También las consultas populares afloran en cada propuesta de inversión. El 60% de las empresas podrían disminuir o aplazar sus inversiones exploratorias.
Algo está ocurriendo en la industria petrolera del país para que las empresas sientan prevención por el proceso electoral que se avecina en 2018. Se perciben unas elecciones que pueden ser complejas por la diversidad de candidatos, algunos con posiciones radicales en contra de la actividad petrolera. Aunque ningún representante de la industria espera una debacle, sí consideran que el proceso electoral es “más complejo que en el pasado”.
Hay una incertidumbre mayor que no se percibía en años anteriores, en un tema como el político, que es muy sensible y que es lo que vende el país afuera, dice Alexandra Hernández, directora de estudios económicos de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP). “Aumenta la incertidumbre por el complejo panorama electoral en 2018 y la implementación de los acuerdos con las Farc”, señala el informe de ACP tras la encuesta hecha a los representantes de las multinacionales petroleras con actividad en el país. La asociación agremia a cerca de 29 empresas que manejan el 90 % de la producción y el 80 % de la exploración.
El presidente de la ACP, Francisco Lloreda, reconoció que 2018 se presenta como “esperanzador, pero de corto plazo” para la industria petrolera. “Hay un propósito de las empresas de hacer unas inversiones importantes en exploración y en producción”, comenta el dirigente gremial al advertir que las empresas planean inversiones en 2018 de entre US$4.500 y US$4.900 millones en exploración y producción, con un crecimiento de entre 30 % y 40 % respecto a las inversiones realizadas este año.
Sin embargo, el panorama se aprecia con mucha incertidumbre porque las empresas se están volviendo más selectivas a la hora de invertir. La mayor parte de la inversión se proyecta para iniciativas de producción. El pronóstico de producción se mantiene entre 860.000 y 880.000 barriles por día en promedio. “Esto obedece a que la mayor inversión para este rubro está orientada a sostener los niveles de extracción actuales y contrarrestar la declinación natural de los campos maduros, que representan cerca del 80 % de la producción”, resalta el informe del gremio petrolero.
Un grueso número de empresas presentes en el país consideran que “cada vez es más difícil operar en Colombia”. Esgrimen razones como que empeoró la seguridad jurídica por consultas populares, y aunque reconocen que el orden público mejoró, “la percepción sobre la conflictividad social empeoró”, dice el informe.
El tema de las consultas populares aflora en cada propuesta de inversión. El muestreo empresarial reseñó que el 60% de las empresas podrían disminuir o aplazar sus inversiones exploratorias; dos terceras partes de ellas por razones de entorno, como bloqueo y consultas populares. Las cifras de la industria indican que, por cuenta de estas manifestaciones sociales, se habían comprometido 261.000 barriles diarios de crudo a marzo de este año, que es cerca del 30 % de la producción petrolera nacional. Una tercera parte de las sociedades reconsideraría sus inversiones por la baja competitividad contractual.
Algunas compañías contemplan la posibilidad de reenfocar su estrategia poniendo menos recursos para la exploración, pues la consideran más riesgosa y piensan más en la adquisición de áreas en producción, pues los riesgos son menores. Alexandra Hernández recuerda que uno de los empresarios petroleros encuestados resumió esta situación en una frase: “En Colombia se puede producir, pero es muy difícil explorar”.
Actualmente, una de cada tres empresas podría frenar sus decisiones de inversión por los bloqueos y las demoras en la expedición de los términos de referencia ambientales para los yacimientos no convencionales (YNC). El ministro de Minas y Energía, Germán Arce, asegura que el Gobierno va a generar las condiciones “para explorar estos recursos, porque pueden cambiar completamente el mapa de producción del país. Estamos hablando de multiplicar por unas cuantas veces las reservas del país y hablamos de matar el fantasma de que en cinco años tendremos que importar (crudo)”
