Esto se produciría en abril, en medio de las dificultades que pasa el sector, cuya producción cayó 33,8% en enero.
Desde hace varias semanas se ha especulado en algunos círculos de la industria automotriz que la Compañía Colombiana Automotriz (CCA) dejaría de ensamblar los vehículos de la marca japonesa Mazda.
También se ha llegado a rumorar que la firma abandonaría definitivamente el mercado nacional tras 30 años de operaciones y que más de 500 empleados serían mandados a vacaciones mientras en Japón se define el futuro de la ensambladora.
A esto se suma un difícil comienzo de año para la industria fabricante de vehículos y el fantasma del cierre de la operación de Michelin en 2013 (ayer miércoles, el ministerio de Trabajo dio luz verde para el despido colectivo de los empleados de las plantas de Cali y Sibaté, Cundinamarca).
De acuerdo con fuentes de la compañía, el próximo 30 de abril se dejarían de fabricar vehículos en la planta de Bogotá. Sin embargo aseguran que la marca no se va del país y que esperan que permanezca varias décadas más.
En este momento se están ensamblando cerca de 60 vehículos al día, lo que representa un empleo de apenas el 30% de la capacidad instalada. Hasta hace menos de una década se construían allí algunos modelos de automóviles Ford y Mitsubishi.
Por ahora, según manifestó recientemente a algunos medios el presidente de la CCA, Fabio Sánchez, la decisión sobre el futuro de la planta depende en gran parte de las determinaciones que tomen los directivos de Mazda Corporation en Japón.
Según los más recientes estados financieros de la compañía, publicados en su página de internet, una de las prioridades dentro de sus planes de reforma estructural consiste en reforzar los negocios en mercados emergentes. Parte de esta estrategia estuvo enfocada en fortalecer la producción del Mazda 3 en la planta de México.
“El sector automotor es el 4% del PIB. Este porcentaje incluye más de 25.000 empleos entre ensamblaje de vehículos y autopartes. Acá hay una crisis estructural que viene desarrollándose, sumada a una pérdida de participación de la industria en el mercado (15 puntos en menos de cinco años)”, aseguró la directora de la Cámara Automotriz de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), María Juliana Rico. Tan sólo en el primer mes de 2014 la industria de vehículos se contrajo 33,8%, según el DANE.
En cuanto a la situación por la que atraviesa la CCA, Rico comentó que “hace más de año y medio la empresa viene en condiciones de uso deficiente de la capacidad instalada. Van a enviar a algunos trabajadores a vacaciones el próximo 1º de abril”. Comentó que mientras se define en Japón lo que va a pasar con la ensambladora de Colombia, el mercado interno se atendería con importaciones desde ese país e incluso de México. “Con esto, cerca de 60 proveedores de autopartes van a ver afectada su producción. La gran mayoría ha acompañado a Mazda”.
“A la caída del 20% anual en materia de producción (de vehículos) al corte de diciembre de 2013, se suma el posible cierre de la planta de ensamblaje que tiene en el país la firma japonesa Mazda. Aquí, los problemas industriales del sector están claramente identificados y se pueden resumir en elevados costos de transporte que deben asumir las ensambladoras por falta de una infraestructura multimodal eficiente y la ubicación subóptima de las plantas en el interior del país; unos volúmenes de producción por planta muy bajos, diseñados para suplir el pequeño mercado local; elevados costos energéticos, y un elevado costo laboral unitario”, señaló la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) en un reciente documento.
Pese a este panorama, la ANIF sostiene que la comercialización de automóviles en el país se ha mantenido “relativamente estable y presenta favorables perspectivas de mediano plazo. Los últimos años han mostrado que las ventas totales de vehículos se sitúan alrededor de las 300.000 unidades, donde más de dos terceras partes son importadas. Dichos niveles deberían mantenerse para 2014”. No obstante, la producción automotriz continuaría por una senda decreciente, lo cual la llevaría a contraerse 3,1% al cierre de este año.