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Lluvias en Uruguay generaron diferentes impactos en producción agrícola
Martes, Febrero 7, 2012 - 15:04

En la mayoría de los casos permitieron detener la evolución de los daños y, básicamente, recuperar la disponibilidad de agua en el suelo y en las fuentes de riego. En otros sectores quieren que no llueva más.

Las últimas precipitaciones, que fueron de muy variada intensidad en el territorio nacional, generaron impactos contrapuestos en la producción.

En la mayoría de los casos permitieron detener la evolución de los daños y, básicamente, recuperar la disponibilidad de agua en el suelo y en las fuentes de riego.

No obstante, dada la realidad de cada sector de producción, si sigue lloviendo para algunos la situación mejorará y para otros generará perjuicios.

Las lluvias en general fueron beneficiosas para la agropecuaria, aunque se puede afirmar que solo representaron un alivio que no cubrió totalmente las necesidades de cultivos y aguadas.

Soja. En las zonas norte de Río Negro y sur de Paysandú, que eran consideradas como las más castigadas del país por el déficit hídrico, las precipitaciones fueron favorables y se estima que si el tiempo continúa estable se podrá rescatar alrededor de 1,3 millones de toneladas de soja frente a los más de 1,8  millones de toneladas previstas, según destacó el productor agrícola de la zona de Young, Alberto Gramón.

Además, comentó que en esa zona del país ya se habría perdido un 40% de la soja de primera, mientras que en el maíz ya se perdió un 70% de la recolección del grano.

Las lluvias de entre 90 mm y 120 mm del pasado domingo, que se agregan a los 70 mm a 80 mm de los 10 días anteriores, resultaron ser importantes.

Tanto en soja como en maíz se entiende que en esa zona habrá un equilibrio entre los costos y los resultados de la cosecha.

Por otra parte, se observa que 50% de la soja de segunda no tiene problemas.

En los campos ubicados más hacia el sur del país, en una franja que se puede extender hasta Nueva Palmira, se observan algunas sojas de primera buenas y otras de regular a malas, mientras que en los cultivos de segunda solamente la mitad está en buenas condiciones, explicó Gramón.

Con este panorama, si sigue lloviendo, se considera que unas 800.000 hectáreas serían viables de cosechar, lo que a un promedio de 1.700 kilos por hectárea se puede obtener una cosecha de 1.360.000 toneladas.

Arroz. En relación al sector arrocero, el directivo de la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA), Hernán Zorrilla, destacó que las lluvias fueron favorables en la medida que se estaba llegando al límite mínimo de agua disponible.

El sector se encontraba con un abastecimiento de agua crítico en varios sistemas, si bien no se había registrado ningún abandono de área.

Aunque las lluvias fueron totalmente irregulares, en todas las zonas se registraron precipitaciones, en tanto hace una semana los días se presentan nublados, lo que redujo las necesidades de agua, sostuvo el dirigente.

Igualmente, se espera que los días nublados no sean excesivos, porque muchos cultivos están en estado reproductivo y podría generarse falta de luz y posibilidades de aparición de enfermedades, afirmó Zorrilla.

Ganaderos más animados. Una buena noticia es que las zonas ganaderas más afectadas por la sequía fueron las que recibieron las mejores lluvias.

Esta situación mejoró el ánimo de los productores, según destacó el presidente de la Sociedad Agropecuaria de Cerro Largo, Martín Uría.

“Veníamos muy complicados, sobre todo en la frontera con Brasil. Esa zona venía muy castigada desde el año pasado y allí durante este fin de semana llovió 160 mm”, indicó.

Paysandú fue el departamento que recibió mayor volumen de lluvia en los últimos días.

El presidente de la gremial local, Eduardo Fillol, comentó que “la situación estaba bastante complicada, pero estas lluvias trajeron un alivio y permitieron mejorar un poco las aguadas”.

De todos modos, aclaró que el problema no está solucionado del toto porque “el pasto no crece de un día para el otro”.

Uvas. Por su parte, el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi), José Lez, comentó que las lluvias registradas entre viernes y domingo generaron algunas dificultades en las plantaciones de variedades blancas, pero a la vez le vinieron bien a las tintas.

No obstante, en este sector es necesario que pare de llover. “Si deja de llover no habrá problemas”, enfatizó.

El exceso de agua a esta altura, con la vendimia iniciada en algunas variedades y muy próxima a comenzar en otras, genera algunos problemas, por ejemplo, de aumento del tamaño del grano o de disminución en el contenido de azúcar en el fruto.

“Si no llueve más porque llovieron unos 80 mm en los primeros seis días de febrero, no habrá problemas; de lo contrario se puede complicar un poco”, reflexionó el funcionario.

Hortalizas. Las lluvias que hubo durante el fin de semana generaron diversos impactos en la producción hortifrutícola.

El técnico del Mercado Modelo, Alfredo Pérez, comentó que en el caso del litoral norte, sobre todo en Salto y alrededores que es desde donde llega al mercado el 30% de la oferta, las lluvias fueron abundantes, pero ello ocurrió en un momento del año en que la remisión de productos desde esa zona es mínima.

De todos modos, las lluvias sirvieron para mejorar el estado de los suelos y de los cultivos que se están implantando, y también para recuperar la disponibilidad del recurso agua para el riego.

En el caso del sur, comentó, las precipitaciones fueron muy dispares, con diferencias notorias entre lo que sucedió en Cerrillos, Sauce y San Antonio, por ejemplo, lugares no tan distantes entre sí.

“La lluvia vino bien para la mayoría de los cultivos. Se precisaba, mejoraron las reservas para regar, pero algunos daños ya estaban hechos y no se arreglan”, indicó.

Al respecto, a esta altura es escasa la oferta de tomate y morrón rojo, entre otros. Es de esperar, pues, que los precios asciendan.

El intenso calor, con mucho sol, generó daños en las frutas, por ejemplo, se están viendo manzanas con problemas de quemado, al igual que en partidas de cebolla.

Pérez dijo que desde noviembre se venía con un escenario de precios a nivel mayorista “muy, pero muy bajos”, pero ahora, en cambio, “por el déficit hídrico que se dio, sobre todo para los cultivos de campo, puede haber algún incremento de precios”.

Por otra parte, si las lluvias continúan y son fuertes pueden surgir perjuicios porque los cultivos de campo suelen mostrar la aparición de algún tipo de bacteriosis que se suelen propagar con el agua a nivel del suelo.

La cifra. 132 milímetros fue el máximo que llovió el domingo en Porvenir, Paysandú. El registro mínimo fue en Montevideo con 0,7 mm.

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