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Ocho años de espera y Las Vegas celebra: funciona completamente con energías renovables
Miércoles, Diciembre 28, 2016 - 14:20

Para que Las Vegas sea capaz de soportar su nivel de demanda con renovables ha sido necesario construir y poner en funcionamiento “Boulder Solar 1“, una planta solar con una capacidad de 100 megavatios situada en las afueras de la ciudad.

Proyectos que pretenden conseguir que ciudades y países enteros se abastezcan exclusivamente con energías renovables, esto es, eólica o solar, existen muchos. En Las Vegas, sin embargo, ha dejado de ser un plan de futuro para convertirse en realidad. El camino hasta alcanzar esa meta, eso sí, no ha sido corto. La ciudad ha empleado casi una década en lograrlo, con un proyecto que comenzó en 2008 instalando paneles solares en los edificios, hecho al que San Francisco obligará en nuevas construcciones.

Para que Las Vegas sea capaz de soportar su nivel de demanda con renovables ha sido necesario construir y poner en funcionamiento “Boulder Solar 1“, una planta solar con una capacidad de 100 megavatios situada en las afueras de la ciudad.

Para finales de 2017, a ello se añadirá la Presa Hoover situada en el curso del río Colorado. Gracias a estas iniciativas, la ciudad ahorra US$5 millones anuales, hecho que indica que las inversiones son recuperables a medio plazo, teniendo en cuenta los US$40 millones invertidos en este proceso. Además, el consumo de energía ha bajado un 30%.

Según las autoridades de la ciudad, aún existen edificios de viviendas y comerciales que siguen dependiendo de energía no producida a través de renovables, pero la energía que depende de los poderes locales está completamente asegurado que sí procede de las plantas mencionadas.

La duda que surge ahora en Estados Unidos, país en el que hay muchas otras ciudades que cuentan con planes similares de abandono de la dependencia del carbón y otros combustibles, es cuál será el efecto de la Administración Trump en el proceso.

El presidente electo se ha erigido como uno de las figuras más mediáticas dentro del negacionismo del cambio climático, y es casi seguro que hará todo lo posible para asegurar que todo el dinero invertido en las iniciativas de este tipo se emplee en otras áreas que sí considere relevantes.

Si 2016 ha sido un año convulso pero con buenas noticias como la Cumbre de París, 2017 apunta a serlo más, pero sin la parte positiva.

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