El ingeniero agrónomo, Justo Vera Díaz, director ejecutivo de la Cámara de Fertilizantes y Fitosanitarios del Paraguay, de igual manera resaltó la postura más positiva hacia la agricultura empresarial por parte del gobierno.
El cambio de autoridades del Poder Ejecutivo en 2012 posibilitó destrabar una serie de limitaciones que tenía el sector agrícola, según declaró el ingeniero agrónomo, Justo Vera Díaz, director ejecutivo de la Cámara de Fertilizantes y Fitosanitarios del Paraguay (Cafyf).
Mencionó que la aprobación comercial de eventos en maíz y algodón genéticamente modificados (GM = transgénicos) es uno de los pasos del país hacia la agricultura moderna.
Destacó de igual manera la postura más positiva hacia la agricultura empresarial por parte del gobierno y el escenario más favorable con que se cuenta en el comercio internacional.
“Lo importante es no solamente privilegiar un tipo o un modelo de producción, sino que el productor, dentro de su libertad, pueda escoger lo que le conviene. El cultivo convencional o el transgénico”, acotó.
El menú de productos que tiene el agricultor a su disposición no tiene que ver solo con las semillas, sino también con productos que acompañan las labores de cuidado del cultivo, señaló.
“El Paraguay, hace más de cuatro o cinco años que estaba rezagado en el tema de productos fitosanitarios, no había nuevos registros. La aprobación de los eventos transgénicos empieza a introducir al Paraguay a una agricultura moderna que va a permitir mejorar la competitividad, en pro de una mayor producción: eso es lo que celebramos, no queremos imponer a nadie, que nadie se sienta obligado a un modelo o un sistema”, recordó.
Añadió que la libre disponibilidad comercial de semillas modificadas genéticamente servirá para que no sea propicio el ingreso ilegal de estos productos.
En otro orden, dijo que la Cafyf rechaza el proyecto de ley del impuesto a la exportación de granos en estado natural. Pronosticó la caída del área de siembra de cultivos de invierno como consecuencia de este gravamen y disminuiría también el uso de los productos fitosanitarios.
“Menos trigo significa menos producción de pan. Hemos hecho propuestas de cuál sería el impuesto justo, hay un mito de que el sector no paga impuesto y eso no es cierto. Si se quieren gravar más impuestos, hay otras formas, copiar modelos no es lo recomendable”, indicó.
Antes que un mayor pago de impuestos, los productores exigen mejor aplicación de esos recursos.
“Tenemos que hacer que el Imagro sea más eficiente y transparente de alguna manera, y ver cuál es el impuesto que se va a aplicar”, señaló el director ejecutivo de Cafyf.