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Primer auto eléctrico 100% colombiano estará disponible a partir de 2020
Lunes, Abril 10, 2017 - 09:49

El Eolo tendrá una autonomía de 130 kilómetros, cargado con energía de un tomacorriente normal de una residencia y costará lo mismo que un carro nuevo de gama media.

Bogotá. El carro eléctrico Eolo, diseñado, desarrollado y construido 100% por ingenieros colombianos, estará disponible en el mercado nacional a partir del año 2020.

El director del proyecto, el ingeniero mecánico Javier Roldán, explicó a Colombia-Inn que en septiembre del año pasado terminaron de construir el primer prototipo y que aproximadamente en un año estará listo el segundo prototipo. “Con el tiempo esperamos producirlo en masa a un precio accesible al consumidor medio”, declaró.

El ingeniero Roldán señaló que aún es muy difícil establecer el precio de venta, “pero costará aproximadamente lo mismo que un carro de gama media, en todo caso mucho más barato que los automóviles eléctricos disponibles actualmente, que valen cerca de tres veces lo de uno de línea normal”.

El Eolo tendrá autonomía de 130 kilómetros (más o menos el trayecto Bogotá-Girardot) luego de una carga de electricidad lograda por una conexión de una noche a un tomacorriente normal de 110 voltios en una residencia. Si la energía es de 220 voltios, la carga demorará unas cuatro horas.

En Medellín ya hay parqueaderos especializados para cargar los carros eléctricos y la carga podría tomar apenas dos horas.

El poder del viento. El Eolo está equipado con una turbina en el frente que corta y aprovecha el viento; de ahí el nombre dado al vehículo. Este sistema hace que la carga eléctrica almacenada en las baterías aumente y rinda un 10 % adicional.

El sistema eólico de este auto colombiano es de doble turbina, tipo Savonius (sobre un eje rotatorio vertical) según explicó Roldán. Y esa precisamente es la diferencia del Eolo con los carros eléctricos producidos hasta el momento. Por eso, en 2012 el modelo producido por los colombianos obtuvo la patente mundial.

“Nosotros patentamos la configuración del sistema eólico en un auto eléctrico. Hay muchas patentes y propuestas para autos eléctricos, pero la nuestra es diferente a las demás y por esos nos dieron la patente”, recalcó Roldán.

Y ahora, ¿qué? La idea de este proyecto empezó a rondar la mente de Roldán en 2009 cuando se graduó de ingeniero mecánico de la Universidad Distrital y les presentó a sus hermanos y amigos el sueño de construir un vehículo eléctrico desarrollado en el país.

Porque Roldán es un hombre de sueños y aventuras, antes de empezar a recorrer las rutas del Eolo, había emprendido otra actividad como productor de bicicletas BMX (para andar en el campo) y practicaba un deporte de alto riesgo denominado flatland.

Con lo que generaba la empresa de bicicletas y sus presentaciones de flatland en el mundo entero (fue tres veces campeón latinoamericano), inyectaba dinero al proyecto de construir el carro.

Llegó el momento del grado de ingeniero mecánico y no se veía cumpliendo horarios en una oficina. “Tengo que crear algo para mí, emprender algo con mis propios medios, crear”, afirma entusiasmado.

Puerta, puertas y puertas. Después de su empresa de bicicletas, invitó a los hermanos y amigos para que empezaran a construir el carro y tocaron muchas puertas. El grupo del Eolo está integrado por Wilmar Villarraga, Aleyda Garzón, Sergio Vásquez y Mauricio Roldán.

Entonces, según cuenta Roldán, “vinieron los planteamientos de las preguntas: ¿será que el sistema eólico frena el carro? ¿si generará la suficiente energía para mantener prendidas algunas funciones?

Vinieron las pruebas, los ensayos, los modelos a escala. “Como no tenía túneles de viento, inventamos nuestro propio túnel de viento, con varios ventiladores”.

Con las pruebas, los experimentos y las tocadas de puertas, llegaron a la Corporación Minuto de Dios. Allí emprendieron un camino, organizaron los proyectos y encontraron apoyo.

“Con el respaldo del Minuto de Dios llevamos el proyecto a Colciencias y les llamó mucho la atención. Es diferente que yo hubiera presentado el proyecto solo a que lo hubiera pasado la corporación. De eso nos apalancamos y la entidad estatal nos aprobó 305 millones de pesos para desarrollar el prototipo que hoy es una realidad”, narra Roldán.

Cuando arrancaron con la idea, tenían un cálculo de 150 millones de pesos para concretar el primer modelo, pero con los estudios de la corporación los estimativos llegaron casi al triple. Por eso fue tan valioso el impulso que le dio al proyecto Colciencias. Pero el dinero no alcanzó y la corporación aportó lo que hizo falta.

El prototipo lo empezaron a construir a principios de 2015 y lo terminaron en septiembre de 2016. El chasis es de acero y aluminio y la carrocería de fibra de vidrio.

Ahora están empeñados en ajustar el segundo prototipo con algunos detalles en las puertas, los vidrios y los terminados. El diseño evolucionó, se redujo el tamaño del sistema eólico, se dio más espacio al habitáculo y a la zona de paquetes o “baúl”.

El diseño del nuevo prototipo ya está hecho. Una vez concluido, vendrá la etapa de convenios con proveedores y análisis de la producción en línea, para poder hacer realidad el sueño de disponer de un carro eléctrico 100 % colombiano.

Roldan hace un llamado a todos los colombianos para que respaldemos el proyecto. “Necesitamos patrocinadores y apoyo estatal. Es increíble, por ejemplo, que en Colombia no haya normas para que podamos probar en las calles un carro nacional. No está contemplado. Solo lo pueden hacer los que tengan un documento de importación”.

Roldan es un hombre de sueños y riesgos. En 2009 empezó y el camino andado ya casi llega a buen puerto. Está seguro que el Eolo rodará por muchas calles y avenidas colombianas, pero esa apenas es una de las metas que está cumpliendo…

Empezó hace 10 años con bicicletas BMX, siguió con el carro Eolo y ahora está pensando cómo llegar a la luna. “Es mi sueño máximo. Como todas las cosas que he emprendido, al principio parecen imposibles, pero después uno va viendo que si se puede imaginar, se puede lograr”. Es enfático y se dispone a guardar al Eolo en el garaje.

Autores

Colombia Inn