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Nuevo ataque del ELN prolonga parálisis del oleoducto Caño Limón en Colombia
Martes, Febrero 6, 2018 - 11:09

La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional sería la responsable del nuevo ataque que causó un derrame de crudo y contaminación en una zona rural del municipio de Saravena, en el departamento de Arauca.

Bogotá. Guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) destruyeron con explosivos un tramo del oleoducto Caño Limón-Coveñas en el noreste de Colombia, prolongando la parálisis de casi un mes del bombeo de petróleo por la tubería, informaron este martes fuentes militares y de la petrolera Ecopetrol.

El ataque, que causó un derrame de crudo y contaminación, ocurrió este lunes en una zona rural del municipio de Saravena, en el departamento de Arauca.

La tubería, de 780 kilómetros de longitud y con capacidad para movilizar hasta 210.000 barriles diarios, transporta el crudo que se produce en el campo Caño Limón, operado por Occidental Petroleum, para su exportación desde el Mar Caribe.

El transporte de petróleo por la tubería está suspendido desde el 10 de enero, cuando el ELN, la mayor guerrilla activa de Colombia, reactivó sus ataques contra la infraestructura petrolera y las Fuerzas Armadas, al expirar una tregua de más de tres meses acordada con el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos.

Ecopetrol dijo que envió personal a la zona del ataque para iniciar las reparaciones.

Los ataques del ELN contra la infraestructura petrolera son frecuentes en medio del conflicto interno de más de medio siglo que ha dejado 220.000 muertos y millones de desplazados. En lo que va del 2018 el oleoducto ha sufrido 10 ataques.

El Gobierno del presidente Santos y el ELN iniciaron en febrero del 2017 en Ecuador una negociación formal de paz, pero las posibilidades de firmar un acuerdo como el que se logró con las FARC parecen lejanas después de que venció el cese al fuego bilateral y el grupo rebelde reactivó sus ataques.

El ELN, que cuenta con unos 2.000 combatientes, se opone a la presencia de empresas multinacionales en el sector minero y petrolero, argumentando que se apoderan de los recursos naturales sin dejar beneficios a la población ni a la economía del país.

Autores

Reuters