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Chile enfrenta un "boom" turístico con una infraestructura aún precaria
Sábado, Abril 20, 2013 - 16:36

El año pasado el número de turistas que llegaron a América Latina creció 4%, pero en Chile el incremento triplica con holgura esa cifra (13%) y la entrada de visitantes superó los 3,5 millones.

Chile es el país latinoamericano con mayor crecimiento del turismo, pero las autoridades reconocen que el país no está preparado para el "boom" de esta industria porque en el pasado se hizo una "planificación mezquina".

El año pasado el número de turistas que llegaron a América Latina creció 4%, pero en Chile el incremento triplica con holgura esa cifra (13%) y el número de visitantes superó los 3,5 millones.

"Nuestro mayor logro es que cada día, los chilenos tienen una mayor conciencia turística y asumen que el turismo es un eje de desarrollo importante para el país", explica Miguel Pardo, director del Servicio Nacional de Turismo.

Chile tiene un enorme potencial gracias a sus bellezas naturales, entre las que destacan 15.790 lagos y lagunas, 24.126 glaciares, 6.435 kilómetros de costa, 3.094 islas, 270 termas, 139 volcanes activos y 1.509 cumbres por encima de los 4.000.

Pero además en el país existen cinco enclaves que son Patrimonio de la Humanidad, como el parque nacional Rapa Nui, en Isla de Pascua, y las salitreras Humberstone y Santa Laura, además del desierto de Atacama, el más árido del mundo.

El crecimiento de este sector (el cuarto, tras el minero, el frutícola y el maderero) se ha visto beneficiado además por la visión del país sudamericano que se tiene en el mundo.

Chile se asocia hoy día con conceptos como prosperidad, libertad económica, facilidad para hacer negocio, un buen lugar para vivir, innovación, destino de inversiones, baja corrupción y competitividad económica.

A pesar de estas ventajas, las autoridades son conscientes de que hay que mejorar la excelencia de los servicios que se ofrecen a los visitantes, desde el idioma (la gran mayoría de la población no habla inglés) hasta las infraestructuras.

"El país no estaba preparado para el desarrollo del turismo que ha habido; la planificación que en el pasado se hizo fue mezquina", se lamenta Daniel Pardo, quien cita como ejemplo la saturación de servicios esenciales para el flujo de visitantes, como los puestos fronterizos con Argentina o el aeropuerto internacional de Santiago.

"Desafortunadamente hemos partido muy atrasados, nos falta mucho por hacer, pero vamos en la línea correcta", subraya el director del Servicio Nacional de Turismo, un organismo que maneja un presupuesto anual de US$40 millones, al que hay que añadir otros 20 millones que las regiones destinan a actuaciones vinculadas con el sector.

Un ejemplo de que Chile va a la zaga en algunas áreas son los cruceros antárticos, que se concentran casi exclusivamente en la ciudad argentina de Ushuaia, mientras que al otro lado del canal de Beagle, la localidad chilena de Puerto Williams, tiene 25 veces menos población y aún no explota el atractivo de ser la localidad más austral de América.

Para revertir esta situación, el Servicio Nacional de Turismo ha puesto en marcha un plan estratégico que se extiende hasta el año 2020 y que contempla diversas líneas de actuación y financiación.

"Falta tanto por hacer que es fácil perderse", reconoce Daniel Pardo. Por eso, en lugar de optar por el desarrollo de un nicho concreto (aventura, naturaleza, cultura, nieve, sol y playa), Chile está fomentando el "turismo de intereses especiales", que Pardo describe como "mucho destinos en un solo país".

"No queremos un crecimiento masivo aunque tengamos capacidad para ello". El director de Sernatur pone el ejemplo de Isla de Pascua, uno de los destinos preferidos de los visitantes extranjeros, junto con el parque nacional Torres del Paine, San Pedro de Atacama y la ciudad de Santiago.

Isla de Pascua cuenta con una población de apenas 5.000 personas, pero el año pasado recibió 67.000 turistas. Ya hay problemas como la eliminación de los desechos, que se agravarían si el turismo se masificase y acabarían deteriorando el lugar. La alternativa para este lugar, conocido también como Rapa Nui u "Ombligo del Mundo", es fomentar el turismo de lujo.

Aunque Chile está por detrás de Brasil, Argentina, Perú y Colombia en lo que a turismo se refiere, las autoridades están promocionando sus destinos conjuntamente con estos países en mercados con gran potencial, como China, Australia o Europa. Por encima de la competencia, lo que prima en este caso es rentabilizar los recursos públicos.

De este modo confían en mantener el ritmo de crecimiento de los últimos años, cuando la industria pasó de los US$1.978 millones en 2009 a los 2.713 millones en 2012, un año en el que además 8,5 millones de chilenos (más de la mitad de la población), viajaron dentro del país.

Autores

EFE