En medio de la tensión con otros sindicatos por el inicio de las negociaciones salariales anuales conocidas como "paritarias", los mayores gremios de la zona portuaria de Rosario -de donde sale el 80% de los embarques argentinos- son optimistas pese a la alta inflación.
Buenos Aires. Los conflictos gremiales que suelen paralizar los embarques de Argentina, uno de los mayores proveedores mundiales de granos, mermarían este año en su principal puerto, dijeron este lunes los sindicatos del sector que también expresaron optimismo sobre los futuros acuerdos salariales.
De cumplirse el pronóstico, sería una gran noticia para el presidente de centroderecha Mauricio Macri, quien poco después de asumir en diciembre redujo restricciones y altos impuestos a la exportación de granos para impulsar a la actividad que genera más divisas al país sudamericano.
En medio de la tensión con otros sindicatos por el inicio de las negociaciones salariales anuales conocidas como "paritarias", los mayores gremios de la zona portuaria de Rosario -de donde sale el 80% de los embarques argentinos- son optimistas pese a la alta inflación.
"Por ahora este va a ser un año tranquilo", dijo a Reuters Herme Juárez, que preside la Cooperativa de Trabajos Portuarios y es considerado el líder sindical más poderoso de la región.
"Acá en la zona nuestra no sería tan oportuno hacer un paro, porque se perjudica el país, y acá lo que tenemos que hacer es acompañar a este Gobierno, que hace poco que llega", añadió.
Argentina es un proveedor mundial clave de soja y derivados y de maíz y trigo, y en su principal polo agroexportador tienen plantas y puertos las mayores empresas del sector, como Cargill, Bunge y Louis Dreyfus, por lo que las huelgas suelen impactar en el mercado de futuros de Chicago.
Solo en la importante región de San Lorenzo, al norte de Rosario, el año pasado las exportaciones se vieron frenadas durante semanas por una extensa huelga.
En abril el sector iniciará las negociaciones -en las que media el Gobierno- para ajustar los salarios respecto a una inflación que ronda el 30 por ciento anual.
"Creo que no vamos a tener inconvenientes en acordar. No hay situaciones conflictivas", dijo Alfredo Palacio, secretario general de la Unión Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina, otro gremio clave.
Pablo Reguera, jefe del sindicato de trabajadores aceiteros, dijo que prevén negociar un incremento del 35 al 40%.
"Las empresas aceiteras están colaborando muchísimo con el Gobierno y son las más favorecidas con todas las medidas que se están tomando, por lo tanto entendemos que, dentro de lo justo, no creo que haya problema en llegar a un acuerdo", señaló.
Para impulsar al sector, el Gobierno de Macri redujo los altos impuestos sobre los embarques granos, harina y aceite de soja -los principales productos de exportación- y eliminó las restricciones y los tributos que la gestión anterior aplicaba a las ventas externas de maíz y de trigo.
Sin embargo, otro líder sindical expresó sus dudas.
"No soy muy optimista. La teoría del derrame (de la riqueza) nunca existió en este país", dijo Daniel Yofra, secretario general de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, gremio que no tiene jurisdicción en San Lorenzo, de donde sale el 70 por ciento de los embarques agrícolas.
Un portavoz de la cámara que agrupa a las mayores firmas del sector dijo que aún es temprano para hacer evaluaciones sobre las negociaciones, que comenzarán una vez que los productores empiecen a recolectar una cosecha 2015/16 estimada por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en 58 millones de toneladas de soja y 25 millones de toneladas de maíz.