Autoridades de la estatal eléctrica hondureña conocieron que la oferta y la demanda de energía alcanzaron en 2013 el punto de equilibrio estable, lo que requería acciones urgentes para aumentar la disponibilidad.
La crisis energética en Honduras era inevitable para 2014.
Los desaciertos de los gobiernos en los procesos de contratación directa y de licitación pública de energía ahora pasarán factura a los 1.529.097 abonados de la estatal eléctrica.
El Heraldo advirtió el pasado 2 de enero que Honduras estaba a las puertas de los racionamientos eléctricos porque la ENEE estaba en su equilibrio estable, lo que técnicamente significaba que la oferta de energía estaba igual que la demanda.
La disponibilidad de energía en el sistema interconectado nacional era de 1.270,8 megavatios a diciembre de 2013 y la demanda de 1,250,1 megavatios. Por su parte, la capacidad instalada era de 1.806,4 MW, la que debería contar con un 10% de reserva, o sea 180,6 MW, para cubrir cualquier situación o imprevisto en el sistema.
Los expertos consultados coincidieron que de no tomarse las acciones necesarias de parte de las autoridades de la estatal eléctrica se estaba a las puertas de los apagones.
Esas advertencias no fueron tomadas en consideración por las autoridades del gobierno del presidente Juan Orlando Hernández y quizás el punto más importante en la agenda energética de la presente administración era la renegociación de seis contratos térmicos que vencieron el pasado 25 de enero y la aprobación de 600 MW de energía renovables, a finales de junio anterior.
Crisis energética. Los problemas en el suministro de energía para este año eran del conocimiento de las autoridades de la ENEE, de acuerdo con lo declarado por generadores privados. Agregaron que ellos expusieron al gerente de la ENEE, Emil Hawit Medrano, el comportamiento observado en la generación, pero al final no se adoptaron las acciones pertinentes.
Para febrero pasado, las autoridades de la estatal eléctrica sabían que habría un desfase en el parque térmico por la no renovación de los contratos, pero no se tomaron las medidas oportunas sino que se tomó la opción de comprar energía en el mercado regional, principalmente Guatemala y Nicaragua.
A lo anterior se suma que el nivel de la represa “El Cajón” había observado un drástico descenso y, por ende, la generación había caído a 260 MW a diciembre de 2013, llegando a 232 MW en la actualidad. Sin embargo, lo que vino a desnudar la crisis energética en el sistema interconectado nacional es la salida de 143 MW con bunker de dos plantas -Elcosa y Lufussa-, las que enfrentan problemas para importar bunker por la elevada mora que tiene la estatal eléctrica.
Ante ese señalamiento el gerente de la ENEE, Emil Hawit Medrano, respondió a este medio de comunicación que “buscar responsables es como decir quién es el responsable de la crisis alimentaria por la sequía”.
Subrayó que “el problema directo es el fenómeno El Niño, la prolongación de la falta de lluvias y las altas temperaturas”. Hawit Medrano, quien viene ocupando la gerencia de la estatal eléctrica desde el 5 de mayo de 2012, declaró a comienzos de este año que prefería los racionamientos que comprar energía térmica, en alusión directa a los propietarios de las plantas que vencieron sus contratos en enero pasado y de la cual Lufussa I, 39.5 MW, no fue renovada por lo oneroso del kilovatio hora generado con bunker.
Parque eléctrico. La capacidad instalada del sistema interconectado nacional ha experimentado un ligero crecimiento a pesar de la enorme cantidad de proyectos aprobados en los últimos tres gobiernos.
En el período 2001-2009, la capacidad instalada aumentó de 1.044,8 a 1.605,8 MW, con un incremento de 561 megas, lo que se explica por la incorporación de 410 MW procedente de dos plantas ubicadas en Choloma, Cortés y San Lorenzo, Valle. Ambos proyectos fueron contratados en el gobierno nacionalista de Ricardo Maduro y son considerados las plantas térmicas con los precios más baratos en el sistema de la ENEE, ya que el costo actual por kilovatio hora oscila entre 13.50 y 14.50 centavos de dólares.
En 2007, siendo presidente el liberal Manuel Zelaya Rosales, se declaró emergencia energética para la compra directa de 305 MW con carbón mineral, de los cuales solo dos proyectos fueron aprobados, los que aportarían 205 megas. Solo uno, que eran plantas propiedad de la ENEE -Sulzer y Alsthom- con una capacidad instalada de 55 MW, está en operación, pero la generación apenas es de 20 MW.
De 2010 a 2013, la capacidad instalada del parque eléctrico pasó de 1.610,3 a 1.747.9 MW, o sea 137.6 megas adicionales. Lo anterior se debió a la entrada en funcionamiento del parque eólico Cerro de Hula, el 28 de septiembre de 2011, con una capacidad instalada de 102 MW y al que en la actualidad se incorporan 30 MW adicionales. Sin embargo, el gobierno anterior adjudicó en octubre de 2011 un contrato de 100 MW a la firma de consultoría estadounidense Wesport Finance LLC, proyecto dual con bunker y gas licuado natural, que resultó un fracaso.
Esa falta de cumplimiento en el programa de generación de la ENEE es lo que obliga al gobierno de Honduras a buscar energía en los países vecinos y así evitar que los racionamientos se extiendan por largas horas. La demanda actual en horas pico llega a 1.375 MW y la disponibilidad en el sistema roza los 1.250 megas.
