Pasar al contenido principal

ES / EN

Eje Cafetero en Colombia toma fuerza en turismo
Jueves, Septiembre 29, 2011 - 13:43

Esta semana se presentó en el Congreso Nacional de la Hotelería Colombiana "la ruta el Eje Cafetero", atracción que permitirá que los turistas puedan hacer turismo de pequeña escala en contacto con los productores agrícolas nacionales y sus actividades.

Bogotá. Durante el Congreso Nacional de la Hotelería Colombiana se promocionó el Eje Cafetero como uno de los destinos turísticos del país que está tomando fuerza, no sólo por la gran variedad de hoteles que hay en la región sino por la innovación gastronómica representada en la creatividad para servir platos típicos y en la flexibilidad para crear platos nuevos mezclando alimentos netamente colombianos con sabores internacionales.

"El turista que llega al Quindío se llevará muchas sorpresas agradables, tendrá la oportunidad de iniciar con unos desayunos campestres inolvidables, continuar con las famosas medias nueves en una oferta de empanadas quindianas, empanadas de cambrai llenas de un rico dulce de guayaba, patacones con hogao, chorizos con arepa quindiana, papas rellenas y otras opciones para la ocasión", es una de las recomendaciones que hace Cotelco Quindío.

Por restaurantes, la propuesta que hace Cotelco es variada. A los turistas les recomiendan a la hora del almuerzo ir al hotel Bosques de Cocora en Salento y comerse una trucha al ajillo; o en la Fogata un cochinillo adornado con sabaletas fritas.

"Un churrasco de la Estación Paraíso en la vía al aeropuerto; una bandeja paisa del Roble; un 'sudao montañero' del hotel Karlaká; o el inimitable 'bitute' del parque Recuca".

Raymond Prada, consultor y conferencista especialista en marketing y estrategia competitiva, asegura que la innovación en gastronomía debe contemplar la manera creativa de servir los platos, por ejemplo, "unos fríjoles paisas, pero hacerlo distinto: se puede diferenciar en la decoración del lugar, en un toque especial de la fórmula, en los acompañamientos y en la calidez del servicio, entre muchas otras opciones abiertas a la creatividad".

Prada señala que hay que ser flexibles al cambio, "aún en un restaurante típico habrá turistas que deseen platos internacionales básicos como por ejemplo un baby beef (corte de lomo de res asado), un filete de pollo con champiñones, etc.

Aquí se puede aplicar a la creatividad dándole un toque típico a gusto del cliente, por ejemplo, acompañar el baby beef con porción de fríjoles".

Autores

ELESPECTADOR.COM