“Perú ha tenido un crecimiento muy sólido en los últimos años y tiene mucho espacio para crecer, Chile también pero con menos potencial para crecer rápido en el corto y mediano plazo”, manifestó el presidente de la Corporación Nacional del Cobre (Codelco) de Chile, Diego Hernández.
Lima, Andina. La economía peruana tiene un margen de crecimiento mayor al que presenta Chile en el corto y mediano plazo, afirmó este martes el presidente de la Corporación Nacional del Cobre (Codelco) de Chile, Diego Hernández.
“Perú ha tenido un crecimiento muy sólido en los últimos años y tiene mucho espacio para crecer, Chile también pero con menos potencial para crecer rápido en el corto y mediano plazo”, manifestó.
Agregó que en la coyuntura actual América Latina presenta ciertas ventajas con relación a otros países del mundo, lo que es positivo para la región.
A diferencia de otras crisis, actualmente existe liquidez de los fondos de inversión que buscan mejores oportunidades, y la región podría representar una alternativa, anotó.
Asimismo, señaló que los empresarios están optimistas respecto al corto período de duración de la crisis actual y que tendrá menos efectos negativos con relación a la ocurrida a finales del 2008 y durante el 2009.
Añadió que con la incertidumbre y volatilidad del mercado, las inversiones en proyectos nuevos se atrasan, al igual que las decisiones de inversión.
En ese contexto, dijo que los permisos para realizar proyectos llevan mucho más tiempo, y la reacción de la demanda, con un precio alto de los commodities, ha sido mucho más lenta durante los últimos tres años.
Subrayó que las empresas no pueden contribuir a un fondo común para el salvataje de las economías en peligro pero pueden percibir las oscilaciones de la demanda del mercado.
“Difícilmente se puede establecer un fondo, lo que sí nos permite es tener contacto directo con nuestros principales clientes y darnos cuenta que efectivamente están siendo afectados por el precio de los commodities que está bastante alto”, refirió en RPP.
Comentó que en el pasado el 60% de la producción mundial de cobre era demandada por países desarrollados, y el resto por los países en desarrollo, pero a la fecha esa tendencia se ha revertido.
