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¿Cuánto cuesta donar dinero para filantropía en Chile?
Jueves, Junio 29, 2023 - 09:00
Africa Dream foto Africa Dream

Con la inflación y desempleo reinantes, a ciertas organizaciones sin fines de lucro se les hace difícil encontrar financiamiento para obras que dependen de donaciones en dinero. Una ley de reciente vigencia en el país busca simplificar el proceso, pero los protagonistas creen que el sistema tiene falencias y dista mucho de una situación ideal, como ocurre en Estados Unidos.
 

Un frío martes de abril, por la noche, más de 200 personas se reúnen en un restaurante francés del centro de Santiago, llamado cariñosamente El Castillito. Se trata de una cata de vinos y platos de origen galo para apoyar a la fundación Africa Dream, que realiza un voluntariado con profesionales locales de distintas disciplinas, que deseen ayudar presencialmente a niños y niñas de naciones como Zambia, Mozambique, Uganda, Sudáfrica, y más recientemente Esuatini, Kenia y Etiopía que viven extrema pobreza en ese continente.
 
Con una inspiración que sus creadores denominan de solidaridad universal, la organización Africa Dream existe desde 2005 y ya ha enviado a 80 profesionales chilenos a misionar en esos países, en las áreas de educación, agricultura y salud.
 
Rodrigo Mercado, director ejecutivo de Africa Dream y uno de sus tres fundadores - junto a Janet Spröhnle y Marcelo Moso - detalla a AméricaEconomía que han trabajado con varios países del continente. “Generalmente estamos de seis a nueve años en cada país, después nos movemos cuando otros países nos invitan a trabajar con ellos”.
 
La entidad realiza entre dos y tres eventos de recaudación de fondos por año para financiar sus obras, además de contar con socios que mensualmente realizan algún aporte.
 
Mercado cree que la filantropía en Chile se ha ido democratizando y masificando, más aún desde pandemia, cuando la personas se dieron cuenta de las necesidades de la sociedad.
 
“Se ha abierto en el sector privado y se ha abierto a las personas naturales, básicamente. Creo que ha sido súper potente el sector privado, que entienden que hoy día necesitan tener conexión con todo lo que es el área social”, especifica Mercado. “Sin conexión con el área social, las empresas hoy no llaman la atención. Porque la gente joven es que quiere ayudar en algún lugar y en algo con sentido. Y eso es súper potente hoy día”, afirma.
 
Respecto al sistema de donaciones el director ejecutivo de Africa Dream destaca que actualmente “existen mecanismos de donaciones para las empresas que son buenos.  Lo que pasa es que no hay una consciencia solidaria muy grande en Chile, entonces la pregunta sería cómo concientizamos a las empresas para que se den cuenta que hay realidades distintas a las que ellas observan y que tengan una responsabilidad social empresarial real con distintas fundaciones”.
  
Presente como una de las viñas que apoyan el sueño de la fundación chilena está MontGras, que gustosa llena copa tras copa de sus vinos. La ventas son en beneficio de la ONG.
 
“Como empresa, hemos apoyado a la fundación desde el primer evento realizado después de la pandemia, en agosto de 2022. Estamos comprometidos en participar en eventos con sentido, donde la exposición de nuestra marca se pueda unir a una causa con propósito. Todos los recursos obtenidos a través de nuestra participación en este evento fueron destinados íntegramente a la fundación, lo cual nos llena de satisfacción y nos motiva a seguir colaborando con su importante labor” indica el enólogo Adolfo Hurtado, Gerente General de la Viña MontGras.
 
A pesar del entusiasmo, lo cierto es que en Chile las normas sobre donaciones para algunos resultan complejas y muchas veces burocráticas. Así lo explica el experto tributario Humberto Borges, director del Diplomado en Gestión Tributaria y académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Alberto Hurtado
 
“Lo que se tiene hoy día legislado es la donación, pero con un tope, y además es engorroso, porque hay cerca de una quincena de formas de donar. Y como es engorroso, estas empresas no pueden multiplicarse en Chile, mientras en Europa sí tienen la posibilidad. Entonces, ¿qué es lo que hace una empresa? Lo declara un gasto de marketing, aunque realmente están haciendo una donación, pero ellos no lo pueden pasar por donación ya que la ley les pide una serie de requisitos para la fundación que recibe su aporte”, recalca Borges.
 
El profesional aclara que si bien la ley persigue regular y evitar malas prácticas en materia de donaciones “algunas de las normas se han convertido en una camisa de fuerza”. Precisa que hay distintos cuerpos legales para cada tipo de donación: para educación e institutos que se traspasen a municipios, otra para donaciones a instituciones de educativas, a gobierno. Sin olvidar el tope a las donaciones, que buscan evitar malversaciones.
 
Para la abogada Monserrat Moya, parte del bufete Estudio 150- y también desde hace años profesional voluntaria de la Fundación Trascender desde donde ayuda a Organizaciones sin Fines de Lucro (OSFL) a buscar financiamiento- la gestión y el quehacer de estas entidades en cuanto a obtener donaciones y financiamiento se ha profesionalizado con el tiempo.
 
Afirma que esto genera un gran aporte al país considerando que, en su mayoría, se enfocan en áreas como beneficencia, pobreza, medio ambiente, cultura que son ámbitos en los que existen muchas necesidades y falta de presupuesto.
 
“Ahora, hay que entender que las organizaciones sin fines de lucro tienen diversas formas de financiarse tales como venta de servicios, fondos públicos y/o donaciones. No todas las OSFL reciben donaciones. Las que lo hacen, deben cumplir con los procedimientos establecidos en diversas leyes, lamentablemente no hay una sola norma que regule lo anterior, para que el donante pueda eximirse del trámite de insinuación y pago de impuesto a la herencia y donaciones”.
 
Moya sostiene que hay un marco legal que ha ido lentamente modernizándose “pero aún hay dispersión de normas, es decir, si una OSFL, quiere recibir donaciones, debe postular a leyes específicas dependiendo del objeto de la organización y del proyecto a realizar. Así, existen diversas normas dispersas en el ordenamiento jurídico y no una sola para todos los casos, y esto puede ser complejo y engorroso, porque además son leyes tributarias”.
 
SIN FINES DE LUCRO
 
Hace un año llegó a Chile la organización Generation, quien lidera un programa a nivel mundial orientado en educación para el empleo, lo que significa generar oportunidades educativas enfocadas en la empleabilidad de la población que tiene mayor desventaja para la inserción laboral.
 
Presentes en 17 países, desembarcaron en Chile a través de las fundaciones MC y Viento Sur para poner en práctica un primer piloto dirigido a formar jóvenes programadores.
 
Magdalena Fernández, directora de operaciones de Generation Chile explica a AmericaEconomía que empezaron con dos fondos filantrópicos que les permitió salir a pilotear su idea para formar jóvenes en oficios tecnológicos de alto impacto con buenas retribuciones económicas. 

“Tenemos esos fondos en programas que duran tres años y que al año se pueden ir renovando, en la medida que vas mostrando resultados. Por otro lado, trabajamos con financiamiento de empresas, sobre todo a través del modelo del precontrato, porque en Chile aparte de ser una fundación somos un Organismo Técnico de Capacitación (OTEC) [lo que posibilita realizar actividades de capacitación imputables a franquicias tributarias en Chile] y el precontrato es una figura tributaria que lo que permite”, explica.
 
Fernández aclara que algunas fundaciones – como es el caso de MC y Viento Sur- actúan como catalizadores que permiten que otras organizaciones implementen sus iniciativas mientras acompañan y miden el desarrollo de estos proyectos sociales.  
 
La idea, según describe su directora de operaciones, es aprovechar esta especie de “capital semilla” para ir generando independencia de manera autónoma y sostenible, pero también darle facilidades a las empresas que deseen aportar con fondos para sus programas de capacitación.
 
Sobre este punto detalla “en Generation Chile, nos hizo mucho sentido el modelo de la franquicia tributaria, para lo cual nos fundamos con OTEC, entonces le ponemos un código a nuestros programas en SENCE, y eso es lo que nosotros le ofrecemos a las empresas como manera de acompañarnos en términos financieros”.
 
FUTURO ESPERANZADOR
 
Aunque la cultura del altruismo en Chile parezca extremadamente equidistante, por ejemplo, a lo que ocurre en EE.UU donde existe una tradición filantrópica que ha contribuido importantemente a distintas comunidades del país del norte y les permite contar con hospitales, colegios, universidades y parques gracias a la contribución de ciudadanos que quisieron retribuir a su país, existen avances.
 
Uno de ellos es la entrada en vigor de la ley 21.440 publicada en abril de 2022 que establece un nuevo régimen de beneficios tributarios para donaciones a entidades sin fines de lucro, puede ser la primera gran señal que ese país va por un camino menos ripioso.
 
Resumido, el recién estrenado régimen de donaciones posibilita la promoción de la vinculación público -privada, la simplificación e incentivo del proceso de donaciones ampliando montos susceptibles de acogerse a beneficio tributario.
 
De acuerdo con el Servicio de Impuestos Internos (SII) de Chile, que envió una minuta aclaratoria de AméricaEconomía al respecto, “la modificación legal constituye un hito respecto a la regulación de la filantropía en Chile ya que establece un estatuto completo que regula la materia. En lo fundamental, establece un régimen de donaciones a entidades sin fines de lucro que se inscriban en un registro público y tendrán derecho a los beneficios que se determinan”. 

Cabe destacar que el ente fiscalizador emitió una circular detallada sobre la entrada en vigor de la nueva ley de donaciones respecto a "quiénes pueden donar, quiénes pueden recibir donaciones, qué se puede donar, así como requisitos y condiciones para acceder a los beneficios tributarios a las donaciones" instrucciones que se encuentran en la circular N° 49 de 2022.

Para la abogada Monserrat Moya “antes de la entrada en vigor de la Ley 21.440, no se presumía la buena fe del donante, sino que inmediatamente se sancionaba por una donación mal hecha al donante, ahora esta ley cambia la carga de la prueba y se presume la buena fe del donatario, lo que es un cambio de paradigma y fomenta la participación de las empresas en este sentido”.
 
Moya especifica que con la nueva ley se facilitan mucho los procesos para poder emitir certificados de donaciones para las Organizaciones sin Fines de Lucro. “Es siempre la OSFL la que debe entregar el respaldo de la donación y el donante, es quien debe solicitar ese respaldo para dejar constancia en sus estados financieros, por lo que el trámite lo hace la OSFL”.
 
Finalmente, el evento de Africa Dream, ideado para comprar semillas agrícolas que serán enviadas a Kenia, logra recaudar unos US$ 2.240, cifra que para Rodrigo Mercado resulta un éxito respecto de la meta planteada. Su próxima meta será juntar dinero, alimentos y ropa para niños de Etiopía.
 
Consultado, considera que en Chile no es difícil donar para filantropía.
 
“Existe el mecanismo para la empresa para poder donar y es bueno. Si tú estás adscrito a la ley de donaciones, una fundación te puede emitir un certificado de donaciones y ellos pueden bajar los impuestos. Ahora, esto no sucede para organizaciones como nosotros que trabajamos fuera de Chile. Entonces, a lo mejor lo que el gobierno, yo creo que estamos a años luz, respecto de la ley de Estados Unidos, de Inglaterra, de España, que son países tan desarrollados que hacer filantropía también afuera de su país”, aclara.
 
Su objeción va más allá del tema impuestos. “Pienso que en el fondo no hay una conciencia solidaria muy grande en Chile. Por eso creo que la pregunta a hacerse es cómo concientizamos a las empresas para que se den cuenta que hay realidades distintas a la que ya observan y que tengan una responsabilidad social empresarial (RSE) real, con distintas fundaciones, no solamente con la del amigo”, enfatiza.
 
En esa misma línea, Monserrat Moya argumenta que, pese a que Chile está lejos de tener una conciencia filantrópica más fluida, como tiene Estados Unidos “estamos, poco a poco, legitimando los procesos y fomentando las donaciones”.
 
Al respecto reflexiona “lo que más duele que es muchas empresas no donen por falta de conocimiento de la normativa actual y sigan pidiendo boleta o factura para justificar la donación, lo que puede implicar el riesgo de constituir un gasto rechazado. También de parte de las organizaciones sin fines de lucro falta conocimiento de la normativa, mecanismos de transparencia y, sobre todo, evaluación del impacto de los programas, que es algo que como Estudio 150 reforzamos, [pues] si esto no se mide, no existe”.

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Autores

Gwendolyn Ledger