La empresa Railroad Development Corporation entregó al Estado el 82,19% de los títulos de Ferrovías que tenía en su poder.

Hacer una inspección de los activos y las vías del tren, definir los proyectos por impulsar y lograr que sean viables, así como solucionar las invasiones en los pasos son algunos de los retos para el Estado, luego de que recuperó las acciones de Ferrovías.

El miércoles por la noche, la empresa Railroad Development Corporation (RDC) entregó al Estado el 82,19% de los títulos de Ferrovías que tenía en su poder.

Carlos Samayoa, interventor de Ferrocarriles de Guatemala (Fegua), refirió que con esa entrega el Estado deberá tomar posesión de las instalaciones de Ferrovías en la zona 12, verificar el registro de activos ferroviarios y hacer una inspección de los casi 900 kilómetros de vías.

Samayoa comentó que uno de los grandes problemas es que la empresa ferroviaria International Railways of Central America (Irca), la cual fue intervenida en 1982, no entregó inventario a Fegua (creada en 1984).

Luego, en 1998, Fegua lo entregó de igual manera a Railroad Development Corporation (RDC), cuando se le otorgó usufructo oneroso de 50 años.

Ahora, Fegua lo vuelve a recibir sin inventario, explicó.

“Ferrovías era una cajita de Pandora. No sabemos qué vamos a encontrar. Sabemos que hay juicios atrasados y otros casos con una distribuidora de electricidad por los postes”, expresó Samayoa.

Otro tema por resolver es si siguen existiendo las dos empresas (Fegua y Ferrovías), o solo una.

El restante 17,81% de las acciones de Ferrovías están en poder de particulares, quienes solicitaron agilizar proyectos para que sus acciones cobren valor, dijo Samayoa.

Para Pedro Prado, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales, el mayor reto será definir que pasará con las familias que habitan en las vías, e impulsar proyectos viables.

Según Julio Héctor Estrada, director de la Agencia Nacional de Alianzas para el Desarrollo de Infraestructura Económica, siguen en pie las propuestas de proyectos que anunció el gobierno el año pasado, aunque con algunas modificaciones.

La terminal terrestre de Tecún Umán y la línea que va de ese punto a Escuintla se presentará como un proyecto conjunto, pero tendrá dos fases, explicó Estrada. Se prevé que la licitación se lance a finales del 2014.

El tren de cercanías para pasajeros —que abarcaría desde la zona 18 hasta Villa Nueva— y la autopista urbana, que sería la continuación de la calzada Atanasio Tzul, se presentará a finales del 2014 o principios del 2015, ya que por su complejidad los estudios de factibilidad y demanda tardarán más tiempo, comentó.

Respecto de las vías, Fegua calcula que hay unas 70 mil familias que habitan sobre estas, aunque Estrada refiere que no son tantas.

Samayoa y Estrada indicaron que el objetivo del gobierno es reubicar a las familias y evitar desalojos.

La propuesta de Fegua, comentó Samayoa, es que se utilicen 10 metros de los 30,48 que tiene el derecho de vía férrea para soluciones habitacionales verticales.

Sin embargo, Estrada opinó que en el área urbana no se recomienda que se otorguen espacios de derechos de vías, “porque son valiosas para la ciudad” y sería difícil recuperarlos.

Domingo Hernández, líder de Asociación Coordinadora Nacional de Asentamientos de Línea Férrea, manifestó que han dialogado con Fegua, y que esperan soluciones que les brinde certeza de propiedad y sin que sean desalojados.

Cronología del caso. En 1998, el Estado dio en usufructo oneroso de 50 años el manejo del tren a  RDC.

El Estado declaró lesivo uno de los contratos en el 2007. 

RDC demandó un arbitraje internacional en el Ciadi, por estar en desacuerdo.

En el 2013 se concluyó el caso, y el  Estado debió pagar US$14,6 millones —entre multas, pago de inversión realizada y acciones de la empresa Ferrovías— para recuperar la vía del tren.