La dificultad de la ampliación del canal radica en las dimensiones de la obra, que contará con 158 válvulas y 16 compuertas -con un peso total de 50.000 toneladas- que se construyen en la actualidad en las fábricas de la empresa italiana Cimolai.
La ampliación del Canal de Panamá, en cuyas obras participan la empresa española Sacyr Vallehermoso y la panameña Constructora Urbana, permitirá, a partir de octubre de 2014, el tránsito de barcos con el triple de volumen de carga que los que actualmente surcan el conocido canal.
"Creo que será uno de los hitos de la ingeniería de este siglo", dijo el gerente de electromecánica de la obra, Sergi Ametller, uno de los responsables del consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC) -integrado también por la empresa italiana Impregilo y la belga Jan de Nul-, que se encarga de construir un tercer ramal que se una a los dos ya existentes.
Para conseguirlo se emplearán $3.2 billones en construir dos nuevas salidas del canal, una en la vertiente atlántica y otra en la pacífica, que podrán surcar barcos con cargas de 12.600 contenedores y 366 metros de eslora, frente al máximo de 4.400 contenedores y 294 metros de las naves que atraviesan esta importante ruta marítima al día de hoy, reporta el periódico Panamá América.
La dificultad de la ampliación del canal radica en las dimensiones de la obra, que contará con 158 válvulas y 16 compuertas -con un peso total de 50.000 toneladas- que se construyen en la actualidad en las fábricas de la empresa italiana Cimolai.
El consorcio estima que para el tránsito de un carguero grande por el Canal son necesarios 200 millones de litros de agua pero que al tratarse de barcos "más eficientes" y en "menor número" tendrán un menor impacto que un mayor número de barcos más pequeños.
GUPC debe garantizar el 99.6 % de la disponibilidad de navegación, o de lo contrario podría ser penalizado e incluso tendría que hacerse cargo del mantenimiento de la ampliación durante los dos años siguientes a la finalización de las obras.
Pero los responsables del consorcio son optimistas porque el proyecto está "sometido a constantes auditorías" y "pruebas" y ya ha sido completado un 15% del trabajo de compuertas, de manera que los plazos cumplen con el calendario, concluyó Ametller.