Así lo declaró su presidente, Federico Franco, quien precisó que el país tiene 85% de la facturación de energía en la región, pero consume sólo un 15% porque la mayor parte es utilizada por sus vecinos

Asunción. Paraguay pretende no ceder más energía barata a sus vecinos Argentina y Brasil, con los que comparte dos gigantescas represas hidroeléctricas, por lo que el gobierno llevará a cabo una política que estimule su uso en el país, aseguró este miércoles el presidente Federico Franco.

Paraguay es socio de Brasil en Itaipú, una de las centrales hídricas más potentes del mundo, y de Argentina en Yacyretá, pero cede la mayor parte de la producción de ambas empresas a sus vecinos recibiendo a cambio una compensación económica menor a los precios de mercado, según lo establecen acuerdos bilaterales.

Franco, quien asumió la presidencia hace poco más de un mes en reemplazo del destituido Fernando Lugo, dijo que Paraguay tiene el 85% de la facturación de energía en la región, pero consume sólo un 15% porque la mayor parte es utilizada por sus vecinos.

"Nosotros no estamos dispuestos a seguir cediendo (...), porque lo que estamos haciendo es ceder la energía a Brasil y Argentina, ni siquiera estamos vendiendo", declaró Franco en un acto público, en el que presentó un proyecto de política energética.

"Debemos procurar traer nuestra energía de Itaipú y Yacyretá, crear industrias para que haya trabajo para nuestra gente (...) y para eso la única alternativa es crear condiciones de seguridad para poder industrializar el país", agregó el mandatario.

El depuesto gobierno de Lugo consiguió triplicar el monto de la compensación pagada por Brasil por la electricidad -que igualmente es inferior a los precios de mercado- y acordó la construcción de una línea de transmisión de 500 kilovoltios entre Itaipú y Asunción para que el país utilice más de la energía que le corresponde.

Franco dijo que este último proyecto posibilitará la radicación de un mayor número de industrias, que igualmente deberán ser alentadas con un precio más conveniente de la energía.

Poco después de asumir, el gobierno de Franco inició negociaciones con la multinacional Rio Tinto Alcan para la instalación de una fábrica de aluminio, que se estancaron por divergencias entre funcionarios sobre el precio de la energía eléctrica que se fijaría.

"Le estamos castigando al sector que más produce y como consecuencia brilla todo San Pablo, Buenos Aires, y nosotros tenemos que andar a oscuras en Paraguay. No tiene sentido eso, tenemos que cambiar", sentenció el mandatario en la presentación de un anteproyecto de ley de política energética.

Argentina y Brasil son los socios más grandes del bloque comercial Mercosur, que suspendió a Paraguay tras la destitución de Lugo por considerar que en el país se produjo un quiebre democrático.