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Isagén ¿un acuerdo para vender barato?
Miércoles, Marzo 30, 2016 - 07:27

El senador Jorge Enrique Robledo pedirá a la Fiscalía y organismos de control que investiguen un presunto acuerdo entre las empresas Colbun y Brookfield para que la subasta tuviera un solo proponente. Gobierno conocía los hechos.

En debate de moción de censura que se realizará la próxima semana, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, tendrá que responder por la decisión de vender la generadora de energía Isagén pese al rechazo casi unánime de organizaciones civiles y parte del sector político. Además, el senador Jorge Enrique Robledo lo pondrá contra las cuerdas al pedirle explicación por una serie de indicios que demostrarían un acuerdo entre la empresa chilena Colbun y la canadiense Brookfield para aparentar una puja y que finalmente Isagén quedara en manos de Brookfield como único oferente, con el precio base de la subasta.

No se trata de simples coincidencias y el Gobierno tenía claro casi desde que anunció la reactivación de la subasta, el 21 de diciembre, que Colbun no participaría y sin embargo continuó el proceso a sabiendas de que iba a ser una licitación con un solo proponente, lo que podría configurar el delito de colusión.

La situación es clara: Colbun nunca manifestó interés en comprar Isagén, como lo demuestran tres respuestas dadas a la Superintendencia del Mercado de Valores de Chile, que le preguntó a esta empresa si iba a participar en la subasta y nunca contestó que sí. Incluso, cuando fueron cuestionados por tercera ocasión dijeron que por el aumento de precio de Isagén “no están en condiciones de presentar una oferta”.

Coincidencialmente ese día fue el que más subió la acción de Colbun en la bolsa chilena en cuatro meses. El motivo fue que comprar a Isagén hubiera llevado a la quiebra a esta empresa, porque no tenía cómo pagar. Tanto el Gobierno colombiano como la Superintendencia chilena tenían claro que Colbun no tenía cómo pujar porque hacía pocos días, el 18 de diciembre, había comprado la generadora de energía peruana Fenix Power por US$171 millones en efectivo y una deuda de US$614 millones. Deuda que tuvo que renegociar el 19 de febrero, con un crédito con Scotiabank.

El nombre de Scotiabank no puede pasar inadvertido. El 28 de diciembre Scotiabank le dio una póliza de $100.000 millones a Colbun, aun cuando no había manifestado interés de participar. Resulta más extraño que en los estados financieros de Colbun no hay registro de la póliza que adquirieron para la negociación con Isagén. No obstante, sí aparecen los movimientos financieros para adquirir a Fenix Power, cuando la diferencia entre las transacciones es de solo diez días. En síntesis, adquirió una póliza millonaria para no participar y el pago de esta no aparece en los libros contables.

Surge también una estrecha relación comercial entre Scotiabank y Brookfield, que fue la empresa que finalmente compró Isagén en una subasta con un solo oferente. Aaron W. Regent, miembro de la junta directiva de Scotiabank, fue gerente sénior de Brookfield y una de las sedes principales de este banco en Canadá fue arrendada a la inmobiliaria Brookfield Place. En este país es ampliamente conocida esta alianza empresarial.

De este modo, el senador Robledo pide a las autoridades que investiguen la posible colusión, pues resulta extraño que el Gobierno reviva una subasta cuando el país y en especial el Congreso se encontraban en medio de las fiestas decembrinas, que sabían que iba a ser de un solo oferente, que la empresa Colbun ¬claramente cercana a Brookfield¬ hubiera aparentado participar cuando no tenía capacidad financiera, que Scotiabank diera un póliza que nunca iba a ser utilizada y que finalmente su socio estratégico se hubiera quedado con el millonario negocio.

El Espectador habló sobre el debate con el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, quien afirmó que “mi obligación es venir y dar las explicaciones, una vez más, porque el proceso de venta de Isagén ha tenido un claro control político y debate jurídico. El Gobierno obtuvo unos recursos que no tenía otra forma de obtenerlos para construir las vías que tanto se necesitan. Isagén se vendió con apego a la ley y en un proceso serio”.

Autores

ELESPECTADOR.COM