común denominador en la producción de sonido, en la mezcla, porque es el mismo productor quien lo hizo, entonces hay una unificación en ese sentido. En términos musicales es un disco muy contrastado, muy variado.

- “Ya no estás” salió el 15 de enero ¿Ha cambiado tu percepción de este tema al ser del dominio colectivo?

- No cambia la percepción. Me parece que es una canción que suena a 2016, porque no queríamos, bajo ningún motivo, volver a traer un sonido noventero. Estamos haciendo un disco nuevo y lo que nos interesa es situarnos en el año en el que estamos sacando este disco, entonces, en ese sentido, nos sentimos muy contentos y satisfechos de haber logrado, justamente, un disco que suene relevante en el presente, pero manteniendo la esencia y el estilo del grupo.

- En este tema habla un poco de “el viento que se va” y “las gotas en el mar”. ¿Este sonido noventero de "La Ley", aplicado a este nuevo milenio, es más cercano a un sonido acuático o un sonido de aire o gaseoso?

- Pienso que el sonido de esa canción, y quizá el sonido del disco en general, es un sonido de aire, fuego y agua, y creo que tiene todos los elementos básicos para ser un disco fuerte y una personalidad fuerte. Hay canciones que son puro fuego.

- En la canción hay una parte que dice “cuando al final entiendo, ya no estás”. ¿Para qué la entiende?

- Siempre hay algo de mi vida personal que se permea en las letras sin tener la necesidad o la obligación de tener que entregar una canción con instrucciones. Me parece que lo lindo de las canciones es cuando el público las escucha, las entiende y las convierte en canciones de su vida. En este caso tiene que ver con las relaciones. Uno puede ser ese personaje volátil que no está cuando lo quieren o cuando quiere, y de repente no coincide siempre con esa reciprocidad. Eso sucede mucho en las relaciones. A mí, por ejemplo, me ha sucedido que cuando he querido y he estado muy entregado a la posibilidad de una relación, por el otro lado no ha funcionado, y viceversa.

- ¿Es más fácil comenzar un proyecto de cero o arrancar uno que ya había comenzado, como "La Ley", que tenía un reconocimiento importante en el mercado de América Latina y Estados Unidos?

- El hecho de que ya teníamos un reconocimiento como grupo da una base que ayuda a emprender algo, pero en la práctica es como comenzar de cero, porque en nuestro caso nos volvimos a reunir después de casi diez años de no haber trabajado juntos y nos tuvimos que adaptar a nosotros mismos, porque ya teníamos mucho tiempo sin hacerlo y además con métodos de trabajo que adquirimos en nuestra etapa como solistas. En ese sentido, tuvimos que replantearnos el deseo de emprender algo nuevo y luego empezar a trabajar, que es lo que hicimos entre 2014 y 2015, cuando nos íbamos a un lugar por 20 días y empezábamos a componer. Recuerdo que un día acordamos esperar a ver qué sucedía entre nosotros, antes de que anunciáramos que estábamos haciendo un disco, porque a lo mejor ya habíamos hecho todo lo que teníamos que hacer como grupo. Así que empezamos a trabajar de esa manera y efectivamente a las siguientes semanas nos dimos cuenta de que todavía nos quedaba combustible creativo para seguir haciendo algo que fuese relevante y que le pudiese gustar tanto a nuestro público como a las nuevas generaciones.

- ¿Cuál fue la adaptación más importante que sufrió "La Ley" al entrar al estudio a hacer un nuevo álbum?

- Diría que principalmente nuestra adaptación como seres humanos de volver a compartir la dinámica de lo que es ser un grupo, porque hay veces en que en algunos grupos hay cierta jerarquía que en momentos funciona muy bien, pero siempre genera un tipo de rencillas internas que, eventualmente, si no se tratan, llevan a la disolución de una agrupación, y queríamos evitar eso. En mi caso, siempre he sido muy inquieto creativamente y siempre traía canciones, y esas canciones siempre quedaban como canciones del disco. Daba la sensación de que el disco había sido creado por una persona, no por un grupo. Lo que queríamos era hacer un trabajo colectivo, donde todos, desde su punto de acción, aportaran la sustancia necesaria como para que realmente fuese una canción del grupo.

- Desde este lado es mucho más fácil entender a Beto Cuevas sin "La Ley" que a "La Ley" sin Beto Cuevas.

- Puede ser. Pienso que a los cantantes siempre se nos ve como las banderas del grupo, como los que llevamos la voz, los que escribimos las canciones, entonces nos llevamos un crédito extra, pero para mí era muy interesante volver a pertenecer a un grupo y he honrado ese acuerdo. Creo que hemos logrado algo muy lindo como grupo, lo que no quiere decir que vaya a dejar de hacer discos como solista, pero creo que la diferencia, en la medida en que nos podamos llevar bien como grupo, es que, así yo haga más discos como solista, creo que no es necesario anunciar que La Ley se separa. Simplemente uno se puede tomar espacios de tiempo para desarrollar diferentes proyectos y eventualmente volver a algo muy bueno que hemos creado juntos, que en este caso es el grupo La Ley.

- ¿Consideras que, cuando componen en Chile, en Argentina o en México eso se siente en cada una de las canciones?

- Quiero creer que sí, porque cada lugar y cada momento tiene una energía muy especial que hace única esa creación, pero pienso que no es tan notorio. Creo que quizá nosotros, como creadores de esas canciones, podemos decir que recordamos una canción, porque la hicimos en cierta ciudad, pero musicalmente no lo sé. Por ejemplo, hay una canción que hicimos en México para este disco, pero no sé si tenga un sonido que te pueda decir que esa canción fue hecha allí, porque utilizamos un acordeón o de alguna forma utilizamos una remembranza y una sonoridad de la cultura mexicana. Creo que en ese sentido seguimos haciendo la música que sabemos hacer.

- Están próximos a cumplir 30 años. ¿Cómo piensan celebrarlo?

- No hemos estado pendientes del paso del tiempo y creo que, al no darle importancia, podemos seguir siendo relevantes en el presente y hacer cosas que puedan sonar frescas. Evidentemente, la última palabra siempre la va a tener el público, y eso es simplemente una cuestión de tiempo. Hemos hablado con nuestro mánager para hacer algunos conciertos de remembranza de lo que ha sido 'La Ley' en estas tres décadas.

- Con tres décadas encima, ¿qué significa para "La Ley" un escenario primario como Café del Cerro, que fue uno de los primeros en los que se presentaron?

- Lo recuerdo como si fuera ayer, aquellos primeros años en que empezó mi carrera como cantante, porque 'La Ley' empezó en el 87 y yo entré en el 89, y ahí nos solidificamos como banda. Recuerdo aquellos años en que había más inocencia, había una capacidad de asombro a prueba de balas cada vez que me subía a un escenario. A mí me costaba mucho disociarme entre cantar bien y no moverme para nada, y viceversa. Muchas veces debía administrar la voz y elegir los momentos en que podía moverme un poco más, pero para mí era nuevo, porque no fui educado musicalmente. Soy artista, estudié arte, soy dibujante y pintor, y me inventé esto de ser cantante y luego me profesionalicé, pero entré de una manera muy inocente, incluso con una mentira piadosa, porque cuando entré a La Ley el señor Andrés Bobe, que fue el fundador del grupo, me preguntó si alguna vez había escrito una canción, le dije que sí, que había escrito varias canciones, pero que no había grabado ninguna, y eso era una completa mentira. Lo hice, porque tenía ganas de crear mis propias canciones, y de esa manera él me comenzó a mostrar la música, y yo a esa música le colocaba melodías y letra, y esa canción se convirtió en un éxito y nos convertimos en una dupla a prueba de balas, de puras canciones exitosas que cimentaron la base del éxito de 'La Ley'. Eventualmente, cuando él falleció, me inventé lo de ser guitarrista. Gracias a que aprendí a tocar el instrumento en mis tiempos libres, sin profesor, pude acercarme a la guitarra desde un punto más rítmico y no teórico, lo que me permitió dejar una puerta abierta para poder inventar canciones, y eso me dio una gran independencia que hasta el día de hoy me ha servido para poder seguir creando música.

- Así como el “Unplugged” marcó un antes y un después de "La Ley", ¿podemos decir que “Adaptación” es un antes y un después de qué? ¿Existe ese punto de quiebre?

- Sería un poco pretencioso decir que 'Adaptación' será un hito que marcará un antes y un después. Me parece mucho mejor desarrollar esa capacidad de asombro y dejar que la vida suceda. Creo que uno hace lo que hace con una intención, que en este caso es llegar al corazón de tanta gente como sea posible. He tenido la suerte, en mi vida como compositor, como letrista y como músico, de encontrarme con muchas personas que me han dicho que han estado al borde de suicidarse y escucharon una canción mía, prestaron atención a la letra y sintieron que les salvé la vida, o estaban enfermos de cáncer y entendieron el sentido de cierta canción y empezaron a luchar por la vida. Tiene que ver mucho con la magia y la energía de la intención que uno les pone a las cosas que hace, y eso sí es algo que puedo decir que les pongo a las canciones que escribo, porque no invento canciones, las siento. Tener un sentimiento honesto y real para plasmarlo en una canción y adaptarlo no es una intención antigua, no es una fórmula, sino que es un grupo de canciones que fueron hechas con deseo de llegar al corazón de la gente. Y creo que si hablan con mis compañeros, desde sus puntos de acción, desde sus instrumentos, ellos también han tenido la intención de hacer algo importante.

- Mencionaste que las canciones no se las inventa, sino que las siente. ¿Cómo ha cambiado el sentimiento respecto a una canción tan exitosa como “Mentira”? ¿Cuál era el sentimiento cuando la creó y cuál es el sentimiento hoy?

-Esa justamente fue una canción que hice en una época en la que cargaba un sentimiento de culpa muy grande. Estaba de gira, teníamos mucho éxito y me dejé tentar por los beneficios de ser cantante de una banda de rock, pero nunca me sentí cómodo con esa tentación, con el engaño. Viví durante mucho tiempo con ese peso y con una cruz muy pesada que cargaba sobre mí, porque está el clásico dicho: “jamás reconozcas, aunque te encuentren con las manos en la masa, jamás reconozcas”, y la verdad no sé si estaba muy seguro con eso, porque me parece que a veces, aunque la verdad sea dolorosa, hay que ser honesto. Escribí esa canción que me generó una pequeña tormenta en mi vida, pero me sentí muy orgulloso de haberla hecho. El tiempo pasó y nos encontramos en vísperas de 'Adaptación' y hay una canción en particular que se llama 'Reino de la verdad', que defino como la segunda parte de la creación de 'Mentira'. Es como la redención del tiempo que te hace madurar. En ese sentido, soy una persona que no recurre a esas trampas. Prefiero mil veces decir la verdad, aunque sea indecorosa o incómoda, porque me parece que, al final, lo que se genera siempre que dices la verdad es un refuerzo de tu palabra, que es la que crea la realidad que quieres vivir, y si quieres ser artífice de tu realidad tienes que tener una palabra que sea poderosa y el poder que te da la verdad es único. Me encanta haber vivido la experiencia de escribir una canción como 'Mentira', pero también me encanta haber podido aprender de esos errores para escribir una canción como 'Reino de la verdad'.

- ¿Cuándo tocarán “Adaptación” en Colombia?

- En este momento estamos haciendo una gira por 22 ciudades de Chile, de las cuales hemos hecho cuatro. Por ahora estamos interpretando cuatro o cinco canciones nuevas a modo de adelanto del lanzamiento, que será en abril. Luego tendremos una gira bastante extensa por Estados Unidos, de 40 shows, y en el transcurso de 2016 queremos ir a Colombia, a donde sea que nos inviten, porque lo que realmente queremos es acercarnos a la gente de la manera más honesta y sin tantos aditivos. No nos queremos disfrazar, sino mostrarnos de una manera muy natural y honesta, como somos.

Autores

El Espectador / LifeStyle