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Entrevista a Baruch Ivcher, presidente de Productos Paraíso: "Hay que tener confianza en el Perú"
Martes, Noviembre 28, 2017 - 13:28

Tras vender Frecuencia Latina, el empresario de origen israelí Baruch Ivcher se dedica a tiempo completo a Productos Paraíso. Con 75 años de edad y más de 40 años haciendo empresa en el Perú, Ivcher es uno de los últimos representantes de una generación de hombres de negocios que vivieron diversos momentos en el país, que incluyen dictadura, hiperinflación y bonanza económica. Conversamos con él sobre la coyuntura política y económica local.

La fábrica de Productos Paraíso, ubicada en el Callao, es una de las pocas excepciones al denominador común de las empresas industriales en el Perú.  No hay una gota de aceite o un tornillo sobre el piso en sus más de 130.000 m2. Entre decenas de máquinas de última generación transitan trabajadores con ropa limpia y adecuadas medidas de seguridad. El propio Baruch Ivcher nos recibió y ofrece mostrarnos –a bordo de un pequeño vehículo similar a los que se usan en el golf y que él mismo maneja– cada uno de los ambientes de la fábrica, que cuenta con más de 1.400 trabajadores, algunos de los cuales llevan en la empresa más de 40 años.

Durante el recorrido, el empresario, que llegó al Perú a fines de los años 60 y que es abogado de profesión, saluda a varios empleados por su nombre, bromea y repite constantemente con orgullo que en su compañía de colchones y plásticos la integración es vertical. Además, da detalles técnicos sobre sus máquinas y los procesos. “Producimos desde la espuma hasta los resortes. Lo único que no hacemos es el alambre y la madera”, dice. “Todo con alta tecnología y precisión. Tenemos los laboratorios de plástico más avanzados de América Latina. Hay procesos que son automatizados y seguimos invirtiendo en ello y en ampliar la capacidad de la fábrica, pues mi meta es exportar a Estados Unidos en breve plazo”.

Hoy Paraíso produce 80.000 colchones de resortes al mes, casi un millón al año, y estima que en febrero de 2018, tras la ampliación de su capacidad, llegará a los 125.000 mensuales. De momento, sus productos ya llegan a Bolivia, Chile y Colombia. Luego de más de tres horas de recorrido por la planta, Ivcher, que casi nunca da entrevistas, nos da dos horas más para conversar de Paraíso y sus planes, y el Perú y su coyuntura.

- ¿Cuánto ha invertido en automatizar su planta?

US$60 millones en los últimos tres años. Todo ello para asegurar la garantía de nuestros productos y mejorar y mantener nuestra calidad. Ojo, también estamos construyendo una nueva nave para aumentar nuestra producción. Eso costará US$ 5 millones.

- ¿Cuánto estima facturar este año?

Entre US$ 160 millones y US$ 170 millones. En los años 90 para este año proyectábamos facturar entre US$ 250 millones y US$ 300 millones, pero la persecución de Vladimiro Montesinos y Alberto Fujimori contra Productos Paraíso no lo permitió.

- Usted ha sido toda la vida un hombre de negocios. ¿Cuál es su opinión respecto del clima de negocios en el Perú hoy?

No es bueno. Con el gobierno actual la esperanza era extraordinaria. No obstante, el presidente Pedro Pablo Kuczynski escogió un gabinete de ministros que no cumplió con las expectativas. De otro lado, el mercado mundial no ayuda. Los precios de las materias primas están subiendo de manera increíble. Por ejemplo, la tonelada de un insumo que utilizamos para elaborar la espuma costaba hace tres años
US$ 1.400 y hoy está en US$ 6.000. Otra que en diciembre de 2016 costaba US$ 1.200, hoy está en US$ 1.800 la tonelada. El clima ya venía difícil en un contexto en el que no se crean más puestos de trabajo y los ingresos no suben, y con el actual gobierno esperábamos que todo fuese mejor, pero no fue así.

- Hablemos de competitividad. El Perú ocupa el puesto 72 entre 137 países en el Informe Global de Competitividad 2017-2018 que elabora el Foro Económico Mundial, cinco puestos menos que el año pasado. ¿Usted ve un norte en cuanto al desarrollo de la competitividad en el país. ¿Cómo impulsar la industria en el Perú?

Voy a responder de esta forma: estamos esperando el norte. Ojalá que venga. Hasta ahora solo hemos escuchado promesas preelectorales. Lamentablemente vemos que hay una amnesia después de las elecciones. Hubo ministros, que gracias a Dios ya se han cambiado, que venían con un grupo de personas que no estaban favoreciendo al clima de negocios del Perú.

El inversionista o empresario necesita confianza en todos los gobiernos de turno, con reglas claras. Lamentablemente, en los últimos años, cada gobierno ha tratado de forma diferente a cada sector
empresarial. Esto ha causado mucho daño y ha evitado que se desarrollen muchos proyectos. Es negativo que los gobiernos tengan ideas diferentes, realizando malas prácticas, sin transparencia y que afectan los proyectos empresariales que están ahora gestándose y los que pudieran venir. En conclusión, para que el país camine bien deben haber reglas claras que se respeten para todos y sin discriminar a ningún sector. Todos deben competir en igualdad de condiciones. El gobierno y el Congreso deben promover estás políticas empresariales.

- ¿Cuáles son las mayores trabas para invertir y hacer empresa en el país?

Primero, no hay confianza. Hemos tenido a Toledo y a Humala. Tuvimos gran esperanza en el gobierno actual y solo en el primer año de su gestión ya hemos visto hechos vergonzosos y dificultades al punto que se ha perdido la confianza también ahora. Segundo, la gran burocracia que impera. Hay muchas trabas para hacer empresa. Es muy costoso en cuanto a tiempo y tramitología. Por eso muchos toman el camino de la informalidad. Ojo, ese no es el objetivo de hacer empresa. El que quiera hacer empresa debe ir por la vía formal. No obstante, debería ser menos engorroso el ir por esa vía.

- Tiene varias décadas de experiencia en la industria peruana. ¿Cuáles han sido los tiempos más difíciles para usted?

Fundamentalmente dos. Primero, los meses antes de tener que escapar del Perú, a partir de 1995, cuando Montesinos y Fujimori empezaron a perseguirme. Luego, cuando retorné en diciembre de 2000. Fue muy difícil recuperar las empresas que había dejado (Frecuencia Latina y Productos Paraíso) y que tenían muchos problemas financieros como consecuencia de la persecución de la que fui víctima.

- ¿Y el primer gobierno de Alan García y la hiperinflación?

El primer gobierno de García fue terrible y desastroso; el segundo, una maravilla.

- Llamó mucho la atención que vendiera Frecuencia Latina, luego de todo lo que pasó por recuperarla tras ser expulsado del país durante los 90. ¿Por qué lo hizo?

Llegué a detestar el canal. Mi familia sufrió mucho porque mantuve una línea editorial independiente. Entrar a ese negocio fue uno de los peores errores de mi vida, pues yo soy demócrata desde nacimiento, soy abogado y en la universidad me enseñaron que todas las cosas pueden decirse.

Cuando llegué al Perú y no sabía ni media palabra de español, me decían que tenía suerte de que la gente del gobierno del general Velasco Alvarado no me entendiera, porque si no me iba preso o me echaban del país. Era la primera vez que veía una dictadura. Cuando tuve el canal nunca jamás intervine en el trabajo de los periodistas. En lo único que participaba era en aprobar o no las contrataciones, y luego de contratarlos no los veía casi nunca. No obstante, cada ministro pensó que cada nota que salía en los noticieros era orden mía.

- ¿Me está diciendo que no participaba de la línea editorial de Frecuencia Latina?

Así es. Al punto que lo que hacían los programas políticos lo veía cuando lo transmitían. Lo curioso es que yo no sabía nada del negocio y por eso durante los primeros meses, después de comprar acciones del canal, fui a aprender sobre la gestión de un medio de comunicación a otros países. Luego de ello cambié totalmente la programación. Nunca fui a competir con un programa exitoso del mismo tipo en el mismo horario en otro canal. Y a los 15 meses estuvimos en el primer lugar. “Te respeto”, me dijo Nicanor González, que en paz descanse. Él fue quien salió la primera vez a hablar sobre este “colchonero”. También nos seguía después muy bien Genaro Delgado Parker.

- ¿Por qué se metió al negocio de la TV?
Por error. Un día me ofrecieron el canal y dije no. Pero al día siguiente pensé que al tener una empresa con miras a exportar (Paraíso) a través de la televisión podría promocionar mejor la industria. No vamos a entrar en detalles, pero en ese momento todos querían vender y yo no conocía a Samuel ni a Mendel Winter, que también eran accionistas de Canal 2. Me acerqué a ellos y les pregunté si querían salvar su dinero y así empezó mi tragedia con ellos. Pero te repito, fue mi gran error en la vida ingresar a la TV porque mi familia sufrió mucho. Me atacaron muchísimo.

- Ahora está metido de lleno en Paraíso. ¿Cuáles son sus planes? ¿Entrará a otro negocio?

Otro negocio no. Quiero hacer crecer a Paraíso. Estamos ampliando la fábrica y mi sueño es exportar a Estados Unidos y Europa en dos años. La calidad que tenemos hoy es de primera. La fábrica estará lista para exportar en los próximos cinco o seis meses, pero no creo que logre conquistar esos mercados tan rápido. Por lo pronto, ya exportamos a Bolivia, Chile y Colombia.

- Usted fue perseguido en el gobierno fujimorista, pero también estuvo en una lista de personalidades seguidas por Inteligencia en el gobierno de Humala…

Durante tres años fui perseguido por la dictadura fujimontesinista. Me quitaron la nacionalidad peruana y el canal. Luego de una muy dura lucha ante organismos y cortes internacionales, recuperé mis derechos. Y sí, fui incómodo para el gobierno de Humala, pero fue por la línea editorial del canal. Humala fue Nadine y la cuenta corriente. El país no les importaba. Antes de la segunda vuelta (en 2011) Humala, su esposa y Daniel Abugattás me visitaron en el canal. Los recibí en el directorio con todos los jefes de todas las áreas periodísticas. Allí Humala me dijo “confía en mí”. Le respondí que su plan de gobierno depositado en el JNE era prácticamente un plan chavista de cómo quitarme el canal y la fábrica también. A ello me dijo que ya tenía la hoja de ruta para gobernar. Le respondí: “Mira, Ollanta, si tú vas al JNE y cambias el plan chavista por la hoja de ruta, yo voto por ti y voy a gritar en las calles que voten por ti”. Daniel Abugattás habló también durante la reunión, pero Nadine casi no abrió la boca. Ni me di cuenta de su presencia y luego vimos que ella era la que manejaba todo. Humala salió entre sonrisas y abrazos, pero imagino que disgustado porque el canal no lo apoyó. Peor aún, cuando Humala visitó a Chávez y este le dio todo su apoyo, no volví a ver ni a Humala ni a Nadine nunca más, pero los periodistas del canal sacaron siempre la ropa sucia de Nadine en los programas y para ellos fui yo.

- Han sido liberados cabecillas terroristas tras cumplir sus sentencias. Usted fue blanco de atentados. ¿Qué opina de ello?

El Perú es uno de los muy pocos países que libera a los sentenciados a pesar de que estos no han pagado la reparación civil impuesta por el Poder Judicial y no tiene tampoco las herramientas para
cobrar. El encarcelado termina la fecha, sale y escupe en la cara de todos los peruanos. ¿Qué pienso yo de los terroristas? [Diego] García Sayán y los “caviares” nos han dicho que sus actos ya fueron pagados. Yo solo digo que tengo miedo que el terrorismo empiece nuevamente a dañar al Perú y a su población. Hay muchos proterroristas metidos en las universidades y ahora en colegios. Transmiten su ideología a sus alumnos y mayormente en el interior del país.

- ¿Habiendo sido broadcaster, qué comentario tiene sobre el rol de la TV en la sociedad peruana?
Gran parte no cumple el papel que debe. Hay mucho sexo y violencia. Existe una ley que prohíbe lo que pasan en horario infantil, pero no se cumple. Además, no están produciendo como antes. La línea editorial casi no existe. Creo que es de suma importancia tener periodistas de categoría y credibilidad.

Lamentablemente, la nueva administración de Latina, por ejemplo, sacó a todos los periodistas que se contrataron cuando yo era el dueño. Lo que me da gusto es que la gran mayoría de ellos están en las pantallas de otros canales destacando por su imparcialidad. No obstante, aún Latina tiene programas buenos. Claro, se trata de programas que antes tenían 40 puntos y hoy tienen solo 12. Y ello ocurre hoy en día Netflix, la TV por cable y la gran cantidad de programas en internet hacen que cada vez menos personas vean los canales de señal abierta. En conclusión, los jóvenes no están viendo TV peruana y, si la ven, es lo mismo que leer el Trome.

- ¿Qué opina del manejo de Latina ahora en manos de Enfoca?

No quiero opinar mucho sobre eso. Lo que sí quiero decir es que me da mucha pena que talentos, en los que se invirtió mucho esfuerzo y dinero, fueran sacados y hoy estén en otros canales. Por otro lado, cada pueblo tiene su historia. Canal 2 es parte de la historia del Perú. El coche bomba y lo que le hicieron Montesinos y los Winter y las montañas de billetes que vimos que se entregaban a broadcasters fueron hechos nefastos. A mí me ofrecieron dinero a cambio de someter la línea editorial del canal. En enero de 1997 vinieron Alberto Pandolfi y Víctor Joy Way a mi oficina y me ofrecieron US$ 19 millones para censurar al programa Contrapunto. Me negué y desde allí Montesinos empezó a perseguirme a mí, a mi familia y a Canal 2. Recuerden que Roxana Cueva fue la primera que empezó con la caída de Montesinos.

Ella fue, con su reportaje, la que enseñó los documentos de la Sunat de Montesinos. Así, un 19 de setiembre de 1997, Montesinos, en complicidad con los Winter y a través de jueces y fiscales, entraron al canal. Hoy los administradores de Latina no recuerdan ni mencionan esas fechas y hechos históricos. Es más, si van a los archivos de Latina, hoy no van a encontrar nada de la orgullosa historia de este canal. Y digo orgullosa historia porque si este canal no empezaba con la lucha por la democracia, hoy quizá Montesinos y Fujimori seguirían en el poder. El único canal que luchó contra eso fuimos nosotros. Ningún otro lo hizo y otros recibieron montañas de dinero. Eso no aparece ni en la historia del canal en su web ni en Wikipedia. Ni la lucha contra el terrorismo, ni los nombres de los periodistas que murieron.

¿Ha conversado con la actual administración de Latina al respecto?

Hablé con Jesús “Suso” Zamora –actual administrador del canal– hace unas semanas, para hacer un recordatorio de los 20 años de la toma del canal por parte de Montesinos y los Winter, pero no obtuve respuesta. Sin embargo, cuando le dije a un exgerente del canal que le escribiera a Zamora, su respuesta por escrito fue una vergüenza.

Textualmente contestó: “Revisé el tema, pero ese aniversario, si bien es importante para la historia del canal, no lo es para las audiencias, por ello lo recordaremos en silencio, como un día infame para la historia. Gracias por recordármelo”. ¡Cómo puede ser eso! ¿Lo recordaremos en silencio? Eso es muy triste, justo cuando tienen a un chavista en la gerencia del canal.

- La imagen del empresariado se ha devaluado tras el caso Lava Jato y un gran sector de la población generaliza. Muchos afirman que la corrupción está institucionalizada ¿Qué reflexión tiene de ello?

Es cierto. Lamentablemente hay muchos empresarios corruptos, pero es injusto generalizar. Todos los empresarios no somos corruptos. En mi caso, Paraíso nunca hizo pagos indebidos. Por ejemplo,
durante la gestión de la ministra de Educación Patricia Salas (2011 a 2013), se convocó una licitación para comprar productos que Paraíso produce. Era por varios millones. Participamos, pero no ganamos, a pesar de que el Estado podía ahorrar US$ 4 millones con nuestra propuesta. ¡Fue absurdo!

Pedimos cita con la ministra Salas, pensando que todo era parte solo de aquel que manejaba la licitación y no de altos funcionarios. Fuimos a verla y al momento que le dijimos que nos habíamos enterado de que el encargado de compras había sido despedido de otro ministerio por malos actos, entró justamente esta persona a la reunión. Posteriormente, a través de El Peruano retiraron la licitación. Todo está documentado. Todos esos documentos se los entregué en forma sana a Jorge Salazar –quien trabajaba con Nadine Heredia en Palacio en ese momento– pensando que ella iba a tomar una decisión al respecto, tomando en cuenta sus palabras “¿tan difícil es caminar derecho?”.

Pasaron meses, nunca obtuvimos respuesta y luego se realizó la licitación sin modificaciones. Antes de terminar su gestión, Humala dijo que ningún gobierno le había dado tanto al sector educación como el suyo. Es cierto. Salieron un sinfín de licitaciones allí. Después de la reunión con la ministra le enviamos una carta notarial diciendo que no íbamos a participar en ninguna licitación mientras ella siguiera a cargo del ministerio porque no queríamos ser cómplices del delito que estaban cometiendo. Esa misma carta también se la envié a Salazar y Nadine. Paraíso no entró, otros sí.

Con respecto al rol del empresariado, lo que yo veo es que por lo menos hasta la época de Humala, el crecimiento del país se dio gracias a la inversión privada. En la agricultura y la industria ha habido un crecimiento tremendo. Regresando a tu pregunta, algunos empresarios sí son corruptos, pero no todos. La corrupción ha aumentado mucho en el Perú. Lamentablemente no todos los corruptos son
sancionados o siquiera juzgados. Hay varias reformas que deben hacerse a nivel de gobierno para que no reine la impunidad. El estado de derecho debe prevalecer sobre cualquier grupo económico u
autoridad. Lo penoso es que no veo que se haga algo al respecto.

- Vayamos al tema político. Muchos pensaron que el gobierno de Kuczynski iba a ser espectacular de principio a fin. ¿Qué opina usted?

Antes de la segunda vuelta, PPK estuvo sentado en este directorio, con dos personas más que hoy son ministros. Yo sé que hay ministros que son honestos y extraordinarios y que están con los dientes aguantando sus errores políticos porque son buenos peruanos. Pero mencionaste hace poco el tema Lava Jato. Yo en su lugar aceptaría ir a la Comisión del Congreso (que investiga el tema). ¿Por qué será que no quiere ir? Alejandro Toledo todavía está libre. Eso no tiene precedente. El Perú debería enviar a Estados Unidos una orden judicial con todos los documentos que hay, pero no lo hace a pesar de que han pasado muchos meses. Joseph Maiman ya ha declarado contra Toledo, pero el gobierno no hace nada tampoco.

Tuvimos muchísima esperanza en PPK. Personalmente, tenía mucha confianza y simpatía hacia él, pero este no es un buen gobierno. El mismo PPK ha reconocido que el primer año de gobierno fue malo. En cada ministerio se han encontrado muchas figuras del gobierno pasado que son manchas negras.

- ¿Qué debería hacer en ese sentido el empresariado?

Los empresarios hoy deben exigir más del gobierno. Debe haber mejores condiciones para confiar más en el Perú y en su futuro, porque creo que los empresarios han demostrado que, cuando confiaron, el avance económico peruano fue tremendo. La inversión privada crecía a dos dígitos, algo que nunca había sucedido. Y si vino un Humala para destrozar todo, debió venir un PPK para mejorar eso. Tiene un equipo tremendo y creo que la gran mayoría de los peruanos confían en el gobierno, pero lamentablemente PPK, con dos o tres palabras, comete errores. No obstante ello, ojalá los empresarios tengan más confianza en el futuro por el bien del desarrollo del Perú.

El Estado debe modernizarse. Debe ir al mismo ritmo del sector privado. No puede estar en la época de la carreta. Debe ser innovador, promotor, convocar a los mejores técnicos y profesionales para que
sean los nuevos gestores del Perú.

- ¿Qué opina de un eventual indulto a Fujimori?

Uno de los que más sufrió con Fujimori fui yo. Yo no le creo ni media palabra cuando dice que él no sabía lo que hizo Montesinos. ¡Ni media palabra! Pero personalmente creo que con ya casi 80 años y enfermo, debe ir a su casa, a pesar de que como buen oriental está politizando su situación. ¿Cuál es la diferencia de donde está ahora con el arresto domiciliario? Hoy se le puede visitar y tiene teléfono,
pero en su casa puede tener un sentimiento diferente. Fue presidente del Perú. Sus primeros cinco años, fuera del 5 de abril de 1992, no fueron malos. Y eso fue gracias a su hermano (Santiago) que estaba con él. Cuando lo botó fue que empezó su caída y desgracia.

- Hoy se habla mucho de innovación y emprendimiento. ¿Qué consejos les da a los jóvenes que quieren ser empresarios?

En esta fábrica tenemos gente que llegó en extrema pobreza y sin mucho conocimiento técnico que empezó a estudiar, terminó el colegio y fue a la universidad con el apoyo de Paraíso. Hoy son gerentes
y jefes que manejan tecnología y máquinas modernas de millones de dólares. Seguro mañana sus hijos serán empresarios. Eso que hicimos lo tienen que hacer todos los empresarios con sus empleados. Los peruanos son emprendedores. Ellos demuestran que la capacidad del peruano es mucho más de lo que el gobierno les está dando. Tenemos aquí campeones mundiales en ajedrez, en matemáticas y en muchas otras disciplinas. Está demostrado que el país tiene gente joven muy emprendedora y exitosa, con una visión global. El empresariado debe apoyarlos, pero necesitamos también gobiernos locales y regionales que se nutran de funcionarios honestos y capaces en su administración para que también los apoyen. Eso ayudará a que los niveles de corrupción bajen, pues el conocimiento y los valores con los que se forman los jóvenes los aleja de cualquier acto deshonesto.

- ¿Qué les dice a los peruanos que quieren hacer empresa y a los que ya la están haciendo?

Que tengan confianza en el Perú, a pesar de que los tiempos no son los mejores. Es un gran país, que tiene un futuro sólido, tanto en lo interno, con un mercado prometedor que ha crecido muchísimo en los últimos años, como en lo externo, donde la exportación será una gran palanca de desarrollo. Es curioso y alentador ver el emprendimiento de los jóvenes en el interior del país, que tienen un gran talento como comerciantes y empresarios.

- Ya tiene muchas décadas como empresario. ¿Hasta cuándo se ve dirigiendo la empresa? ¿Ya hay planes para delegar el control?

Sí, es cierto. Desde 1970 estoy al frente de esta empresa, a la que llamo “La Familia Paraíso”. La edad me la hace recordar solamente mi esposa, pero no la siento. Me siento orgulloso, primero, porque somos un grupo sólido que dirige a la Familia Paraíso. Hay un talentoso gerente general, un buen departamento de ventas capaz y creativo, y, segundo, lo que me llena de felicidad es que dos de mis hijas trabajan conmigo y ahora manejan los proyectos de innovación en Paraíso. Es decir, hay Ivcher para rato en Paraíso.

Mi sueño es llegar al mercado estadounidense con la calidad a nivel competitivo por encima de otras empresas del rubro. Estamos viviendo un año especial, 50 años de éxito no se cumplen todos los días.

Lo he dicho siempre y lo reafirmo: el principal activo de Productos Paraíso son sus colaboradores.

Autores

Fernando Chevarría