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Banca española deberá profundizar su proceso de concentración para lograr rentabilidad
Martes, Agosto 10, 2010 - 06:12

La tendencia también buscará poder reactivar los mercados de financiación mayoristas para las entidades pequeñas y medianas, dijeron analistas y expertos del sector.

Madrid. El sector financiero español se verá obligado a profundizar y optimizar el proceso de concentración en marcha para recuperar su rentabilidad y poder reactivar los mercados de financiación mayoristas para las entidades pequeñas y medianas, dijeron analistas y expertos del sector.

"Si al final la cuestión del tamaño se demuestra además como un factor importante para salir al mercado (...) podemos estar en España ante una segunda oleada de fusiones, primero en las cajas, y luego en la banca", dijo Santiago Carbó Valverde, catedrático de la Universidad de Granada y consultor de la Fed de Chicago.

El miembro del Consejo Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) José Manuel González Páramo afirmó el lunes en una entrevista con Europa Press que el sistema financiero todavía necesita ajustes y que la reestructuración no ha acabado.

Mayor confianza. Analistas y políticos coinciden en señalar que las recientes pruebas de resistencia han contribuido a incrementar la confianza en la banca española, pero coinciden en que es demasiado prematuro hablar de una recuperación del negocio bancario y de la actividad en los mercados de deuda, clave para proseguir con la reducción de la sobrecapacidad instalada en el sistema financiero y volver a ser más rentables.

En la reciente reestructuración se vieron implicadas 39 de las 45 cajas de ahorro españolas, en lo que el propio Banco de España calificó como "la mayor reordenación del sector bancario español en la historia reciente".

En las operaciones que solicitaron préstamos públicos se incluyó una reducción del número de sucursales de entre el 10 y el 30% y una reducción de plantillas de entre el 11 y el 27%.

"Al final se trata de repartirse un mercado para que dé beneficios y volvamos a las rentabilidades (de antes de la crisis) y esto se consigue más fácilmente con un menor número de entidades que sean más eficientes", manifestó Carbó.

El responsable de banca para Analistas Financieros Internacionales (AFI), Enrique Martín, más que hablar de otra oleada de fusiones, consideró que se producirán compras de activos o excedentes de redes en las que también podrían entrar entidades extranjeras.

"Veremos un mayor esfuerzo en la integración de redes de oficinas bancarias, habrá traspasos de todo tipo de activos para una gestión más rentable del negocio y entidades que vendan activos inmobiliarios u otro de tipo de activos que pueden caer en manos de otros", dijo Martín, que no descartó tampoco alguna fusión en el sector.

Un ejemplo válido de la optimización del negocio bancario podría ser el último acuerdo alcanzado entre Pastor y Espirito Santo para desarrollar el negocio de seguros de vida y planes de pensiones y el acuerdo entre Popular y Crédit Mutuel para crear uno nuevo banco en España, que permitirá a la entidad española racionalizar su red de sucursales y obtener plusvalías.

Una fuente de un banco de tamaño mediano manifestó que la segunda oleada de fusiones se podría producir precisamente en el momento en el que algunas cajas opten por convertirse en bancos.

El Real Decreto sobre la reforma de la ley de cajas, además de facilitar la entrada de capital privado a estas instituciones, les permite optar por varios modelos de gestión, que les aproximan al modelo bancario.

El experto de AFI señaló que podría haber cajas que necesiten una mejor gestión de los servicios centrales del negocio bancario y ahí enmarcó la actividad corporativa.

"El reto es ser capaz de hacer una integración ágil, eficaz y eficiente en la ejecución de estos procesos que contribuya a reducir costes en un entorno de caída de la actividad bancaria y ahí podría haber movimientos y compras", explicó.

Discriminación por tamaños. Expertos y ejecutivos coincidieron en señalar que las entidades medianas y pequeñas iban a tener más dificultades en acceder a los mercados de financiación que los grandes bancos.

El propio consejero delegado de BBVA, Ángel Cano, dijo durante la presentación de resultados del banco a junio que tras la publicación de las pruebas de resistencia se había producido una cierta inyección de confianza para las grandes entidades pero no para las pequeñas instituciones.

BBVA, Bankinter y Santander han reabierto parcialmente los mercados de financiación, aunque con unos costes todavía elevados.

A pesar de las altas primas, José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney Valores, consideró que estas emisiones habían enviado una señales positivas al mercado.

"Es normal que hayamos visto unos diferenciales algo más altos pero hay que tener en cuenta que había que reconstruir las cañerías después del brutal ataque de Pearl Harbour que habían sufrido las entidades en los mercados. Veníamos del oeste americano", sentenció el economista jefe de Intermoney.

Analistas dijeron que, junto a la fuerte apelación actual al BCE, la banca en España tradicionalmente había sido muy activa en captar depósitos a través de sus redes y que esa práctica era perfectamente válida ahora por los elevados costes de emisión.

Además, el consejero delegado de Pastor, Jorge Gost, dijo en una entrevista reciente con Reuters que sólo veía tímidos síntomas de apertura en los mercados de financiación y dudó que el mercado interbancario se pudiera abrir para el conjunto del sistema financiero en el corto plazo.

Guillermo Monroy, responsable de trading del Grupo Banco Sabadell, reconoció que los grupos pequeños de cajas iban a ver dificultado su acceso a estos mercados y tendrían que optar por colocaciones privadas, aunque se mostró más optimista para el conjunto de grandes bancos y cajas.

"A partir de septiembre sí que empezaremos a ver un aluvión de emisiones por parte del conjunto de bancos españoles y de las grandes cajas siempre y cuando no haya ninguna sorpresa negativa en el camino, aunque todavía con fuertes primas", dijo Monroy.

Este experto señaló que en la medida en que los mercados de deuda se reactivaran se deberían ir reduciendo las necesidades de financiación de los bancos españoles al BCE, aunque por razones estivales podrían verse algunos incrementos de los saldos de préstamos al BCE en julio y en agosto, meses de casi nula actividad emisora, para luego bajar a partir de septiembre.

Autores

Reuters