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Examen al Volkswagen Golf Variant Advance 1.6 TDI BMT
Martes, Enero 21, 2014 - 16:34

En un automóvil familiar la premisa básica es la funcionalidad y este es un principio que no siempre cumplen o han cumplido los fabricantes de automóviles, porque ahora, con las nuevas tecnologías de construcción y el saber hacer adquirido con el tiempo es difícil apartarse del compromiso.

Volkswagen, hay que reconocerlo, ha sabido gestionar esta premisa en el desarrollo de la nueva carrocería familiar de la nueva generación, la séptima, del icónico Golf, aunque con la ayuda del crecimiento de cotas que le ha regalado la plataforma modular transversal MQB utilizada por todas las marcas del primer grupo automovilístico europeo.

El primer beneficio de esta plataforma modular es la de una significativa reducción del peso final del coche, hasta 105 kilos menos que su predecesor, lo cual tiene beneficios evidentes en la dinámica del coche y en el consumo.

Los motores, con la misma potencia, rinden mejor sin necesidad de grandes inversiones para su mejora. De hecho, el nuevo Variant consume hasta 15% menos de carburante que su predecesor, aunque ello no sólo es debido a la reducción del peso.

La reducción en el peso tiene aún más mérito cuando se comprueba el tamaño del coche ha aumentado a lo largo y a lo ancho, aunque es un poco más bajo que su predecesor.

La longitud del nuevo Golf Variant es de 4,56 metros, es decir, 2,8 centímetros más que su antecesor, acompañada de un notable incremento de la distancia entre ejes (5,7 centímetros más) hasta llegar a los 2,63 metros, con un evidente beneficio en el comportamiento dinámico del coche y en espacio interior. Un dato que reafirma el crecimiento es que la carrocería familiar es algo más de 30 centímetros más larga que la del cinco puertas o hatchback.

Las nuevas cotas del Golf Variant se completan con 1,79 metros de ancho, 1,8 centímetros más, mientras la altura pasa a 1,48 metros, con 2,3 centímetros menos que el de la generación anterior (incluida las barras del techo).

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El crecimiento le ha sentado bien a este familiar, que ha ganado presencia sobre el asfalto, realzada por un diseño muy cuidado, y mucho espacio interior, tanto que el Golf Variant de nueva generación se sitúa en el mercado como una seria alternativa a las opciones familiares de segmentos superiores.

El Variant comparte con el Golf de cinco puertas los rasgos delanteros hasta el pilar central o B, punto desde el que el Variant adquiere su propia personalidad, aunque los aires de familia no se pierden, a pesar de que muestra líneas de carácter propias que definen una silueta algo distinta. El acabado de la parte trasera es vigoroso y dentro también de los cánones de estilo del Golf.

El equipo de diseño ha logrado un Golf distinto pero reconocible, lo que no ocurre con el interior, ahora con un nuevo estilo que sube peldaños en la escala de la calidad, de los acabados y de la configuración global del habitáculo.

La mayor diferencia y muy notable está en el tablero de a bordo. El Golf abandona la simpleza del diseño de las anteriores generaciones y presenta una arquitectura que está en línea con las berlinas de segmentos superiores.

Un buen trabajo reside en la distribución del espacio interior, especialmente en la bancada trasera, más amplia en todos los sentidos de medición, y en el maletero, con un volumen impensable hace sólo un lustro, al menos en el segmento de los turismos compactos.

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Son 605 litros de capacidad en estado convencional, cien más que su antecesor, y 1.620 (1.495 litros el anterior) en sus cotas máximas. En el mercado sólo hay un oponente que supera estas cifras, el Honda Civic Tourer.

Bajo el piso del maletero hay un doble fondo de 12 centímetros de altura que tiene distintas utilidades según a la altura a la que se coloque la tapa.

Con estos argumentos, en materia de versatilidad, este Golf es una interesante opción de compra para un amplio espectro de clientes, incluso para los que tienen en mente la opción Variante del modelo superior Passat.

Con lo que aporta el Golf, plantearse un Passat Variant no es una opción de compra inteligente. Hay que pagar mucho más dinero -alrededor de 5.000 euros- por casi lo mismo (1 litro menos de capacidad el Passat).

El Variant probado está movido por un viejo y frugal conocido en el Grupo, el motor diesel 1.6 TDI de 105 caballos de potencia, a punto de ser relevado por uno similar más eficiente y cinco caballos más potente.

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Este motor, en combinación con el Variant, es una buena opción de compra para quienes se plantean un uso tranquilo del familiar. El motor se muestra poco enérgico para mover el peso del coche. Desde parado cuesta trabajo obtener salidas rápida o recuperaciones igualmente enérgicas.

En carretera es donde exhibe las mejores cualidades, porque una vez lanzado es capaz de mantener buenos ritmos de travesía y con un nivel de ruido y vibraciones confortable. El sonido está muy contenido en cualquiera de las fases de funcionamiento del motor, incluido el de ralentí y con el motor en frío.

El motor envía la energía a las ruedas a través de una transmisión de cinco relaciones de buen tacto, pero que es claramente superada por el rendimiento de la DGS opcional de siete velocidades disponible para este motor. En otros modelos ya se ha comprobado el rendimiento hasta el punto de mejorar las sensaciones de uso percibidas.

En lo que sí es enérgico este Variant es el nivel de equipamiento de seguridad, empezando por la última generación del diferencial electrónico de deslizamiento limitado XDS+, originalmente concebido para el mejor control de las elevadas prestaciones del Golf GTI.

A este se suman el control electrónico de estabilidad ESP; el nuevo freno anticolisiones múltiples, que desacelera el vehículo accidentado automáticamente tras una primera colisión, y el sistema de regulación automática de la distancia ACC, con el que, a través de un radar, el conductor puede preestablecer la velocidad a regular en un margen de entre 30 y 160 km/h.

El sistema ACC mantiene la velocidad preseleccionada y una distancia predefinida y, dependiendo de la situación del tráfico, acelera o frena automáticamente el vehículo.

Otro equipo es el sistema de observación del entorno Front Assist, que también opera mediante el radar integrado en el frontal del automóvil, para medir constantemente la distancia con el vehículo que circula delante.

El Front Assist apoya al conductor en situaciones críticas preacondicionando el sistema de frenos e invitando al conductor a reaccionar mediante señales de aviso visuales y acústicas así como mediante un breve tirón de advertencia en una segunda etapa.

Si el conductor no frena suficientemente, el sistema frenará automáticamente el vehículo en la medida que sea necesario para evitar una colisión.

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El asistente de frenada de emergencia en ciudad es una ampliación del sistema Front Assist y su función es la vigilar el área delante del coche con el sensor de radar. El sistema se activa a velocidades inferiores a 30 km/h y en caso de existir un riesgo de colisión funciona como el Front Assist.

El bloqueo electrónico del diferencial XDS+ es una función de dinámica de marcha integrada en el sistema electrónico de control de estabilidad (ESC). El XDS+ aumenta la agilidad y reduce el ángulo de giro necesario mediante intervenciones selectivas en el freno de las ruedas del lado interior de la curva de ambos ejes.

El XDS+ se aplica en todos los coeficientes de fricción de la carretera, de forma que si hay nieve se logra un comportamiento más preciso durante la conducción.

Todos estos sistemas facilitan la conducción y mejoran la ansiedad de la conducción cuando se comprueba que los sistemas funcionan y de manera muy eficiente.

No está demás estudiar las funciones del sistema e intentar hacerlos actuar para comprobar su efectividad, para mayor tranquilidad del conductor.

El compromiso entre prestaciones y condiciones dinámicas del bastidor es equilibrado. Al tener una potencia por debajo de los 122 caballos, el fabricante ha optado para el tren trasero una arquitectura de suspensión de estructura modular ligera, con una efectividad distinta a la que ofrece la arquitectura multibrazo montada en las versiones con motores superiores.

En acción, las diferencias son evidentes en los recorridos con curvas. En línea recta, siempre que no haya secuencia de badenes, es de rodadura firme. Si se producen cambios de nivel el coche responde con cabeceos de la carrocería que nos hacen desconfiar.

En curva, este esquema de amortiguación genera más inclinación de la carrocería, aunque está en límites razonables, teniendo en cuenta que las prestaciones del coche no son rabiosas. El freno es bueno, suficiente, pero es mejor no hacer un uso excesivo para evitar la fatiga.

En general, esta versión del Variant muestra un aceptable compromiso para la utilización que a diario hace la mayoría de los automovilistas. No tiene el brillo dinámico de las motorizaciones superiores, pero cumple sobradamente con la función de familiar versátil.

Puesto en el mercado, este Variant se sale de la media de precio del segmento, al menos con la tarifa en la mano -la compra en concesionario es otra cuestión- que no se justifica, porque tiene frente a sí competidores con equivalente calidad y argumentos.

Autores

EFE