Estos podrían enfrentar condiciones más estrictas si el juez que supervisa el caso de quiebra de la aerolínea permite ahora al operador abandonar su actual contrato con el sindicato.

Los pilotos de la empresa American Airlines, perteneciente a AMR Corp, rechazaron por un amplio margen un contrato tentativo del operador, lo que dejó una importante cuestión sin resolver con el grupo más poderoso de empleados de la compañía en quiebra.

Los pilotos podrían enfrentar condiciones más estrictas si el juez que supervisa el caso de quiebra de American permite ahora al operador abandonar su actual contrato con el sindicato de pilotos.

"Estamos decepcionados con el resultado de la votación de hoy, ya que la ratificación del acuerdo tentativo de los pilotos hubiese sido un importante paso hacia adelante en nuestra reestructuración", dijo en un comunicado el portavoz de American Airlines, Bruce Hicks.

"Sin embargo, respetamos los derechos de los pilotos de expresar sus opiniones en el proceso de votación. Ahora debemos aguardar un dictamen del juez (Sean) Lane que permitirá a la compañía implementar los cambios necesarios para avanzar con nuestra reestructuración", dijo Hicks.

La Asociación de Pilotos, que representa a 10.000 pilotos, dijo que 4.600 votaron en contra mientras que 2.935 pilotos votaron a favor del contrato tentativo, que representaba la última y la mejor oferta de American para los pilotos después de años de conversaciones infructuosas.

El resolver las cuestiones laborales permitiría a American el centrarse en su planificada salida de la quiebra y si lo hará solo o como parte de una fusión.

Asimismo este miércoles, el Sindicato de Trabajadores del Transporte (TWU) dijo que dos de sus fracciones que representan a los mecánicos y los empleados de American Airlines aprobaron los acuerdos contractuales que reducen las concesiones que AMR había solicitado.

Los trabajadores de mecánica y categorías relacionadas aprobaron su acuerdo en una votación de un 50,25% a un 49,75%, dijo la TWU.

American Airlines busca anualmente más de US$1.200 millones en recortes de costos relacionados a gastos sindicales, un factor clave en su decisión de solicitar protección de los acreedores bajo el Capitulo 11 en noviembre pasado.