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Entérese cómo afecta el conflicto en Ucrania en el precio del petróleo
Miércoles, Mayo 7, 2014 - 15:39

Los precios del crudo podrían repuntar si Rusia le corta el suministro a Europa, y ya se apreció algo similar en varias ocasiones con la Primavera Árabe de 2011.

Sala de Inversión. Hasta el momento, en el conflicto de Ucrania, se han visto diferentes intentos de los gobiernos occidentales, con EE.UU. a la cabeza, de persuadir a Rusia con sanciones para que se abstenga de echar más leña al fuego tras la anexión de Crimea.

Sin embargo este conflicto se convierte en un peligro a gran escala o incluso en una guerra civil entre los pro-rusos del este y los pro-europeos del oeste, la comunidad internacional va a vivir una situación delicada, sobre todo porque este conflicto va a enfrentar a los viejos enemigos de la guerra fría.

Si aumenta la tensión, evidentemente las sanciones serían más duras, ya que se intentaría reducir la operativa habitual de Rusia y sus oligarquías en el mercado e infligir así un daño mayor a la economía de un país que ya está sufriendo las consecuencias de una reducción de su actividad económica. Rusia sería el más afectado junto con Ucrania, que está pagando los años de gestión deficiente y de corrupción. Si se produce alguna interrupción en el suministro de gas, muchas economías europeas sufrirían un fuerte batacazo por el aumento de su precio a pesar del amplio volumen de suministro con la reducción de la demanda por la temporada estival.

Hasta el momento, en los mercados de materias primas, hemos visto sobre todo una reacción en el oro, el crudo, el trigo y el níquel ante los problemas que hay en Ucrania. El oro dejó entrever algunos volúmenes de compras como refugio, aunque por el momento el soporte solo ha aguantado algunos días hasta que aparecieron las ventas. El trigo ha contado con el soporte que le confiere la preocupación por los recortes en la producción este verano en la región del Mar Negro, que resulta clave para la exportación, junto con la preocupación por las condiciones meteorológicas en las llanuras meridionales de los EE.UU.

El petróleo ha reaccionado ante la preocupación por la interrupción del suministro si Rusia le cierra el grifo a Europa como represalia por las sanciones. En tanto, el níquel ha reaccionado a las mismas probabilidades de que se produzcan interrupciones en un momento en que ya se estaba dibujando un rally contundente como reacción a una prohibición de la exportación por parte de Indonesia, el mayor productor del mundo.

Los precios del crudo podrían repuntar si Rusia le corta el suministro a Europa, y ya lo vimos en varias ocasiones con la Primavera Árabe de 2011, ya que unos precios del petróleo por encima de los 120 dólares/barril tienen un impacto negativo sobre el crecimiento global. Pero un movimiento como este sería toda una sorpresa y resultaría absolutamente contraproducente para Rusia, que recibe ingresos descomunales de su petróleo por parte de Europa.

La dependencia entre Rusia y la antigua Unión Soviética y Europa ha aumentado con los años, sobre todo respecto al crudo y al gas. Vale recordar que, durante los peores años de la guerra fría, el petróleo no se usó nunca como arma entre ambos bandos, por lo que el riesgo de que se produzca algo así es relativamente reducido.

A pesar de que el mundo está centrado sobre todo en el riesgo de que aumente el precio del petróleo, esta historia tiene otra faceta que podría cambiar las perspectivas por completo. En 1986, Arabia Saudita cejó de golpe en su empeño por mantener los precios del petróleo estables después de que Rusia incrementara la producción de petróleo por su propia cuenta. Como consecuencia, Arabia Saudita tuvo que reducir la producción para mantener los precios estables.

Cuando comenzó a incrementar la producción en 1985 y 1986, los precios se derrumbaron desde cerca de 30 dólares/barril hasta tocar fondo en los 10,50 dólares/barril en marzo de 1986. La consecuencia fue una caída masiva de los ingresos para la Unión Soviética, un factor que sin duda tuvo su peso en la desintegración de URSS cinco años más tarde, en 1991.

En estos momentos existe una situación similar, ya que EE.UU. cuenta con inventarios récord de crudo en el mercado por la puja del petróleo de esquistos en los últimos cinco años. Además, a esta situación se añade el hecho de que la Reserva Estratégica de Petróleo, con un precio medio de US$30, cuenta actualmente con casi 700 millones de barriles. Este organismo se constituyó tras la crisis del petróleo de los 70 para garantizar que se contara con reservas para un mínimo de 90 días de importaciones en caso de interrupción del suministro. En la actualidad, la Reserva tiene un volumen mucho mayor del necesario, ya que tanto el consumo de EE.UU. como las importaciones están cayendo.

El gobierno estadounidense prohíbe desde 1979 la exportación de crudo y si el Congreso decide retirar la ley, y podría convertirse en un gran exportador de petróleo, sobre todo si tenemos en cuenta el volumen de petróleo al que se podría acceder actualmente con petroleros a través del Golfo de México.

Si EE.UU. reanuda las exportaciones, afectaría al mercado global de petróleo que ya está experimentando un aumento mayor de la oferta que de la demanda y no es muy difícil prever una caída de más de 25 dólares. Un movimiento así traería consecuencias en todo el mercado global de petróleo y podría tener los mismos efectos sobre Rusia que los sufridos por la antigua Unión Soviética con las decisiones de Arabia Saudita en 1986. Ante esta situación, nos parece muy improbable que alguna de las partes de este conflicto vaya a recurrir al “arma del petróleo”.

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Sala de Inversión