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Crece demanda de aviones ejecutivos en Colombia y Embraer busca subir su participación
Viernes, Julio 14, 2017 - 10:23

Esto, en el marco del comienzo de la mayor feria aérea de Colombia, F-Air, cuyas expectativas de negocios para este versión ascienden a US$70 millones.

Este jueves arrancó F-Air, la mayor feria aeronáutica del país. El evento ha tenido una evolución interesante en sus ocho ediciones, pues, si bien arrancó siendo más una exhibición aérea, hoy es la mayor rueda de negocios del sector aeronáutico. (Lea “'Colombia es un referente en seguridad aérea mundial”')

La feria, que tradicionalmente se ha realizado en Rionegro (Antioquia), espera contar con 55.000 visitantes este año y agrupa a 98 expositores, 25 de ellos internacionales, que representan a 11 países, según cuenta el coronel Édgar Sánchez Canoso, subdirector de la Aerocivil y quien maneja el evento.

En esta edición, la expectativa de negocios de la feria es de US$70 millones. Esta cifra comprende un amplio abanico de actividades del sector como academias de vuelo, servicios para aviación comercial y militar y, claro, venta de aeronaves.

Uno de los sectores más interesantes en este último punto son los aviones ejecutivos, que típicamente son de uso corporativo. Colombia es el quinto país con mayor flota de este tipo de aviones en Latinoamérica y es uno de los mercados con mayor demanda de jets en el mundo: sólo el año pasado, la aviación ejecutiva colombiana registró un crecimiento del 15 %.

“Colombia es muy importante para nosotros por varios factores; principalmente, por la estabilidad de su economía. La aviación y la seguridad económica son dos cosas que van de la mano y, desde esta óptica, esperamos crecer en el mercado local y llegar a vender entre tres y cinco jets ejecutivos por año”, dice Gustavo Texeira, vicepresidente de ventas para Latinoamérica de Embraer. 

Como parte de F-Air, la compañía brasileña trajo, por primera vez al país, el Legacy 450, su aeronave más moderna en la línea de aviación ejecutiva, pues cuenta con tecnología de última generación (cabina completamente digital y sistema de vuelo fly-by-wire, entre otras características), que la pone a la par de modelos comerciales como el Airbus A350. 

De acuerdo con cifras de la Aerocivil, en el país hay 1.246 aeronaves no comerciales con registro de aeronavegabilidad vigente. En esta categoría caben todos los aviones que vuelan al servicio de privados. Embraer estima que, entre esta flota, hay unos 50 jets ejecutivos que están en servicio en Colombia.

La apuesta de Embraer es quedarse con el 30% de este mercado, que estima seguirá creciendo. “Buena parte de la flota de aviación ejecutiva en Colombia podría considerarse vieja. Calculamos que el 65 % de este tipo de aviones tiene más de 10 años. La necesidad de renovación es una oportunidad para nosotros con modelos como el Legacy 450, que podríamos llamar de tamaño mediano, pero con autonomía suficiente para hacer un vuelo Bogotá-Chicago o Bogotá-Sao Paulo”, dice Texeira. 

Los principales competidores de la empresa brasileña en la aviación ejecutiva, tanto local, como globalmente, son Dassault, Bombardier, Gulfstream y Cessna. 

La relación de Embraer con la industria aeronáutica en Colombia es estrecha. La compañía brasileña no sólo tiene presencia en el sector comercial (con aviones en Satena y en lo que antes era Aero República), también es uno de los proveedores estrella de la Fuerza Aérea, que emplea aeronaves como los Tucano y Supertucano.

Para esta edición de F-Air, el coronel Sánchez destaca la participación de dos equipos acrobáticos de primer nivel, uno de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y Fumaca, de la Fuerza Aérea de Brasil.

Durante la feria, Embraer espera poder entablar conversaciones que lleven a la venta de un Legacy 450. No es una decisión que se toma a la ligera, pues el costo base de la aeronave, con capacidad máxima de ocho personas y acabados de lujo, es de US$17 millones.

“El precio de uno de estos aviones es asumido por las compañías como una inversión: dinero que le ahorra tiempo valiosísimo a sus ejecutivos. No es sólo un lujo. Se trata de una medida de eficiencia logística, principalmente. Y esto tiene mucho sentido para las empresas que buscan expandir sus operaciones en la región. Esto les interesa a muchos empresarios en Colombia”, finaliza Texeira.

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ELESPECTADOR.COM