"Nuestra intención es que haya una mayor participación del Estado en las utilidades que genera la minería", dijo el viceministro de Minería, Héctor Córdova.

La Paz. Bolivia dijo que incrementará las regalías mineras para sacar más provecho de los altos precios internacionales de los metales, pero no prevé ofrecer incentivos extraordinarios a nuevas inversiones privadas en su crecientemente estatizada industria extractiva.

El viceministro de Minería, Héctor Córdova, dijo a Reuters que el alza de los tributos y el cambio de las antiguas concesiones por acuerdos de riesgo compartido o de servicios forman parte de una ley, en fase final de estudio, que adecuará la minería a las líneas de una nueva constitución socialista.

"Nuestra intención es que haya una mayor participación del Estado en las utilidades que genera la minería", dijo en una entrevista el miércoles en la noche la autoridad que preside la comisión redactora de la nueva ley minera, en la que participan el gobierno, empresarios y pequeños mineros independientes.

"Pretendemos que mientras más alta sea la utilidad mayor sea la participación porcentual del Estado en esas ganancias, como cambio inmediato", dijo Córdova.

Las exportaciones mineras bolivianas, dominadas por filiales de la japonesa Sumitomo, la estadounidense Coeur D'Alene y la suiza Glencore, además de la estatal Comibol, sumaron US$1.679 millones y dejaron regalías por US$82 millones en el primer semestre del 2011.

Córdova explicó que se hará una "actualización" de las actuales regalías, que promedian un 4% del precio internacional y que suben a máximos de un 7% para el oro, un 6% para la plata y un 5% para el zinc, el estaño y el plomo porque los precios superan niveles predeterminados.

El incremento consistirá en la fijación de un segundo nivel de precios predeterminados, sobre los cuales los minerales estarán sometidos a regalías porcentualmente mayores.

Los precios del cobre, el oro y la plata treparon en el 2011 a máximos históricos.

Tendencia al alza impuestos exportaciones. La medida, que según Córdova "no perjudicará dramáticamente a los operadores del sector", se da en momentos en que otros países de la región buscan medidas similares.

Chile, el mayor productor mundial de cobre, elevó el año pasado los impuestos al sector minero, mientras que Perú -el segundo productor más grande de plata del mundo- está negociando un incremento de los tributos a la minería.

El presidente bolivano Evo Morales ha incrementado el control estatal sobre los recursos naturales en el país, rico en minerales y gas natural, donde se encuentra la mina San Cristóbal, una de las mayores explotaciones de plata del mundo.

Morales, un aliado cercano del presidente venezolano Hugo Chávez, nacionalizó el sector energético poco después de asumir el cargo en el 2006.

"La nueva tabla de precios y porcentajes de regalías extraordinarias todavía no está definida, pero saldrá de un acuerdo en la comisión intersectorial que estudia la nueva ley en un ambiente de amplia comprensión", señaló el viceministro.

La nueva ley minera, cuya aprobación estaría asegurada en la abrumadoramente oficialista Asamblea Legislativa, no tocará los impuestos a las utilidades, que suman 37,5% entre una alícuota fija y un porcentaje dependiente de los precios.

Córdova añadió que el Gobierno pretende poner en vigencia la nueva norma el 31 de octubre, aniversario de una nacionalización minera del siglo pasado, o a más tardar a fin de año.

Nuevos contratos. Las operaciones mineras privadas en Bolivia están regidas actualmente por autorizaciones provisionales, en espera de que la nueva ley defina los modelos de contratos de riesgo compartido o de servicios que sustituirán a las antiguas concesiones y contratos de arrendamiento.

Córdova dijo que los nuevos contratos darán al Estado la mayoría accionaria en todas las operaciones, algo similar a lo aplicado en la industria petrolera.

Las futuras sociedades mineras mixtas seguirán pagando regalías e impuestos a las utilidades y estarán obligadas a presentar regularmente planes de inversión, a diferencia de las cesadas concesiones cuyos titulares no estaban obligados a invertir.

"Lo que vamos a asegurar es que los socios privados tengan garantizado el retorno de sus inversiones y utilidades dignas, pero no nos vamos a lanzar a una búsqueda desesperada de inversiones que dilapiden nuestras reservas", advirtió.

"No vamos a competir con países vecinos, lo que pretendemos es que a futuro Bolivia deje de exportar concentrados y comience a industrializar productos con mayor valor agregado", añadió.