El gobierno de México además asignará un presupuesto de inversión para la petrolera mexicana 30% inferior a lo que la empresa necesitaría y 9% menos de lo asignado en 2010.

México DF. La petrolera estatal mexicana Pemex dijo el miércoles que la coquizadora de su refinería de Cadereyta volvería a operar a partir del sábado, tras ser cerrada en la víspera a causa de una explosión.

Pemex dijo que no visualiza problemas en la producción de diesel y gasolinas de bajo azufre en esa refinería, la tercera mayor del país, pese al paro de dos de las 32 unidades que tiene esa instalación.

Menor presupuesto. El gobierno de México, además, propuso el miércoles un presupuesto de inversión para la petrolera estatal Pemex 30% inferior a lo que la empresa dijo necesitaría para el 2011.

El presidente Felipe Calderón propuso un presupuesto de gasto para Pemex de 286.300 millones de pesos (US$22.200 millones), cifra 9% superior a la recibida en el 2010, pero que quedó muy por debajo de los 376.000 millones de pesos que la empresa pretendía.

Pemex enfrenta crecientes necesidades de inversión, con sus planes para construir una nueva refinería cerca de la Ciudad de México, y desarrollar nuevos yacimientos que ayuden a reemplazar a los viejos campos como Cantarell.

La Secretaría de Hacienda, en su proyecto de presupuesto para el 2011, no explicó porqué Pemex recibiría menos de lo que dijo necesitar.

Las finanzas de Pemex se han deteriorado significativamente en años recientes por su fuerte dependencia en el financiamiento para fondear sus programas de inversión.

La producción petrolera de México cayó casi un 25% entre 2004 y 2009, por el declive en el rendimiento de yacimientos como Cantarell. A pesar de que la producción se ha estabilizado en unos 2.55 millones de barriles por día (bpd), el futuro del séptimo mayor productor de crudo aún está en el aire.

Pemex planea licitar entre contratistas campos petroleros marginales para su desarrollo, que servirían para apuntalar la producción. El gobierno propuso el miércoles disminuir la carga impositiva sobre esos campos para hacerlos más atractivos a posibles inversores.