Isaac podría representar la mayor prueba para la infraestructura de energía de Estados Unidos desde el 2008, cuando los huracanes Gustav e Ike interrumpieron por meses la producción offshore de petróleo, además de dañar a las plantas de procesamiento y los gasoductos de gas natural en tierra.
Houston. Los operadores petroleros en el Golfo de México se preparaban este domingo para enfrentar el paso del primer huracán del 2012 sobre la zona petrolera estadounidense, donde se espera que el fenómeno interrumpa buena parte de la producción de crudo en aguas profundas del país.
Tras estimar inicialmente que la tormenta tropical Isaac pasaría al este de la zona de producción en aguas profundas de Estados Unidos, los meteorólogos ahora pronostican una trayectoria más hacia el oeste, lo que podría convertir a Isaac en un poderoso huracán categoría 2 sobre el centro de la zona petrolera costa afuera estadounidense.
En aguas del Golfo de México se genera cerca de 23% de la producción petrolera de Estados Unidos y 7% de su gas natural.
Isaac podría representar la mayor prueba para la infraestructura de energía de Estados Unidos desde 2008, cuando los huracanes Gustav e Ike interrumpieron por meses la producción offshore de petróleo, además de dañar a las plantas de procesamiento y los gasoductos de gas natural en tierra.
Este domingo, la petrolera británica BP Plc, el productor principal en la zona del Golfo, evacuó a todo su personal de las torres de perforación en el Golfo de México, tras cerrar previamente la plataforma Thunder Horse -que es la de mayor tamaño del mundo y que puede procesar 250.000 barriles de petróleo y 200 millones de pies cúbicos de gas natural por día (mmcfd)- y otros tres pozos.
Las operaciones de evacuaciones y cierres que BP inició este domingo incluyeron a Atlantis, la segunda mayor plataforma en aguas profundas del mundo-, que puede producir hasta 200.000 barriles de petróleo al día de petróleo y de 189 mmcf por día de gas.
Otros operadores offshore como Chevron Corp y Royal Dutch/Shell han evacuado a algunos trabajadores, aunque no han cerrado ninguna producción.
Hasta ahora, el paso de Isaac ha provocado el cierre de alrededor de 9% de la producción de petróleo en alta mar, según datos del Gobierno estadounidense, divulgados este sábado.
La Oficina estadounidense de seguridad y vigilancia ambiental emitirá más tarde este domingo cifras actualizadas.
Según meteorólogos de Weather Insight, una división de Thomson Reuters, en los próximos días las cifras de apagones aumentarán.
Weather Insight estima que la tormenta generará cierres de corta duración en aproximadamente 85% de la capacidad petrolera en aguas profundas de Estados Unidos y de 68% de la producción de gas natural. El servicio dijo este domingo que existe 95% de posibilidades de que Isaac ingrese al corazón de la región productora de gas y petróleo.
La tormenta además podría impactar la línea de refinería en Estados Unidos que pasa por la costa del Golfo de México, que va desde Mississipi al sur de Texas y que representa más de 40% de la producción de combustible en el país.
La refinería de Chevron en Pascagoula, Mississippi -que tiene una capacidad de 330.000 barriles por día- está cerca del punto donde se espera que la tormenta toque tierra.
El Puerto Petrolero Costas Afuera de Luisiana (LOOP, por su sigla en inglés), que puede descargar cerca de 1 millón de barriles por día de crudo extranjero para entrega a las refinerías de la costa del Golfo, se mantenía en operaciones el domingo, según información de una portavoz.