Pasar al contenido principal

ES / EN

Estado argentino retoma el control del Ferrocarril Belgrano Cargas
Miércoles, Mayo 22, 2013 - 15:31

La recuperación del servicio tiene un rol económico fundamental a cumplir, clave para la producción de las provincias del Noroeste y Noreste del país, debido a que permitirá el transporte de su producción hacia los principales centros de consumo y puertos.

El Ferrocarril Belgrano Cargas es el más extenso de la red ferroviaria argentina, con un total de 10.841 kilómetros. En su época de mayor esplendor, unía la estación terminal porteña de Retiro con Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, ingresando al país vecino por la localidad de Villazón.

Su origen se remonta a 1876, cuando unía Córdoba con Tucumán bajo el nombre de "Ferrocarril Central Norte". Medio siglo después, con más de 10.000 kilómetros de vías, ya recorría 14 provincias del Centro y Norte del país.

En 1948 el gobierno tomó posesión formal de los ferrocarriles que se encontraban hasta ese momento en manos foráneas, y dispuso una reorganización de la red nacional. En ese momento se cambiaron los nombres de las distintas líneas existentes hasta ese momento, por el de próceres y personajes de la historia argentina.

La traza del Belgrano atraviesa las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Santiago del Estero, San Juan, Catamarca, La Rioja, Tucumán, Chaco, Formosa, Salta y Jujuy.

Esa traza en el tramo salteño, incluye un servicio turístico, el denominado "Tren de las Nubes".

También sus vías unen a la Argentina con Chile, a través de la traza Salta-Antofagasta (Trasandino del Norte o Huaytiquina), por el paso de Socompa.
De trocha métrica (1.000MMM) el ferrocarril Belgrano fue reformado en l949 para incorporar todos los ramales de trocha angosta operados por los Ferrocarriles del Estado al momento de estatizarse la red ferroviaria.

En sus orígenes este ferrocarril era mayoritariamente transportista de cargas. Con el paso del tiempo también incorporó el transporte de pasajeros a través de servicios que llegaban hasta La Quiaca, e incluso algunas formaciones pasaban a Bolivia, oferta que fue dada de baja en los últimos años de la década del 70.

Posteriormente en los ´90, la "fiebre privatizadora" del menemismo dividió en tres líneas el servicio de pasajeros y se entregó el que denominaron "Belgrano Cargas" a un consorcio encabezado por la Unión Ferroviaria, cuyo secretario general era José Pedraza.

Durante esta gestión se terminó de desguazar el ramal, lo que motivó que Estado buscara retomar el control.

En los siete últimos estuvo a cargo de los sindicatos Unión Ferroviaria, La Fraternidad y Camioneros y las empresas Roggio, Emepa y la china Shima.

Los servicios de pasajeros en el área metropolitana de Buenos Aires fueron concesionados a la empresa Ferrovías en el caso del ramal Belgrano Norte; mientras que el Belgrano Sur fue adjudicada originalmente a Ferrocarriles Metropolitanos, cuya licencia fue revocada y que ahora se encuentra en manos de la operadora Ugofe.

El servicio de transporte de cargas del Belgrano Carga, en base al anuncio realizado este miércoles por el ministro del Interior y de Transporte, Florencio Randazzo, será operado de aquí en más, por la sociedad Belgrano Cargas y Logística Sociedad Anónima.

La recuperación del servicio tiene un rol económico fundamental a cumplir, clave para la producción de las provincias del Noroeste y Noreste del país, debido a que permitirá el transporte de su producción hacia los principales centros de consumo y puertos.

En Chaco, la empresa provincial Servicios Ferroviarios del Chaco presta el servicio de pasajeros en algunos ramales que han sido reacondicionados en los últimos años.

Actualmente hay proyectos para reactivar los servicios de pasajeros y cargas entre La Quiaca y San Salvador de Jujuy, en la provincia de Jujuy.

Los constantes proyectos de reactivación se han topado con ramales que fueron levantados o se encuentran en estado de total abandono, sobre todo desde la desarticulación de Ferrocarriles Argentinos en 1991.

La realidad es que el país, en la década del 50 contaba con 44 mil kilómetros de vías férreas, mientras que fines de los 90 quedaban sólo 22.000 kilómetros en uso, la mitad de lo que se llegó a desarrollar.

Autores

Télam