Demandará una inversión de U$S 5.800 millones, en una obra que tendrá 70% de componente argentino, y generará 6.000 puestos de trabajo, informaron fuentes del Ministerio de Planificación.
Buenos Aires. Le significarán al país un ahorro de U$S 37 mil millones en combustible importado en 20 años, es decir, U$S 1.850 millones por año, que luego de ese periodo se incrementarán a unos U$S 3.000 millones anuales.
El Gobierno ya acordó con las autoridades chinas la construcción de dos centrales nucleares, una de las cuales se encuentra en la conclusión del proyecto de ingeniería, y en el segundo semestre se iniciarán los trabajos previos de edificación de la misma, que a fin de año será lanzada en forma oficial.
Es un reactor que emplea una tecnología de agua pesada y producirá 700 megavatios por hora al Sistema de Interconexión Nacional.
Demandará una inversión de U$S 5.800 millones, en una obra que tendrá 70% de componente argentino, y generará 6.000 puestos de trabajo, informaron fuentes del Ministerio de Planificación.
La quinta central significará para la Argentina un cambio en la tecnología a emplear, ya que por primera vez utilizará agua liviana, que permitirá generar 1.000 megavatios por hora, para atender la demanda eléctrica del país.
Para ello se desembolsarán U$S 7.000 millones, en un emprendimiento que contará con una participación local de 50%, inferior a la anterior por el cambio de tecnología, que hará que la Argentina deba acudir a mayor cantidad de componente importado, por ser el primer reactor que utilizará con agua liviana.
Entre las dos generarán un ahorro en importación de combustible de U$S 15.800 millones en 20 años, a razón de U$S 790 millones por año, contabilizando el pago del préstamo, y luego de su amortización, alcanzarían un beneficio de U$S 1.300 millones.
Por su parte, la sexta central, cuya constructora será la corporación nuclear rusa Rosatom, empleará la misma tecnología que la cuarta y entregará al sistema 1.200 megavatios por hora.
También tendrá un 50% de componente nacional, generará 6.000 puestos de trabajo y un ahorro en importación de combustible de U$S 1.050 millones anuales, durante los 20 año que tiene vigencia el financiamiento, y una vez cancelado, se economizará en U$S 1.750 millones.
Entre las tres centrales aportarán al sistema 2.900 megavatios, elevando así la participación de la energía nuclear del actual 10% al 30% del sistema eléctrico nacional.