El cambio climático ha demostrado ser mucho más difícil de resolver a medida que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero han continuado aumentando.
Un nuevo plan de Naciones Unidas para involucrar a todos los países con el objetivo de solucionar problemas medioambientales, que van desde productos químicos tóxicos hasta el cambio climático, se pondrá a prueba a partir de este lunes durante unas negociaciones en Nairobi.
El Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas (UNEP) de 40 años abrirá su consejo de gobierno anual a los casi 200 países del mundo, frente a un grupo actual de 58, en virtud de reformas destinadas a hacer más verde la economía mundial en un momento de debilidad del crecimiento económico.
"El fortalecimiento del UNEP... mejorará y realzará la cooperación internacional sobre medio ambiente", dijo Achim Steiner, director ejecutivo del UNEP, sobre la reunión anual que se celebrará entre el 18 y el 22 de febrero en una entrevista telefónica con Reuters.
Se espera que asistan los ministros de Medio Ambiente o funcionarios de alto nivel de cerca de 150 países, de los casi 200 de todo el mundo. Hasta ahora, el consejo del UNEP ha dejado fuera a algunos estados más pequeños como Guyana o Albania.
El cambio pretende centrarse en problemas como los productos químicos tóxicos, la sobrepesca o el calentamiento global. El hecho de que haya más países en la sala no significa necesariamente que los acuerdos se vayan a alcanzar de forma más fácil pero podría dar más autoridad a las decisiones del UNEP.
Steiner dijo que las negociaciones serían una primera oportunidad para ver cómo funciona el nuevo enfoque. El UNEP supervisa muchos estudios científicos que guían el trabajo de la ONU, como el control del cambio climático o del ritmo de extinción de animales y plantas.
Bajo un acuerdo alcanzado el año pasado en la Cumbre sobre la Tierra en Río de Janeiro, el UNEP contará con un presupuesto más grande. "Para (el 22 de febrero) el plan es que tengamos los pasos finales en la implementación de las decisiones de la cumbre para reformar el UNEP", dijo Steiner.
El acuerdo de Río no dejó satisfechos a algunos países como Francia, al crear una agencia de Naciones Unidas sobre medio ambiente completamente nueva.
"Las semillas de lo que estamos haciendo se verán sólo en cinco o diez años", dijo Steiner.
"Uno de los principales temas es una nueva estrategia para la organización y un programa de trabajo para los próximos tres años", dijo Steiner sobre las negociaciones de Nairobi que dejarán las directrices para trabajar en asuntos que abarcan desde océanos hasta una desaceleración de las extinciones.
Ozono, mercurio. El UNEP ha registrado su parte de éxito, como el Protocolo de Montreal de 1987 para limitar las emisiones de gases culpables de la disminución de la capa de ozono que protege al planeta, o un tratado que tiene que firmarse este mes de octubre en Japón para limitar el mercurio tóxico.
El cambio climático ha demostrado ser mucho más difícil de resolver a medida que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero han continuado aumentando. China, Estados Unidos y la Unión Europea son los mayores emisores.
Los gobiernos tratan de llegar a un acuerdo para finales de 2015 para frenar el calentamiento global y que entre en vigor a finales de 2020. Líderes mundiales incluyendo al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no pudieron concretar un tratado en la cumbre de Copenhague en 2009.
"En la actual trayectoria de negociaciones no es fácil ver cómo emerge un acuerdo sobre un nuevo marco de trabajo para 2015", dijo Steiner. Pero algunos países han estado actuando por su propia cuenta y sucesos extremos, como el deshielo en el océano Ártico, sequías, inundaciones y lluvias torrenciales, han puesto de relieve los riesgos.
"Cada vez está más claro que el cambio climático es... un peligro claro y presente que requerirá que actuemos", dijo.
El UNEP tiene la responsabilidad general sobre los problemas medioambientales entre las agencias de la ONU pero las negociaciones para solucionar el calentamiento global son supervisadas por la Secretaría de Cambio Climático de la ONU con sede en Bonn.