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¿Cómo han cambiado las plataformas OTT el negocio de la televisión?
Martes, Febrero 28, 2017 - 14:43

El mercado de plataformas OTT podría alcanzar un valor de US$ 62.300 millones en 2020 a nivel global, según Soonora, una empresa mexicana dedicada a la implementación de dichas plataformas.

Un hombre mira la imagen sin movimiento en una pantalla. Su mirada extraviada y triste presagia una tragedia. Su esposa, sentada a su lado, trata de averiguar la razón de su aflicción. Entre sollozos le responde que Netflix eliminó su serie favorita. –“¿Stranger Things?, ¿Breaking Bad?, ¿Narcos?”, pregunta ella,  hasta que por fin él confiesa: “Rebelde”, la serie juvenil de Televisa.  Su esposa, con una actitud condescendiente y burlona lo consuela. “Es difícil decir adiós, muchos las extrañarán, otros no tanto”, concluye el spot publicitario de Netflix.  

La plataforma OTT (Over the Top) líder en el mundo respondió de esta manera en octubre de 2016 a la decisión de Televisa de sacar su catálogo de contenidos de Netflix. El anuncio fue el primero de varios, de un cruce de parte y parte que marca el inicio de una fuerte competencia por liderar la nueva manera de ver televisión. 

Blim de Televisa, Claro Video o Cinépolis Klic son solo algunas de las iniciativas que luchan por quedarse con una parte del mercado mexicano y que avanzan en varios países de América Latina.  
 
“Estamos ante un cambio de paradigma para la próxima década”,  dice Jorge Álvarez Hoth, exvicepresidente de televisión de paga de Televisa, y exdirector de Sky y de Cablevisión. “Empresas como Netflix rebasaron a Televisa sin que esta se diera cuenta.” 

Un mercado Over the Top. El  mercado de plataformas OTT podría alcanzar un valor de US$ 62.300 millones en 2020 a nivel global, según Soonora, una empresa mexicana dedicada a la implementación de dichas plataformas.  En México representa apenas US$ 400 millones, pero crece aceleradamente. 

En 2016, la adopción de servicios OTT en México creció 25%, mientras que la TV de paga solo creció 14,7%, según datos del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). Todavía más de la mitad de la población (51%) cuenta solo con la señal de televisión abierta según la Tercera Encuesta 2016 de Usuarios en Servicios de Telecomunicaciones. 

El incremento de la penetración de la banda ancha móvil -México tiene el mayor crecimiento en este indicador entre las economías  de la OCDE- y el aumento de la velocidad de las conexiones han permitido un mayor desarrollo de este tipo de  plataformas. México pasó de tener, en 2010, dos suscripciones banda ancha móvil por cada 100 habitantes, a 48 por cada 100 en 2016. 

La expectativa es que  la TV de paga seguirá creciendo en paralelo al consumo de contenidos a través de plataformas OTT, pero a menor velocidad. “A mayor penetración de internet hay más consumo de contenidos audiovisuales por este medio, lo que impacta en el crecimiento de los OTT”, dice Aldo Sánchez, coordinador general de Planeación Estratégica del IFT. “En lo que respecta a la televisión de paga y los servicios OTT, algunos de estos serán complementarios y otros serán sustitutos”.

A pesar de los cambios, los contenidos más vistos en la televisión de paga y en menor proporción en las plataformas OTT todavía son los que provienen de la televisión abierta. Pero esto está cambiando. “La presencia de Netflix y la piratería han influenciado al consumidor que hoy en día es más exigente, sobre todo en la población más joven”, dice Pedro García, guionista de la serie Dharma Beach. 

Las plataformas OTT mexicanas. Blim (Televisa) contaba con el 17,5% de los clientes de las plataformas OTT en México al tercer trimestre de 2016, de acuerdo con los últimos datos de la empresa de consultoría The Competitive Intelligence Unit (CIU). Muy por encima del 9,3% de Claro Video, que en 2012 se convirtió en el primera plataforma OTT mexicana y alcanzó a tener más de una cuarta parte del mercado que paulatinamente ha perdido.

Netflix llegó a México en 2011 y  es el líder con 5,6 millones de suscriptores (70,1% del mercado), y con un potencial de crecimiento anual de 44,5%, según un informe de CIU. Otros operadores como MUBI, Fox Play, HBO GO y YouTube Red apenas alcanzan cada uno el 1% del mercado. 
El 22 febrero de 2016 Televisa lanzó Blim, en reemplazo de su desafortunada experiencia anterior llamada VEO, dirigida más a la renta de películas. La televisión abierta representaba hace unos años más del 80% de sus ventas, pero hoy en día solo representa el 33%. La fuerte crisis de la compañía de Emilio Azcárraga la ha obligado a concentrarse en su negocio de televisión de paga (Izzi) y en Blim, que después de un año ha sorprendido a muchos con sus resultados. 

Blim cerró 2016 con un catálogo de más de 20.000 horas (Netflix tiene 100.000) después de que en octubre anunciara un acuerdo para transmitir en exclusiva en América Latina contenidos de Telemundo y NBC Universal. La plataforma crece y hoy está disponible en 17 países. “Estamos seguros de que en México y luego en el resto de América Latina somos ya una opción relevante”, dijo a la AFP Carlos Sandoval, director general de Blim. 

Claro Video, su más cercana competencia, es la plataforma OTT de Carlos Slim. Fue la primera incursión  mexicana en este mercado. Ante la ausencia de contenidos, la empresa firmó durante sus primeros años varios acuerdos para ampliar su catálogo. Uno de los más importantes fue con la distribuidora de contenido DLA, subsidiaria de Disney Media Distribution Latin America.  

La compañía sabe que su gran ventaja está en aprovechar a sus suscriptores de telefonía móvil y fija para impulsar el crecimiento en el número de clientes, además de ofrecer los precios más bajos por suscripción. La plataforma crece en suscripciones, pero su participación en el mercado ha disminuido con la llegada de Blim. Su rezago, explica un funcionario de Blim, se debe a que no ha generado un número de producciones originales suficientes, ni cuenta con el márketing adecuado. Sin embargo, Claro Video ya está presente en 16 países. 
Klic de Cinépolis, la cadena de cines más grande de América Latina, es una de las plataformas más innovadoras y más promisorias, según Fernando Baruch, consultor en VideoSystems, Content Delivery Network(CDN) y plataformas OTT. A diferencia de las otras plataformas, la compañía tiene la posibilidad de ofrecer estrenos muy recientes. Además, hace poco hicieron la primera prueba para la transmisión de un evento deportivo de alto impacto, el clásico del fútbol mexicano. Klic hizo un acuerdo con el equipo Chivas de Guadalajara para el desarrollo y exhibición de Chivas TV. El canal ofrece, además de los partidos, horas de contenido extra (entrenamientos, entrevistas, detrás de cámaras, partidos antiguos). Algo parecido a lo que está haciendo exitosamente  la National Basketball Association (NBA) a nivel global.

 “El Video OTT en América Latina se ha desarrollado lentamente, pero veremos una mayor velocidad gracias a la participación de nuevos jugadores, principalmente proveedores de televisión locales y grupos de medios regionales que invertirán en servicios adaptados a los intereses del consumidor de cada país; todavía hay mucho más por venir”, dice Baruch. 

El contenido, la clave . El contenido es lo que más atrae a los usuarios, sumado a otros factores como precio y calidad, explica Efrén Páez, analista de Mediatelecom, Policy & Law. “El éxito de Blim explica de alguna manera cuál es el contenido que atrae a los usuarios. Por eso, el interés de  empezar con contenido propio, un contenido más específico para el usuario a quien está dirigido.”

Netflix se encontró con un gran obstáculo desde su creación: la autorización para transmitir contenidos dentro de su plataforma. La compañía decidió entonces convertirse en un gran creador de contenido. 

El éxito de sus series en América Latina y en el mundo como Stranger     Things, House of Cards o Narcos  incentivaron su primera realización en español: Club de cuervos, que ya va en su tercera temporada. En pocos días estrenará su segunda producción grabada totalmente en México: Ingobernable, una serie política. “La calidad de producción y guiones es muy superior a lo que se hacía antes”, explica Pedro García. “Esto está impulsando a los generadores de contenido para que abandonen los viejos paradigmas del melodrama mexicano, que solo llama la atención a un público de más de 35 años.” 

La reacción de las plataformas mexicanas a esa silenciosa intromisión de Netflix ha sido primero tratar de explotar sus ventajas: su catálogo de contenidos, en el caso de Blim; su base de clientes y su tecnología, en el caso de Claro Video; su acceso a producciones recientes, en el caso de Klic. Y segundo, crear su propio contenido, pero con mayor calidad, acercándose a creadores como Carlos Bolado o Gary Alasraki que antes solo tenían espacio en el cine para desarrollar sus proyectos. 

“Blim estrenó cinco series originales en 2016 y, aunque todavía parece no acercarse a los éxitos de Netflix, transitan en la dirección correcta”, dice Pedro García. Claro Video hace lo mismo y acaba de lanzar su segunda producción original: La hermandad. 

La nueva manera de ver televisión ha impulsado la creación de las generadoras de contenido y pequeñas productoras. “La distribución de contenido a través de OTT no es exclusiva de grandes operadores, sino de todo aquel que genere algún tipo de contenido que sea de interés para algún sector de la sociedad”, dice Fernando Baruch, experto en implementación de plataformas OTT. “Algo que ya se ha visto en otras partes del mundo y que muy seguramente se verá acá será la creación de plataformas OTT que reúnan a muchos de esos actores pequeños bajo un solo techo”. 

Para 2020, el valor del mercado de las plataformas superará los US$ 600 millones en México, y habrá superado a la televisión de paga, prevé Soonora.

“El 2017 marcará el año en que las plataformas OTT se consoliden en México. Poco a poco los usuarios van demostrando a las empresas que requieren de nuevas plataformas, que vayan de acuerdo con la tecnología disponible, y sobre todo de nuevos contenidos”, concluyó Fernando Baruch.  

Autores

Camilo Olarte