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El activo negocio de los autos indocumentados en Bolivia
Domingo, Mayo 4, 2014 - 18:15

Uncía, en el norte de Potosí, es el centro neurálgico del negocio “chutero”, es decir, de los autos sin documentos. La actividad debió trasladarse, ya que su antiguo lugar de Challapata fue intervenido por la policía.

La Paz. “La frontera está abierta, hay libre acceso de autos”. “Tenemos carros con y sin papeles”. “Si gusta, nosotros mismos se lo llevamos a Cochabamba”. Son algunas ofertas que hacen los vendedores de autos indocumentados (chutos) en el pueblo de Uncía, en el norte de Potosí.

Y es que esta población, capital de la provincia potosina Rafael Bustillo, se ha convertido en el nuevo centro de operaciones de los chuteros (contrabandistas de vehículos indocumentados), luego de que la población orureña de Challapata fuera intervenida el 9 de octubre de 2012, en un operativo policial-militar que dejó dos fallecidos, para controlar el ingreso ilegal de este tipo de motorizados al país.

“Este Noah modelo 1999 vale US$4.800, pero tengo otro Toyota Hi Lux 2000, eso se lo vendo en US$5.200s”, ofrece un comerciante en el sector La Orilla, una especie de playa al ingreso a la población donde se comercializan estos vehículos.

Otro chofer-comerciante le pone precio a un Toyota Noah modelo 2000 en $us 5.000. Consultado sobre qué documentos tiene del coche, responde: “Tengo el papel de expedición de la Aduana de Iquique, Chile, es es el único documento que todos tenemos en este lugar”. 

El mismo comerciante ofrece la siguiente opción: “Si quiere con placas, roseta de inspección de tránsito, el SOAT (Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito), tercera placa, el sticker del B-Sisa y logos de taxi, también le damos todo por 1.000 bolivianos más. Así cuesta el juego”.

El ingenioso chutero explica que las placas son “gemeleadas”, es decir, son de otro carro que está en otra región del país, pero que tiene la marca, modelo y todas las características similares del vehículo. “Solo en caso de accidente le pueden pillar”, afirma. 

Para salir por las trancas sin problemas, aconsejan que en Llallagua, a siete minutos en taxi desde Uncía, hay tiendas donde colocan adhesivos para “vestir” el motorizado con todos los accesorios para pasar libremente los controles en las carreteras.

Los negociantes recomiendan que ésa es la forma más segura de transportar el motorizado hasta el lugar que uno desee.

 Los principales mercados son el Chapare (Cochabamba), Yungas (La Paz) y Santa Cruz. Sin embargo, otras personas aseguran que se puede viajar por carreteras alternas como Chayanta y San Pedro, por donde no existe ningún control.

El auto preferido por los clientes es el Toyota Noah de seis pasajeros, aunque hay otros modelos como el Ipsum, Caldina y Espacio. Son requeridos para el transporte de pasajeros, empero, también hay vehículos Mitsubishi y Nissan.

Otro comerciante sorprende con su oferta de una camioneta Toyota Tundra modelo 2011, con placas gemeleadas, a solo $us 11.000, lo que en el mercado legal vale entre $us 30.000 y $us 35.000. “Eso también se lo podemos llevar por 100 dólares hasta La Paz o Cochabamba”, plantea. 

La mayoría de estos automóviles transitan libremente en Uncía y hacen servicio de transporte público a diferentes comunidades.

Autores

LaRazón.com