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Implementar energías renovables en Chile aumentaría en menos de US$20 el pago anual
Jueves, Septiembre 9, 2010 - 14:00

De llevarse a cabo, significaría contar con un suministro eléctrico más estable, diversificado y reduciría las emisiones de CO2 en 80 millones de toneladas, equivalente a eliminar las emisiones de todo el actual sistema eléctrico al año.

Santiago. Con experiencias exitosas en el desarrollo e implementación de energías renovables no convencionales (ERNC) en España, Inglaterra y Sudáfrica, la Asociación Chilena de Energías Renovables A.G. (Acera) demostró que las energías limpias pueden y deben estar presentes en el sistema energético chileno en el “Primer Foro ERNC: desafíos regulatorios para las energías renovables en el Bicentenario”, llevado a cabo este jueves por dicha institución gremial.

Se expuso un modelamiento económico que mostró que si se decidiera implementar en Chile una matriz energética con 20% de energías renovables no convencionales (ERNC) al año 2020 las tarifas eléctricas se incrementarían en menos de $10.000 por cuenta al año (cercano a US$20).

Esta cifra desvirtúa todos los pronósticos que ha hecho la industria eléctrica, en cuanto a que las ERNC encarecerían de forma importante los costos de la energía.

En la ocasión además se presentaron los resultados de un estudio que analizó la Ley 20.257, de promoción de las ERNC, que entró en vigencia en enero de este año. Una de las principales conclusiones del reporte fue que los porcentajes de participación de ERNC exigidos por ley no corresponden a los porcentajes reales de participación de estas fuentes energéticas en la generación total de los Sistemas Interconectado Central (SIC) e Interconectado del Norte Grande (SING). Esto implicaría que en 2010 el porcentaje efectivo de obligación de acreditación de ERNC en el SIC y SING sería sólo un 0,99%, en vez del legal 5%.

“Hoy hemos visto cómo países que se las han jugado por un sistema eléctrico sustentable cuentan con un suministro independiente y mejores precios de la energía a los consumidores. Además, Chile obtendría otros beneficios más allá de aspectos medioambientales, como ahorro estatal en salud pública, competitividad internacional, desarrollo regional, generación de empleo, exportaciones bajas en huella de carbono, entre otros”, explicó José Ignacio Escobar, vicepresidente ejecutivo de Acera.

El dirigente agregó que “debemos sincerar los precios, costos y beneficios de las diversas fuentes energéticas y dejar de lado grandes prejuicios y supuestos infundados que hay en torno a esta industria en nuestro país. Las ERNC proveerán a nuestro país de energía a un precio seguro y estable, sin riesgos de abastecimiento ni sujeto a precios internacionales”.

Entre las presentaciones realizadas en la ocasión estuvo la de “Diseño de un Marco Regulatorio exitoso para el Desarrollo de las ERNC. Objetivos de una Política Energética Sustentable a Largo Plazo”, a cargo de Ramón Fiestas, secretario general de la Asociación Empresarial Eólica de España y presidente del Comité Latinoamericano Global Wind Energy Council (GWEC). El experto reveló que en el caso de Chile habría que implementar un marco regulatorio con cinco aspectos fundamentales: libertad de instalación, derechos de conexión, prioridad de acceso y despacho, mecanismos de apoyo y compra garantizada “ex ante” de toda la producción. “En todos los países donde se ha seguido este modelo, el desarrollo e implementación de las ERNC ha sido tremendamente exitoso. Chile podría ser el próximo caso de éxito”, sentenció.

Por su parte, Adam Bruce, ex presidente de Renewable UK –quien expuso los “desafíos regulatorios de ERNC en Chile: lecciones desde el desarrollo de ERNC en el Reino Unido y Sudáfrica”- sostuvo que nuestro país debiera, “al igual como está cumpliendo 200 años, contar con una independencia energética definitiva. Para lo anterior, desarrollar una industria de ERNC es clave, sobre todo teniendo en cuenta que las ERNC reducen el costo de la electricidad”.

Finalmente, todos los expositores coincidieron en que Chile necesita mucho más que sólo un objetivo: un marco regulatorio que genere la confianza suficiente para los inversionistas y bancos en apostar por estas tecnologías, que elimine las barreras de entrada a los nuevos actores, que sincere los precios de todas las tecnologías, que elimine las asimetrías de información, y donde se evalúen tanto las rentabilidades privadas como sociales al momento de definir la matriz ideal del país y que se incluyan propuestas de privados como las que se vieron hoy.

Autores

AméricaEconomía.com