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La falta de electricidad, uno de los grandes retos de los parques industriales en México
Martes, Agosto 25, 2015 - 11:43

Falta de infraestructura les resta competitividad y un ejemplo es que hasta US$300.000 por kilómetros cuesta una línea de conexión eléctrica.

Los 213 parques industriales que hay en el país enfrentan dos retos sustanciales que amenazan su competitividad: la incertidumbre jurídica respecto de la tierra y la falta de infraestructura eléctrica de gran capacidad, coincidieron directivos entrevistados por El Economista.

A lo anterior se añade la falta de servicios básicos como agua y la ausencia de conectividad carretera.

De acuerdo con información de ProMéxico, los estados que cuentan con más parques industriales son Baja California, con 36; Chihuahua, con 28; Nuevo León, con 25; Estado de México, con 20, y Tamaulipas, con 17.

Estos asentamientos empresariales, pese a que viven un buen momento debido a la madurez industrial del país, “tienen complicaciones que si no se atienden podrían restar competitividad”, expresó Claudia Ávila Connelly, directora general de Asociación Mexicana de Parques Industriales (AMPIP).

Faltan subestaciones eléctricas. Destaca el caso de Chihuahua, que es la segunda entidad con más parques industriales (28) y tiene la necesidad de abrir más, ya que los que hay no cubren toda la demanda porque necesitan más subestaciones eléctricas que se encuentran a varios kilómetros de distancia de las zonas con potencial industrial, lo que implica una inversión de millones de dólares, añade Óscar Salomón Noble Ayub, director general de Intermex Parques Industriales.

“Una subestación de 10 megas de capacidad tiene un costo aproximado de US$1 millón, eso sin contar la línea de alta tensión. El costo por kilómetro para la línea de conexión eléctrica es de US$250.000 a US$300.000”, explicó.

“Si hay un terreno aislado que no tiene conexión a la red de energía de Comisión Federal de Electricidad (CFE), puede ser muy costoso el abrir una subestación eléctrica para una sola planta o el tener la conexión con los sistemas de agua en el país”, coincidió la directora de la AMPIP.

Propiedad ejidal, otro reto. El esquema de propiedad ejidal es otro de los baches a los que se enfrentan los desarrolladores de parques industriales, aunado a la excesiva tramitología requerida para “gestionar el uso del agua a través de concesiones que muchas veces son escasas”.

Todo ello, a pesar de que los inversionistas cumplen con toda la normatividad en cuanto a uso de suelo, impacto ambiental o permisos de construcción.

Ante ello, la mayoría de las empresas multinacionales prefieren rentar las edificaciones ya desarrolladas, ya que de lo contrario implicaría una inversión fuera de su negocio principal, debido a la necesidad de construir infraestructura y conexión de servicios.
Proveedores impulsan el sector

Sin embargo, el mayor crecimiento que presenta el modelo de parques industriales en la actualidad es en el Bajío, debido a la presencia de la industria armadora.

El negocio allí se desarrolla de una manera peculiar, ya que aunque no se construyen específicamente parques para las automotrices, sí se hacen para los proveedores.

En la industria automotriz, por las dimensiones que requieren, las mismas empresas encargan o subcontratan servicios de construcción de instalaciones. Sin embargo, de manera colindante requieren parques para toda su cadena de proveeduría.

“Este es un modelo de negocios que ha permitido a entidades como Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, Puebla, Hidalgo y Tlaxcala desarrollarse bajo este esquema”, explicó la titular de la Asociación Mexicana de Parques Industriales.

Autores

El Economista (México)