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Paciencia china y la mochila de un país pirata
Mié, 26/12/2012 - 21:04

Sergio Amenábar V.

Sergio Amenábar V.
Sergio Amenábar V.

Sergio Amenábar V. es abogado, ex presidente de la Asociación Interamericana de Propiedad Intelectual y de la Asociación Chilena de Propiedad Intelectual.

Hace algunos días surgió la polémica en China. La principal autoridad de propiedad intelectual de ese país, Tian Lipu, acusó a la prensa occidental de hacerle mala imagen a China, asociándolo a un país pirata. 

¿Se merece esa fama? En el mundo entero se comercializan bienes falsificados “made in China”. Eso es una realidad. Según las empresas informáticas estadounidenses, casi el 80% de los programas piratas instalados en computadores personales vienen de ese país. Algo similar ocurre con la música y otras industrias.

Sin embargo, China se dio cuenta que tiene que mejorar su imagen en la propiedad intelectual y está jugando sus fichas. Cada cierto tiempo organiza campañas para mostrar el respeto de estos derechos y aplica sanciones ejemplificadoras.

Pero los países extranjeros no le creen demasiado. Al menos todavía. Siguen escépticos de que esta actitud permanezca en el tiempo. Sin embargo, hay hechos objetivos que resultan difíciles de desmentir y que sí representan un avance. China invierte cada vez más en investigación y desarrollo. El país está con un “boom” de científicos, que reciben una gran preparación. Además, se han disparado las solicitudes de patentes de residentes  las que según las últimas cifras  accesibles alcanzan a 293.066, aproximadamente 2 cada 10.000 habitantes. Solo para establecer un parámetro de comparación, en Chile se presentan 328 solicitudes de patentes de residentes, es decir, aproximadamente 0,2 cada 10.000 habitantes.

Por otra parte, el país asiático forma parte de la OMC, lo que lo pone en la lupa de agentes internacionales y lo presiona a cumplir con sus deberes en esta materia.

Claramente China ya emprendió el camino –sin retorno- para deshacerse del estigma de país pirata. Quiere deshacerse de esta pesada mochila y estar en el otro bando: ser un defensor de la propiedad intelectual.  

No será de un día para otro, pero lo va a lograr con la “paciencia china” que siempre los ha caracterizado. Más temprano que tarde, China comenzará a exigir también que a sus socios comerciales respeten más los derechos de propiedad intelectual, para evitar competencia desleal a nivel de empresas. Chile es uno de ellos. Debemos ser especialmente cuidadosos con este tema.

Ya en febrero de este año la oficina de Propiedad Intelectual de China suscribió el primer acuerdo de cooperación en esta materia con su similar de Chile. Fuimos el primer país sudamericano en tener este acuerdo con China, lo que es muestra clara de la disposición de China de avanzar en esta dirección, aunque también es un requerimiento de respeto frente al tema. Esta fue precisamente una de las principales conclusiones que se obtuvieron tras la visita oficial que realizó la Oficina de Propiedad Intelectual China (SIPO) a su par chilena, durante la semana recién pasada. Esto se suma a lo que establece el tratado de libre comercio entre China y Chile, en que ambos se comprometen a proteger los derechos de propiedad intelectual. 

Todo ello reitera la necesidad de un serio análisis en nuestro país, respecto de la real importancia de la propiedad intelectual. Debemos ir más allá. Tenemos que mejorar los estándares, invertir en su generación, protección administrativa y observancia. Esto requiere de un esfuerzo importante y de una elevada inversión, pero vale la pena. Chile se va a ver recompensado con creces, tanto en el progreso del país como en el prestigio y posición en el concierto internacional. 

Chile aún está en la “lista roja” de la piratería. China también lo está. A ojos de Estados Unidos, ambos países estamos al debe. Pero es clave que tenemos que dar el salto para conseguir un respeto más efectivo a la propiedad intelectual.

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