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Examen al Nissan Qashqai 1.6 dCi 4x4-i X-Tronic
Martes, Enero 28, 2014 - 16:01

Hace siete años, Nissan se la jugaba con la puesta en escena de un nuevo concepto de crossover, apuesta que convenció al mercado de tal forma que en este tiempo se ha convertido en uno de los mayores éxitos comerciales del difícil mercado del automóvil.

Se trata del modelo Qashqai, una idea que salía al mercado con muchas dudas internas que fueron deshaciéndose a medida que la demanda rompía los planes más optimistas de Nissan, que había previsto una producción  de 100.000 unidades anuales y que pronto llegó a las 250.000.

Si hace siete años se la jugaba, hoy, Nissan le lanza el órdago a un poblado segmento crossover urbanos, 14 potenciales, aunque son algunos menos ajustándose a las motorizaciones, que ha seguido los pasos marcados por el primer Qashqai, que ahora llega en su segunda generación y con aspiraciones de mantener el éxito ante esta multitudinaria competencia.

El nuevo Qashqai, que ha sido presentado a la prensa internacional en Madrid, ha sido diseñado y desarrollado en Europa, bajo a la atenta mirada de la ingeniería de Nissan en Japón, durante tres años en los ha sido puesta mucha pasión, como han asegurado los responsables del proyecto.

El nuevo Qashqai es el primer modelo en comercializarse basado en la nueva plataforma CMF (Common Module Family) de la Alianza Renault-Nissan, y ha sido creado por los diseñadores del Centro de Diseño Europeo de Nissan en Londres y los del Centro Técnico de Nissan Europa en Cranfield (Gran Bretaña) y Barcelona (España), aunque los ingenieros y diseñadores de Nissan en Atsugi (Japón), han contribuido también a la creación de este nuevo crossover, que se fabrica en Sunderlan (Reino Unido).

La simple observación del nuevo Qashqai nos adelanta esa pasión volcada en un modelo con el que Nissan se la juega, y el contacto dinámico con el nuevo coche convence y descubre un alto nivel de ingeniería.

Las apariencias no engañan en este caso porque es apreciable desde los primeros instantes la calidad en el diseño, en los materiales  utilizados, especialmente los interiores, y los acabados.

El salto cualitativo es notable en todos los sentidos, empezando por el diseño, que adquiere una nueva personalidad, la de la marca, que deja de lado la fealdad de la primera generación, aunque  en sus distintas evoluciones había mejorado el aspecto.

Con las nuevas cualidades, el Qashqai se coloca en una zona del mercado propicia para atraer a compradores que están aburridos de los estilos de la berlina tradicional o a los que desde segmentos superiores se recolocan en uno inferior, pero sin renunciar a las cualidades disfrutadas a bordo de coches hipotéticamente de gama alta, bien obligados por la crisis o simplemente por la búsqueda de una mayor eficiencia en la adquisición de su vehículo de uso cotidiano.

Nissan atrae a estos núcleos de clientes potenciales con tecnologías de gama alta, el diseño y un comportamiento dinámico por el que ya destacaba la primera generación Qashqai y ahora muy mejorado.

El nuevo Qashqai se mantiene compacto a pesar de haber aumentado sus proporciones. En longitud, esta segunda generación ha aumentado la cota en 47 milímetros y es ligeramente más bajo (15 milímetros) y más ancho (20 milímetros), que generan, junto con algunos detalles del diseño, como las dos nervaduras en el capó, una potente imagen.

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El crecimiento ha llevado a una mejora del espacio interior y, a pesar del estos incrementos, con más equipamiento también, es menos pesado, del orden de 40 kilos respecto a su antecesor.

El diseño se caracteriza por la potencia de las curvas y la limpieza de líneas. En algunos colores de carrocería como el nuevo azul introducido en la gama, las formas destacan especialmente el nuevo músculo visual del coche.

La silueta es la zona más parecida del coche a la generación anterior y Nissan vuelve a utilizar llantas de grandes dimensiones, de hasta 19 pulgadas, para mejorar el aspecto del crossover, lo cual apareja algunos inconvenientes.

En el caso de la versión de toma de contacto, equipada con la llanta máxima y bajo perfil de neumático, el ruido de rodadura afea la dinámica del coche, ya que un neumático con tan poco flanco acentúa la energía de la amortiguación. El ruido es el mayor inconveniente.

El núcleo del nuevo diseño se concentra en el frontal, configurado por una marcada uve central, en línea con la imagen de marca, flanqueada por la nuevas luces diurnas de LED, completada en algunas versiones por faros completos también de LED para luces cortas y largas

Nissan advierte que la utilización de LED no es una cuestión de moda, porque estos faros necesitan de un 50 % menos de energía que unos faros de xenón equivalentes y generan una luz más parecida a la luz del sol con lo que se mejora de manera notable la visibilidad nocturna.

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En la parte frontal se percibe un cuidado trabajo aerodinámico para mejorar la eficiencia energética y al avance del coche, que ha dado como fruto un Cx de 0,32.

Parte de este trabajo en aerodinámica es el sistema de Cierre Activo de la Parrilla delantera, que costa la entrada del flujo de aire de refrigeración del radiador cuando éste no es necesario.

La parrilla se cierra automáticamente cuando se superan los 30 km/h. y se abre sólo cuando los sensores detectan que el motor necesita una mayor refrigeración.

En la zona trasera se ha estilizado la figura mediante un nuevo diseño, alargado, de los grupos de luces.

En el interior, dotado de un nuevo sistema de iluminación ambiental, se ha producido una gran transformación. Nissan ha mejorado, sobre todo, un puesto de conducción que ya era especialmente bueno en la primera generación del modelo.

El conductor, ahora, dispone de un mejor equipamiento de conectividad y de control de los sistemas. Todo es muy accesible.

El conductor dispone de una interfaz que configura el Qashqai a sus necesidades. Por ejemplo, se pueden conectar los tres flashes únicos para los intermitentes en los cambios de carril o decidir el umbral de activación de los faros automáticos.

El nuevo Qashqai ha mejorado también en capacidad interior para los pasajeros, que ahora disponen una mayor separación de los respaldos delanteros, una mejora de la anchura y de la altura interior, aunque el coche haya bajado su línea de altura en relación al suelo

El maletero tiene una capacidad de 430 litros con los asientos traseros en su posición habitual, lo que supone un incremento de 20 litros en relación al modelo actual.

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El espacio de carga se ha flexibilizado con una mejora del portón trasero, que ahora abre a una altura 150 milímetros mayor, y a la configuración de un piso de dos alturas.

En el capítulo motriz, la versión protagonista de esta toma de contacto es la configurada con el nuevo motor 1.6 dCi de 130 caballos de potencia, que es, al menos por el momento, el tope de la gama diesel del nuevo Qashqai, asociado en este caso a la nueva transmisión Xtronic de variador continua y a la arquitectura de cuatro ruedas motrices.

La transmisión Xtronic ha sido desarrollada específicamente para el nuevo Qashqai y, al contrario que las cajas de transmisión continua convencionales, imita el comportamiento de una caja de cambios convencional con marchas durante las fases de fuerte aceleración, con cambios sucesivos.

El motor 1.6 dCi, producto de la Alianza Renault Nissan es ligero y compacto y ofrece un buen balance entre un rendimiento elevado y economía, además de una importante reducción de las emisiones de óxidos de nitrógeno y de CO2. Esta versión con Xtronic emite 119 gramos de CO2 por kilómetro y consume un promedio oficial de 4,6 kilómetros.

Este motor, ruidoso desde fuera del coche, está acústicamente contenido para evitar excesiva presencia del diesel en un habitáculo que dispone, entre la moderna tecnología de comunicaciones, el dispositivo NissanConnect, estreno en la marca, cuya interfaz de control se realiza a través de una pantalla táctil de 7 pulgadas.

El NissanConnect ofrecerá una amplia gama de aplicaciones en los campos de la música, las redes sociales, el entretenimiento y el viaje mediante, y cuenta ya con las recientes funciones de búsqueda de Google y el sistema Send-to-Car que permiten planificar las rutas en casa y enviarlas al coche para descargarlas en el sistema de navegación.

El sistema incluye streaming de audio vía Bluetooth y conectividad para la integración de smartphones así como entradas Aux-in y USB así como radio digital DAB.

Especialmente interesante en el Qashqai de segunda generación es el catálogo de medidas de seguridad embarcadas, como el Escudo de Protección Inteligente, ya estrenado en algunos modelos de la marca, que incorpora, entre otros, el sistema anti-colisión frontal, el detector de fatiga, el identificador de señales de tráfico, la alerta de cambio de carril involuntario, el control del ángulo muerto, detector de movimiento y el asistente de luz de carrera (cambio automático de luces cortas a largas).

Y en el campo dinámico, las sensaciones de conducción son aun mejores en el Qashqai relevado. Cambia como consecuencia de la elección de la nueva plataforma modular, un esquema de suspensión que en el caso de esta versión 4x4 opta por el multibrazo en la parte trasera y amortiguadores de doble pistón, además de una nueva dirección de asistencia eléctrica.

Uno de los secretos de la mejor calidad de conducción es la utilización de un sistema de dos canales en los amortiguadores, uno convencional que controla los habituales baches de baja frecuencia en carreteras en no muy bien estado o en pistas y uno adicional pensado para contrarrestar las pequeñas irregularidades habituales en carreras con firmes en muy buen estado.

El resultado es una rodadura suave sobre cualquier tipo de asfalto que mejora con llantas y perfiles de neumático menos exagerados que el utilizado en la versión de presentación.

Las sensaciones recibidas en la toma de contacto de la presentación de esta segunda generación del exitoso crossover de Nissan han dejado un buen sabor, a falta de una prueba dinámica más intensa, sobre un recorrido que muestre la naturaleza del coche.

A priori, el nuevo Qashqai tiene todo lo necesario para convertirse en un nuevo éxito comercial, porque constituye una alternativa eficiente a las berlinas de tres cuerpos y hatchback tradicionales. Un coche para todo.

Autores

EFE