No obstante, las continuas preocupaciones sobre la crisis de deuda en Europa limitaban las ganancias, y el cobre aún se encaminaba a su primer pérdida anual en dos años.

Londres. El cobre subía este viernes en un mercado de volumen reducido pues tomaba impulso un panorama optimista para el crecimiento económico de Estados Unidos y para la demanda de metales tras unos datos alentadores de la mayor economía del mundo.

No obstante, las continuas preocupaciones sobre la crisis de deuda en Europa limitaban las ganancias, y el cobre aún se encaminaba a su primer pérdida anual en dos años.

El cobre referencial en la Bolsa de Metales de Londres (LME, por sus siglas en inglés) se negociaba a 7.642,75 dólares la tonelada a las 1423 GMT, un alza en comparación con el cierre del jueves a 7.540 dólares.

El metal marcó su mayor nivel en más de una semana más temprano, aunque el volumen ligero antes de la Navidad exageraba los movimientos de precios.

Datos que mostraron que los nuevos pedidos de bienes manufacturados en Estados Unidos subieron en noviembre también impulsaban al cobre. En la sesión anterior, un reporte dio a conocer números favorables del mercado laboral y cifras alentadoras de la confianza del consumidor.

"Las cifras en Estados Unidos sugieren que la economía se está recuperando. (También) está la especulación de que la Reserva Federal podría mantener las tasas cerca a cero hasta el 2014 y hay una nueva retórica por parte del Banco Central Europeo (BCE)", dijo la analista Arne Lohmann Rasmussen, de
Danske Bank.

Impulsando la confianza en el mercado, un miembro del Comité Ejecutivo del BCE, Lorenzo Bini Smaghi, dijo que el Banco debería lanzar un programa de compras de activos a la manera estadounidense si las condiciones económicas empeoran, abriendo la puerta a un posible cambio en la política del organismo para evitar la deflación.

Los precios del cobre han subido casi 3% en lo que va de esta semana, poniendo fin a dos semanas de pérdidas, pero aún así se encaminan a una caída de más de 20% este año. En el 2012 persistiría la cautela en torno a la crisis de deuda de la zona euro.