La Organización Internacional del Trabajo junto a la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación abordarán en conjunto lo relativo al trabajo, la agricultura y la promoción del trabajo rural en la región.

Santiago. Un plan de actividades en conjunto en lo relativo al trabajo, la agricultura y la promoción del trabajo rural, firmaron la Organización Internacional del Trabajo (OIT) junto a la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), para afrontar los desafíos de superación de la pobreza y los déficit de trabajo decente en América Latina.

El representante regional de la FAO, José Graziano da Silva, indicó que “la mitad de la población que vive en pobreza extrema en Latinoamérica y el Caribe se concentra en áreas rurales. Este trabajo conjunto contribuirá a la identificación de políticas públicas que permitan su desarrollo económico y social”.

Por su parte, el director general de la OIT, Juan Somavia, señaló que “la generación de trabajo decente en el sector agrícola de América Latina es indispensable para combatir la persistente pobreza rural, por este motivo, los dos organismos internacionales han acordado implementar esta estrategia conjunta que además será un aporte en el trabajo que actualmente realiza cada una de las organizaciones en sus respectivos ámbitos de acción”.

Dicho acuerdo permitirá desarrollar una estrategia de cooperación en tres grandes áreas: datos estadísticos sobre los mercados laborales rurales y el empleo agrícola; análisis y recomendaciones de políticas sobre el funcionamiento de los mercados del trabajo y la pobreza rural; y pobreza y género.

Se analizarán el mercado del trabajo y pobreza rural de ocho países de la región: Argentina, Bolivia, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Paraguay y Uruguay. Además, se harán seminarios sobre las condiciones laborales en los mercados de trabajo agrícolas y desarrollo de propuestas de políticas para mejorar el funcionamiento de las instituciones del mercado de trabajo en este sector.

También, el acuerdo contempla la elaboración de estudios sobre las condiciones de trabajo de las mujeres temporeras agrícolas en Argentina, Brasil y Chile, para debatir el mejoramiento de las condiciones laborales de este sector y la necesidad de promover este tema en la agenda política de la región.