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Ampliación del Canal desafía la creatividad de los panameños y pone a aseguradora como socio clave
Domingo, Enero 12, 2014 - 16:46

La ACP ha adelantado que está en condiciones de asumir ella misma el 35% pendiente de la construcción del tercer juego de esclusas del Canal, lo que haría contratando a la actual fuerza laboral desempleada que puede dejar Grupo Unidos por el Canal (GUPC).

Panamá. La ampliación del Canal de Panamá la terminará la aseguradora Zurich Internacional, con apoyo de la Autoridad de la vía (ACP) o la asumirá esta última y subcontratará a una constructora para que acabe, contra reloj, el tercer juego de esclusas para junio de 2015.

Este puede ser el escenario más probable para la obra de ingeniería, de retirarse Grupo Unidos por el Canal (GUPC) el 20 de enero próximo al no lograr un acuerdo que le otorgue "flujo de caja" y de paso le reconozca más de US$1.600 millones en "sobrecostes".

El diario local Panamá América reprodujo este domingo una información de su colega El País de España en el que se indica que Sacyr, la empresa española que lidera GUPC, pidió a la ACP un plazo hasta 2016 para terminar las nuevas esclusas.

Una fuente de la ACP consultada por Efe explicó que esa petición "no se ha recibido" en la administración del canal.

"Lo último reportado por GUPC" es que la esclusa del Pacífico estará lista el 30 de junio de 2015 y la del Atlántico el 31 de marzo del mismo año, precisó.

Zurich Internacional, con la que el administrador del Canal de Panamá, Jorge Quijano, ya se ha reunido varias veces en previsión de una ruptura del contrato, tiene unos US$600 millones de la fianza que tuvo que depositar GUPC para iniciar la obra en 2009.

La ACP también ha adelantado que está en condiciones de asumir ella misma el 35% pendiente de la construcción de las esclusas, se supone que contratando a la actual fuerza laboral desempleada que dejará GUPC, liderada por la española Sacyr y la italiana Impregilo.

Con cualquiera de las opciones, la obra se continuará con el diseño aprobado, propiedad de la ACP según el contrato por US$3.118 millones que se suscribió en 2009, por que GUPC no puede reclamar ni un céntimo en propiedad intelectual o derechos de autor, de acuerdo con otras fuentes de la administración de la vía.

Luego que el consorcio lanzara su preaviso de suspensión de obras a partir del 20 de enero por falta de fondos, la situación ha quedado en un limbo porque el reclamo de más de US$1.600 millones lo tendrá que resolver en el transcurso del año la Junta de Resolución de Conflictos (DAB, siglas en inglés), o la Cámara de Comercio Internacional, con sede en Miami (EE.UU.).

Ello es así porque la primera instancia, la ACP, lo ha rechazado, al menos de momento, alegando que "falta mucha información".

Para evitar el colapso del día 20, la ACP ofreció adelantar otros US$100 millones (ya lo hizo con otros casi US$800 millones antes) y diferir el reembolso de US$83 millones por parte de GUPC, pero condicionado a que el consorcio ponga otros US$100 millones y se olvide de su carta de preaviso de suspensión de la obra.

GUPC, o sus socios mayoritarios, mostraron división al salir el 7 de enero una propuesta de Sacyr, de poner los US$100 millones, pero que la ACP le de otros US$400 millones y se congele los reembolsos de los adelantos hasta que se termine el reclamo de los US$1.600 millones.

Un día después, desde Roma, Impregilo propuso que sea el Canal el que aporte US$1.000 millones adicionales al monto del contrato para poner fin a la controversia, o US$500 millones y no reclame los adelantos, tras desestimar la propuesta de la ACP en tono destemplado, de lo contrario "Panamá no tendrá su canal".

El 9 de enero, Impregilo dijo que todas las propuestas del grupo están consensuadas, mientras los minoritarios Jan de Nul (belga), con el 3% y la panameña Constructora Urbana (CUSA) con el restante 1 % de las acciones de GUPC no han dicho esta boca es mía.

Pero el presidente de Sacyr, Manuel Manrique, dijo un día después a Efe en la capital panameña que la propuesta de su socio italiano era "antigua" y estaba desfasada.

Manrique aseguró este viernes que el consorcio finalizará la ampliación, y pidió "confianza" en las conversaciones "constantes" que mantiene con la ACP para evitar la paralización de las obras por falta de "flujo de caja" del contratista el próximo día 20.

También el viernes pasado el presidente de la Junta del Canal de Panamá, Roberto Roy, calificó de "error" pensar que la ACP "quiere sacar al contratista".

"El Canal de Panamá lo que quiere es que se cumpla con el contrato (...) yo espero, todavía quedan unos varios días, que los contratistas recapaciten, que lo que más le conviene también a ellos, no solamente al Canal, es poder cumplir con su contrato", declaró Roy a los periodistas.

Pero el Canal también ha señalado que tiene personal capacitado y un amplio banco de datos de profesionales en todas las ramas de la ingeniería, por lo que es probable que incluso Zurich apoye que sea la ACP la que tome control, en el peor de los escenarios, que es la salida del GUPC.

Quijano explicó días atrás que finalizar la obra no solo es una responsabilidad ante el pueblo panameño sino ante los cinco organismos financieros internacionales que en 2008 le dieron US$2.300 millones y que, como todo préstamo, tiene sus fechas de vencimiento (20 años mas 10 de gracia) y su tasa de interés establecida (4,67%).

"Son cinco multilaterales que están afectadas, que avalan esta obra, no podemos salirnos de nuestro contrato", advirtió el administrador.

Quijano también fue explícito respecto a las garantías que custodia Zurich, que en las actuales horas se ha convertido en un socio crucial para el futuro de la ampliación, que debía terminarse el 14 de agosto de 2014, cuando se cumple cien años de inicio de operaciones de la vía, deseo frustrado por GUPC.

Falta ver si se cumple el vaticinio de GUPC, que si los sacan de la jugada, la obra se encarecerá en US$2.000 millones.

Autores

EFE