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Fabricantes de aviones preocupados por normas de emisiones de carbono de la UE
Lunes, Febrero 13, 2012 - 11:25

El rubro teme que el esquema europeo para cobrarle a las aerolíneas por sus emisiones pueda provocar una guerra comercial completa, con implicaciones para acuerdos de venta de aeronaves o incluso para la crisis de deuda europea.

Singapur. El fabricante global de aviones Airbus se unió al coro de manufactureros que temen que un esquema europeo para cobrarle a las aerolíneas por sus emisiones de carbono pueda provocar una guerra comercial completa, con implicaciones para acuerdos de venta de aeronaves o incluso para la crisis de deuda europea.

El sistema de derechos de emisiones (ETS, por su sigla en inglés) de la Unión Europea (UE), introducido el 1 de enero, ha generado una ola de protestas de parte de las aerolíneas de todo el mundo. China llegó a prohibirle a sus aerolíneas que participen en el esquema.

La creciente disputa se produce antes de una cumbre entre China y la UE, en Pekín.

La UE espera que China colabore con parte de sus enormes reservas de divisas para ayudar a la zona euro a enfrentar un acumulamiento en la deuda que amenaza a su estabilidad económica.

El presidente ejecutivo de Airbus, Tom Enders, dijo que le preocupaba cada vez más el potencial caos si no se distendían las tensiones.

"Estoy muy preocupado por las consecuencias (...). Lo que empezó como una solución para el ambiente se ha convertido en una fuente de potencial conflicto comercial y debería ser una preocupación para todos nosotros", declaró durante una conferencia sobre aviación realizada este lunes en la Feria Aérea en Singapur.

China es un mercado estratégico para los dos mayores fabricantes de aviones, porque coordina las compras centralmente y regularmente hace pedidos a Airbus y Boeing en series de 100 o más unidades para coincidir con contactos políticos de alto nivel.

El tráfico aéreo nacional de China se cuadruplicó en la última década y se espera que siga creciendo a un ritmo de más de un 7% al año al 2030, según investigaciones de Airbus.

Boeing estimó que China será el segundo mayor mercado para los nuevos aviones después de Estados Unidos entre el 2011 y el 2030.

El año pasado China postergó la firma final de un acuerdo por 10 A380 superjumbos, por un valor de US$4.000 millones para Hong Kong Airlines, en señal de su disgusto por los planes de la UE.

A mediados de los noventas, se negó a comprar productos franceses, como trigo y aviones de Airbus, en represalia porque Francia le vendió aviones de combate y fragatas a Taiwán.

La semana pasada, Pekín le prohibió a las aerolíneas que se unan a la ETS sin su permiso, y amenazó con tomar medidas no especificadas para defenderse contra el esquema, que aplica cargos para las emisiones de carbono sobre vuelos dentro y fuera de Europa.

Los gobiernos extranjeros alegan que Bruselas está excediendo su jurisdicción legal al calcular el costo del carbono sobre el tramo completo, no sólo dentro de Europa.

El presidente ejecutivo de Singapore Airlines, Goh Choon Phong, manifestó que el rechazo al esquema estaba basado en la forma en la que se aplicó.

"Estaba citando el ejemplo que nosotros hacemos vuelos sin escala desde Singapur a Europa. Nos cobran el viaje completo, cuando alguien podría llevar pasajeros a un punto intermedio, y desde allí a Europa, y terminar pagando mucho menos", dijo durante la conferencia.

El director general de la Asociación de Aerolíneas de Asia Pacífico, Andrew Herdman, declaró que cualquier política europea que aleje a Estados Unidos, China, Rusia, India y a otros treinta países "simplemente no va a funcionar".

"El riesgo para las aerolíneas, si esto degenera en una guerra comercial de represalias, es que las aerolíneas se vean atrapadas en un fuego cruzado por ambos lados", declaró.

El comisario de Transporte de la UE, Siim Kallas, reconoció la creciente oposición al esquema, y dijo que estaba dispuesto a ser flexible en encontrar una solución, pero que el bloque de 27 naciones no cedería ante la presión de suspender el esquema, que dijo es parte de un combate global contra el cambio climático.

La aviación representa cerca de un 3% de la contaminación por gas invernadero generado por las personas. La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) estima que el número de pasajeros aéreos alcanzará la cifra de 6.000 millones de personas al año sobre los servicios programados para el 2030, casi el doble del nivel de hoy.

Un análisis de Thomson Reuters Point Carbon de la semana pasada muestra que las aerolíneas enfrentan a una cuenta por contaminación de 505 millones de euros (US$670 millones) para el 2012 bajo el ETS.

Autores

Reuters