Los trabajadores de la cuarta mayor mina de cobre de la chilena Codelco, Andina, aprobaron paralizar operaciones en protesta contra la reestructuración de la firma estatal. Estos trabajadores se suman así a sus pares de Chuquicamata y El Teniente.
Santiago. Los trabajadores de la cuarta mayor mina de cobre de la chilena Codelco, Andina, aprobaron el miércoles ir a una huelga de 24 horas para el 11 de julio en protesta contra la reestructuración de la firma estatal, dijo un jefe sindical.
La decisión de los operarios de paralizar en Andina, tal como lo había acordado antes la cúpula sindical de la minera, se suma a la misma resolución que adoptaron los trabajadores de Chuquicamata y El Teniente, las dos principales minas de Codelco, el mayor productor mundial del metal.
"Fue una aprobación unánime la que adoptaron los trabajadores de Andina en las dos asambleas que tuvimos. Así que se ratificó el paro del 11 de julio", dijo a Manuel Cañas, presidente del sindicato de Andina.
Se espera adhesión de otras minas. En lo que resta de esta semana, se espera que Radomiro Tomic, la tercera mayor mina de Codelco, y las operaciones Gaby y El Salvador, las más pequeñas, ratifiquen también la paralización de faenas, algo no visto desde 1993 y que pone mayor presión a la oferta y precio internacional del metal.
Codelco, que produce un 9% de la oferta mundial, está intentado evitar la paralización convocada por líderes sindicales, quienes son críticos de una reestructuración que dicen podría amenazar la propiedad estatal de los enormes yacimientos y provocar masivos despidos.
Los sindicatos de la compañía están luchando para recuperar influencia sobre Codelco, mientras el presidente de la estatal, Diego Hernández, actúa con celeridad para reformar una firma que ha perdido terreno frente a mineras privadas más eficientes por un supuesto exceso de personal y burocracia.
La huelga no afectaría la meta de producción anual de Codelco cercana a 1,7 millones de toneladas, aunque podría ser un anuncio de más conflictos laborales y acumular más presión sobre el gobierno de derecha de Sebastián Piñera, tras semanas de masivas protestas de estudiantes y ambientalistas.
La paralización programada para el 11 de julio ocurre cuando la firma estatal aún no se recupera de una protesta salarial de contratistas que redujo la producción de El Teniente, con pérdidas superiores a los US$100 millones.