Oi dijo que su plan implicaría una ampliación de capital de al menos US$2.160 millones, de los cuales US$1.055 millones vendrían de una inyección de efectivo y US$1.085,4 millones de un canje de deuda por capital.

Sao Paulo. El operador brasileño de telefonía Oi SA anunció este lunes su última propuesta de reestructuración de deuda, que incluye una disposición que exige que la compañía pague unas altas comisiones anuales a sus tenedores de bonos a cambio de que estos inyecten capital en la endeudada compañía.

En una presentación al regulador, Oi dijo que su plan implicaría una ampliación de capital de al menos 7.100 millones de reales (US$2.160 millones), de los cuales 3.500 millones (US$1.055 millones) vendrían de una inyección de efectivo y 3.600 millones (US$1.085,4 millones) de un canje de deuda por capital.

Los tenedores de bonos que inyectan capital en la compañía recibirían una comisión inicial del 6% sobre su contribución más honorarios anuales del 8 por ciento.

En el caso de que Oi infrinja algunas de las condiciones, las comisiones serían de entre el 10 y el 13%.

Oi explicó que la nueva propuesta se presentaría en breve ante el tribunal de Río de Janeiro que supervisa el mayor procedimiento de bancarrota de Latinoamérica, con el objetivo de reestructurar deuda por 65.000 millones de reales (unos US$20.000 millones).

Las negociaciones en torno a Oi han dado varios giros días antes de una asamblea clave que se celebrará el 10 de noviembre, en la que los acreedores votarán sobre un plan de la compañía para sacar a la empresa de la protección por bancarrota.

Oi, la única compañía de telefonía fija presente en un tercio de los 5.500 municipios de Brasil, se declaró en bancarrota en julio de 2016.