El empresario paraguayo Luis Ortega indicó que Petropar debe iniciar de una buena vez el sinceramiento de sus costos y adoptar una política transparente para no perder más, ya que de esto se trata el problema de fondo.
“No hay técnico que por más capacitado que sea pueda hacer funcionar Petropar si no adopta una política transparente de fijación de precios. No pasa por las personas, sino por la política de gobierno”, sostuvo de entrada Ortega, empresario del sector privado de importación de los combustibles.
Siguió diciendo que designar a una persona para dirigir la petrolera estatal en las condiciones actuales es solo “para quemarla, porque no existe política”, dijo.
Graficó que el problema de fondo es la falta de una política clara. “Todo pasa por las pérdidas en el gasoíl. Si yo compro a 1.000, pero vendo a 900, no hay administrador por más capacitado que sea que en estas condiciones puede hacer funcionar la empresa”, dijo.
Según el nuevo titular de Petropar, Sergio Escobar Amarilla, hoy la estatal gana G. 180 por cada litro de diésel que vende.
Ortega aseguró que lo que tiene que hacer el Gobierno es que la petrolera al menos empate, que no pierda, insistió.
Añadió que en cualquier negocio, desde el manejo de una modesta despensa, se debe apuntar a no perder, y a partir de ahí -agregó- se puede iniciar una tarea de organización, de mejorar los controles, de depurar la abultada planilla de funcionarios y buscar eficiencia.
Pero para ello es fundamental que la petrolera estatal sincere sus costos, es decir que debe mostrar a la ciudadanía cuánto le cuesta el producto, cuánto es la relación dólar-guaraní, cuánto representa la tarifa del flete, de modo que cuando existan variaciones en sus costos, el precio del diésel debe subir o bajar, explicó. Sin embargo, son estos los números que la estatal no quiere mostrar por la corrupción.
Enfatizó que mientras el Gobierno no adopte una política clara con relación a la problemática del gasoíl, la designación de cualquier persona al frente de la petrolera estatal es solamente para “quemarla”.
Siguió diciendo que “por más antipopular que sea la medida de ajustar el gasoíl, cuando las variables internacionales así lo obliguen, el precio debe subir, y a la inversa cuando los mismos indicadores desciendan”.
Refirió que la cotización de referencia del Platt’s puede verse por internet, la variación del tipo de cambio también, por lo que no existe nada oscuro ni desconocido en estos indicadores. Solo que dentro de la estructura de costos de Petropar sí se pueden esconder muchos números, por ello es que no buscan transparentar.
Con relación a la renegociación de la deuda de Petropar con Petróleos de Venezuela SA (PDVSA), sostuvo que nunca estuvo de acuerdo con este pacto, ya que al principio pareció atractivo, pero cuando aparecieron “las letras chicas” del contrato empezaron los problemas. Petropar no necesita “una reingeniería financiera” para pagar su deuda si no pierde dinero.