El CEO de la cementera, Lorenzo Zambrano, junto a su plana directiva, intentaron convencer a inversores y analistas en Nueva York de que la otrora estrella de los mercados emergentes puede reducir su pesada deuda, pese al nublado entorno económico global.

México D.F. Lorenzo Zambrano desafió a sus críticos para convertir a la mexicana Cemex en una de las mayores cementeras del mundo a través de ambiciosas adquisiciones, pero ahora la estrategia está cobrándole la factura reduciendo el valor de la compañía.

Hace unos días, Zambrano y su plana directiva intentaron convencer a inversores y analistas en Nueva York de que la otrora estrella de los mercados emergentes puede reducir su pesada deuda pese al nublado entorno económico global.

Pero las acciones de la compañía, que perdieron un 63% entre enero y el jueves 29 de septiembre -fecha de la reunión- cayeron a su mínimo en 13 años de 3,25 pesos en el mercado local este lunes siguiente.

"El mercado está teniendo un desacuerdo fundamental tan grande con la perspectiva de la administración que podría pasar un camión", dijo Elizabeth Collins, un analista de Morningstar, sobre la compañía que fundó en 1906 el abuelo de Zambrano.

Esta no es la primera vez que el mercado se vuelve contra Cemex, que ha contraído grandes deudas siguiendo una serie de ambiciosas adquisiciones que vuelven a perseguir a Zambrano.

Entre el 2008 y principios del 2009, cuando la compañía estaba en proceso de refinanciar su deuda de US$15.000 millones, la caída en el valor absoluto de sus acciones en México en un periodo de nueve meses fue más del doble del desplome de los últimos nueves meses.

Pero las acciones ahora cuestan una doceava parte del valor que tenían a mediados del 2007, cuando los títulos de Cemex en Nueva York alcanzaban más de 30 dólares.

Ahora la credibilidad de Zambrano está en la línea.

El empresario de 66 años ha sentido personalmente la caída. A diferencia de otros empresarios mexicanos como Carlos Slim y Alberto Bailleres, Zambrano no aparece más en la lista de millonarios de Forbes.

Zambrano, un coleccionista de arte y autos antiguos, mantiene un bajo perfil en su ciudad natal Monterrey, un centro industrial en el norte de México que enfrenta en los últimos años la violencia de la guerra entre los carteles de la droga.

Conocido como una persona privada, Zambrano da pocas entrevistas y nunca se ha casado. Usa Twitter para algunas veces enviar mensajes que, según algunos, sólo confirman la percepción de que está alejado de la realidad.

El empresario encabezó titulares a principios del año luego de usar su cuenta de Twitter para criticar a la gente que dejaba Monterrey para escapar de la violencia de las drogas.

"Quien deja Monterrey es un cobarde", escribió. Zambrano vive en San Pedro Garza García, un suburbio aledaño a Monterrey, considerado uno de los más ricos de América Latina.

Demasiado optimismo. En la reunión en Nueva York, analistas cuestionaron insistentemente a Zambrano -que ha dirigido la empresa desde 1985- sobre su pesada deuda de US$17.300 millones y su necesidad de impulsar sus ganancias.

Zambrano aseguró que Cemex reunirá sus obligaciones financieras, conocidas como covenants, para diciembre. "Las vamos a alcanzar" dijo.

Sin embargo, los inversores simplemente no le creen.

"La compañía y Zambrano insisten en que pueden cumplir. Pero si ese fuera el caso, la acción no se habría sobre vendido desde el día de la reunión", dijo Robert Wetenhall, analista de RBC Capital Markets en Nueva York.

Un reciente sondeo de Reuters mostró que de seis analistas, cuatro esperan que Cemex incumpla con un objetivo de deuda a no más de siete veces su flujo de operación (Ebitda) para diciembre.

"Un director general puede ser firme pero su visibilidad no es mucho mejor que la de todos los demás -- la actividad de la construcción es algo en la que ellos no tienen mucho control", dijo Collins.

Zambrano dice que la reorganización emprendida a mediados del año reducirá costos y ayudará a la compañía en la generación de efectivo. , pero analistas opinan que necesita más cambios.

Cemex planea vender US$1.000 millones en activos entre este y el próximo año, pero no ha entregado más detalles.

El encargado de comunicación y Relación con Inversionistas, Maher Al-Haffar dijo que la compañía no podía dar detalles específicos sobre las potenciales ventas dada la volatilidad del mercado y agregó que estaba impactado de la reacción de los inversores ante la presentación de la estrategia.

Al igual que muchos empresarios importantes en México, Zambrano -que tiene una maestría en la Universidad de Stanford-, nació dentro de una familia propietaria de una empresa dominante de sector en México.

Otros tres miembros de la familia son miembros del consejo de administración de Cemex y sus familias poseen menos del 3% de las acciones de la firma.

La compañía no ha establecido un plan de sucesión y no está claro quién lo reemplazaría en caso de que deje el cargo. El vicepresidente de Finanzas, Fernando González no es visto como sucesor y analistas dicen que el cambio de liderazgo es poco probable al menos por el momento.

"No creo que nadie más puede hacerlo mucho mejor", dijo Wetenhall.