Preocupa que aún queda mucho por hacer: en todo el mundo cerca de 1.400 millones de personas no tienen acceso a la electricidad, mientras que otros 1.000 millones dependen del carbón y la biomasa, dos "combustibles sólidos" que contaminan el aire.
Movilizar a científicos, políticos, bancos y empresarios para lograr una "revolución energética", mediante el desarrollo de fuentes alternativas a las fósiles en la lucha contra la pobreza, es el objetivo del tercer Foro de Viena de la Energía (VEF) que se abrió este martes en esta ciudad.
Así lo destacó Kandeh K. Yumkella, director general de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), que junto al Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA) han organizado este evento de tres días.
"Soy optimista", dijo Yumkella en rueda de prensa tras el acto de inauguración del foro que en el Hofburg, el antiguo palacio imperial de la Corte de los Habsburgo, que reúne a 1.700 participantes, entre ministros y expertos en energía, representantes de organizaciones no gubernamentales, de la sociedad civil y del sector privado.
"Vemos a gobiernos y compañías dirigirse a las metas", insistió el máximo responsable de la ONUDI, quien, en este contexto, recordó y agradeció a varios gobiernos, como los de España, Brasil y Austria sus cooperaciones en esta materia en países en desarrollo.
No obstante, reconoció que aún queda mucho por hacer: en todo el mundo cerca de 1.400 millones de personas no tienen acceso a la electricidad, mientras que otros 1.000 millones dependen del carbón y la biomasa, dos "combustibles sólidos" que contaminan el aire dentro y fuera de los edificios, y causan serios problemas de salud.
Por otro lado, 25 países lanzan al aire el 80% de las emisiones contaminantes del planeta, recordó Yumkella, al hablar de los grandes desafíos que hay por delante.
Y es que las metas que se ha propuesto el FEV incluyen facilitar a todos el acceso a la energía, llevar a cero los casos de muerte por contaminación de interiores, y conseguir en los países industrializados una mayor eficiencia energética.
El foro lanza este martes un marco de trabajo para acelerar los avances hacia el objetivo de una "Energía sostenible para todos" (SE4ALL, por sus siglas en inglés)", así como el primer informe sobre el mismo tema, elaborado por un equipo internacional encabezado por el Banco Mundial (BM) y la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
"La pobreza energética condena a millones (de personas)", dijo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en un mensaje transmitido por vídeo al VEF en el que resalta la necesidad de "ayuda y acción" de todos los participantes para crear "un clima más próspero y seguro para todos".
Para China, con su creciente demanda de energía, este camino pasa por "fomentar la producción, el desarrollo y el consumo ecológicos", según afirmó su viceministro de Industria.