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Francisco González, presidente del Grupo BBVA: la "percepción de Chile no cambia con la reforma"
Jueves, Julio 24, 2014 - 13:19

El cambio tributario que impulsa Michelle Bachelet y sus eventuales efectos en la economía no son tema para el banquero español. Valora, por sobre ello, la institucionalidad y la competitividad del sistema financiero.

Lunes en Munich, martes en Nueva York. Y el miércoles de regreso en Madrid. Así de agitada es la vida del español Francisco González, quien a sus 69 años suma 18 años como chairman del banco Argentaria y del BBVA, entidad que pasó del lugar 153 al 163 en el ránking de las 500 Mayores Empresas de Chile 2014, elaborado por AméricaEconomía.

En el piso 44 de la sede neoyorquina del BBVA –que nace de la fusión del Banco Bilbao Vizcaya (BBV) y del Argentaria–, confiesa que el fútbol es uno de sus hobbies. Aunque sólo lo mira por televisión. Su tiempo es escaso, asegura. “Me invitaron a Lisboa para la final de la Champions League, pero significaba perder dos días de mi vida por un partido de fútbol”.

Pero eso es los fines de semana. Porque de lunes a viernes este ejecutivo top obsesionado con el mundo digital trata de ser el primero en llegar al centro de operaciones del banco en Madrid. Su vida no se detiene nunca. Así de intenso es Francisco González, tanto que no evita temas o preguntas complejas, como las que tienen relación con la reforma tributaria que impulsa Michelle Bachelet.

Y su respuesta sorprende. González, de hecho, no hace eco de los temores y aprehensiones que han manifestado en Chile sus pares empresarios y banqueros. Para él, más importante que una reforma como la que se discute actualmente en el país, es la estabilidad y seriedad institucional, así como el nivel de competencia existente en el mercado financiero local.

-En Chile se anunció una reforma tributaria que ha dado origen a una acalorada discusión. ¿Cuál es su lectura?

-Yo sé que hay mucho debate en Chile sobre esto, pero nuestra percepción sobre el país es que ha crecido muy bien, funcionan las instituciones, el sistema bancario es muy competitivo y allí queremos crecer. No ha cambiado nuestra visión de largo plazo. Michelle Bachelet ha sido presidenta anteriormente. Claro, hay matices, pero nuestra percepción no cambia.

AMÉRICA ES LA APUESTA

A diferencia de otras turbulencias económicas, América Latina se enfrentó a la crisis global –iniciada en 2008 y de la cual el mundo desarrollado aún se recupera– con las tareas hechas. Así se desprende de las palabras del CEO del BBVA: “(Latinoamérica) lo ha hecho muy bien. El BBVA está en la región hace 18 años y hemos visto que, en general, todos los países han progresado en términos de democracia, en términos institucionales y macro”. Agrega que el enfriamiento actual se deriva de la ralentización de China, pero que no se trata de algo “preocupante”.

Asimismo, indica que en la región, específicamente en Brasil, Chile y Perú, no se observan los vicios que dieron origen a la burbuja inmobiliaria española. “Esa mala unión entre empresarios, gestores y cajas (de ahorro) dio lugar a esquemas de corrupción absolutamente inaceptables. Creo que no es el caso de los países (mencionados). Lo que ocurre es que, fruto del desarrollo que se ha vivido en América Latina, hay una mayor demanda por acceso a vivienda y está presionando la estructura de precios. En absoluto vemos burbujas”.

-¿Cuál es la apuesta del BBVA en los próximos años para crecer y qué papel juega América Latina en ello?

-Con hechos demostramos interés en América Latina y Estados Unidos. En América Latina estamos invirtiendo US$6.000 millones. De ellos, US$3.500 millones son en México en el período 2013 a 2016 y US$2.500 millones en Colombia y Perú (…) En Estados Unidos hemos invertido cerca de US$ 12.000 millones en los últimos años y hemos comprado Simple, una pequeña compañía (de servicios bancarios), con US$ 117 millones. Lo que quiero decir es que estamos dispuestos a seguir invirtiendo en la región en general y, particularmente, en aquellos países donde vemos un gran futuro. No tenemos ningún problema de capital, de liquidez, y creemos que América desde el Norte hasta Buenos Aires tiene un gran futuro.

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-¿Cuál es la estrategia del BBVA para captar nuevos clientes en Latinoamérica, especialmente en la clase media emergente?

-Intentamos ser un buen banco convencional. Tener buenas prácticas dentro de la estrategia definida hace muchos años. La estrategia tenía que estar basada en tres pilares: Principios, personas e innovación. Principios tiene que ver con buenas prácticas; es decir, tener relaciones de largo plazo con los clientes, explicarles bien lo que hacemos y tener una creación mutua de valor. Luego, el mundo digital que proponemos va a ayudar a bancarizar a muchas personas (…) Otra forma que tenemos de trabajar es la Fundación de Microfinanzas BBVA, a la que hemos dotado con 200 millones de euros (unos US$272 millones) hace seis años. Es una institución sin ánimo de lucro destinada de verdad a pequeños créditos a personas, de las cuales el 59% son mujeres, para que puedan montar un negocio. Tenemos 1,5 millón de clientes en la Fundación.

-¿Qué retos tiene la banca en América Latina?

-El reto general es la digitalización, el pasar a modelos de negocios más eficientes, a ampliar la relación con los clientes de forma más conveniente y eso lo da el mundo digital. Poniendo el zoom en América Latina, tenemos que trabajar más en la inclusión, en intentar atraer a más clientes que están fuera del mundo bancario. No estar bancarizado significa estar fuera de muchas oportunidades (…) Cuanto más gente se incorpore al sistema bancario, hay más transparencia y posibilidades. Ese es el gran trabajo que tenemos que hacer todos en la región.

¿CANTAR VICTORIA?

El modelo político y económico de países como Perú, México, Colombia o Chile es diametralmente distinto del escogido por Venezuela, que enfrenta un complejo panorama social. Pese a ello, Francisco González se muestra optimista: “Confiamos mucho en Venezuela y los venezolanos. Hay problemas, pero repito: somos inversores de largo plazo. A largo plazo los países encuentran su camino y resuelven sus problemas”.

Y no se queda en eso. A su juicio, el país caribeño “no es un estado fallido”. Agrega: “Hoy hay un régimen, otro día habrá otro y saldrá adelante y será un país de gran crecimiento”.

-¿El constante ruido político en Perú afecta su percepción del país?

-Al mirar las cosas desde el punto de vista local, todo es noticia. Desde afuera, lo que se ve es la gran película. ¿Qué vemos nosotros en Perú? A un país con un régimen político que entiende bien cómo funciona el mundo, que progresa y crece. Punto. Es lo que yo veo como inversor (…) Somos prácticos y tenemos una visión de largo plazo. Mientras veamos que Perú tiene regímenes políticos que entienden la realidad y que no viven en la utopía o en el populismo, pues seguiremos invirtiendo. Cuando veamos que no es así, dejaremos de hacerlo.

-¿Qué piensa de la exposición de las empresas privadas de la región a deuda en moneda extranjera? ¿Hay un riesgo sistémico, por ejemplo en Brasil o México?

-En México no veo ningún problema. Es un país muy vibrante, con una estabilidad enorme desde el punto de vista macro, con un gran liderazgo político en este momento y con reformas ya hechas, aunque hay que implementarlas. En el caso de Brasil y los demás países de América Latina tampoco vemos problema. Con el crecimiento, se han ido desarrollando los mercados de capitales locales y eso significa que cada vez más empresas pueden encontrar más recursos en sus propias monedas (…).

Salvo la desaceleración en China y algunas tensiones locales, Francisco González ve a la economía local “razonablemente bien”. De hecho, espera que el PIB mundial se ubique entre 3% y 4%. A su juicio, destaca la fortaleza con que está saliendo Europa y su moneda única, el euro, de la crisis. Esto ha beneficiado a España, país de origen del BBVA, dice. “El gobierno ha hecho su trabajo muy bien estos dos años y, por lo tanto, hoy estamos fuera de la recesión y mejor”.

De todos modos, el escenario no da para cantar victoria, dice. Hace cuatro años España tenía el déficit más grande del mundo en términos relativos (10% del PIB) y el segundo en términos absolutos después de Estados Unidos. “Eso ha cambiado hasta a tener prácticamente déficit cero en la balanza de cuenta corriente, lo que es un gran logro”. Sin embargo, González señala que hay áreas en las cuales falta avanzar, como la energética, la liberación de algunos servicios y el tipo de administración de Estado que realmente requiere el país ibérico. Y hasta se aventura con una opinión que puede no ser de lo más popular: “probablemente, hay que trabajar en seguir liberalizando el mercado de trabajo”.

Autores

Fernando Chevarría