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Brasileña Petrobras evalúa venta de plantas de etanol
Jueves, Junio 18, 2015 - 10:26

La compañía, cuya deuda de US$125.000 millones es la mayor de una petrolera y la tercera más grande de una firma no financiera, planea vender hasta US$13.700 millones de activos a fines de 2016.

Río de Janeiro. La petrolera estatal brasileña Petrobras está considerando la venta de algunos de sus activos en biocombustibles en su intento de recaudar dinero para cubrir inversiones para nuevos yacimientos costa afuera y pagar sus deudas, dijeron dos fuentes a Reuters el miércoles.

La compañía, cuya deuda de US$125.000 millones es la mayor de una petrolera y la tercera más grande de una firma no financiera, planea vender hasta US$13.700 millones de activos a fines de 2016.

La primera fuente, que tiene conocimiento directo de los planes de Petrobras, dijo que las plantas de etanol de la compañía, que transforman caña de azúcar en combustible, eran el área más probable del negocio que podría ser vendida.

Petrobras tiene nueve plantas de etanol y cinco de biodiésel.

Las plantas son menos rentables que su negocio de distribución o venta de etanol y otros biocombustibles, agregó la fuente.

La compañía, conocida formalmente como Petróleo Brasileiro SA, no planea salir completamente del sector de biocombustibles, según la fuente.

"Hay varias formas en que se puede participar en el mercado de biocombustibles. Una forma es el negocio, el otro es tener activos. Para estar en el negocio, no necesitas tener activos", dijo la fuente.

Petrobras ya ha mostrado activos a potenciales compradores, dijo a Reuters una segunda fuente tras ser informada sobre los planes de la compañía.

Ambas fuentes solicitaron el anonimato debido a que aún no se han tomado decisiones finales sobre el futuro del negocio de biocombustibles de Petrobras.

La firma, presionada por el Gobierno brasileño, expandió sus operaciones de etanol y biocombustibles en la última década en respaldo de políticas que apuntan a impulsar las exportaciones de la creciente producción petrolera costa afuera al reducir la demanda interna por combustibles fósiles.

En su búsqueda por controlar la inflación, el Gobierno brasileño se rehusó por años a permitir que Petrobras, la única refinería del país, elevara los precios de la gasolina y el diésel en línea con precios mundiales, lo que provocó que los costos del combustible fósil cayeran por debajo de los de los biocombustibles.

Autores

Reuters