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Productores paraguayos de soja se niegan a pagar regalías a Monsanto
Jueves, Octubre 25, 2012 - 17:07

Alentados por el fallo de una corte en Brasil, la Asociación de Productores de Soja del país sudamericano busca dejar sin efecto los US$4 por tonelada que debe abonar a la multinacional estadounidense.

Asunción. Una de las mayores asociaciones de productores de soja de Paraguay se opone a pagar regalías a la firma de biotecnología Monsanto por el uso de sus semillas, en una disputa que podría conducir a un litigio judicial que involucre a la principal exportación del país.

Alentados por el fallo de una corte del estado de Mato Grosso, en Brasil, que suspendió el cobro de ese derecho argumentando que la patente expiró, la Asociación de Productores de Soja (APS) de Paraguay busca dejar sin efecto los US$4 por tonelada que debe abonar a la multinacional estadounidense.

Paraguay es el cuarto exportador mundial de soja y tiene previsto cosechar un récord de 8,4 millones de toneladas en el ciclo 2012/2013, un volumen que duplica al de la campaña anterior, que estuvo afectada por una sequía. En el 2011, el país sudamericano recibió US$2.300 millones por la soja.

"Lo que queremos sacar a la luz es la legalidad o no del pago. La patente ha llegado a su vida útil, esto ya está liberado al público y en eso somos muy claros", dijo Regis Mereles, representante de la APS.

Del otro lado del cerco, Monsanto esgrime que está vigente un acuerdo que firmó con gremios de la producción en el 2004, que establecía el pago de una contraprestación por el uso de la tecnología RoundUp Ready (RR), presente en más del 95% de la soja producida en el país.

El derecho es válido "mientras existan patentes que protejan dicha tecnología vigentes en el mundo, estableciéndose como referencia temporal el año 2014", dijo la filial paraguaya de la firma en un comunicado divulgado este jueves.

La APS, que agrupa a unos 3.000 agricultores, pretende dialogar con Monsanto, aunque no descarta el camino legal.

"Aun habiendo firmado un acuerdo, cualquier convenio de este tipo está por debajo o es inferior a una ley o convenio internacional suscrito por Paraguay. Nosotros lo que queremos es sentarnos con Monsanto para analizar la legalidad de la patente", agregó.

"No estamos en contra del pago de las regalías, pero lo que no se puede es cobrar toda la vida", señaló.

Además del caso en Brasil, segundo productor mundial de soja, la biotecnológica ya enfrentó una larga batalla legal por sus derechos en Argentina, el tercero del listado mundial, donde los agricultores reproducían por su cuenta las semillas que originalmente habían comprado con la tecnología RR.

Suspendidas. Monsanto suspendió temporalmente el cobro de regalías en Brasil mientras busca revertir el fallo judicial de Mato Grosso que le ordenó abstenerse de percibir ese derecho porque la patente de las semillas diseñadas con su tecnología había expirado.

La variedad RR, que porta un gen que le permite resistir el efecto de su herbicida RounUp Ready mientras éste elimina las malezas que afectan a los cultivos de producción, nunca fue patentada en Argentina, lo que generó un duro choque entre agricultores y Monsanto.

La compañía hizo presentaciones judiciales que generaron órdenes de frenar cargamentos en puertos europeos.

La decisión del gremio paraguayo de negarse a pagar las regalías fue rechazada por otra importante asociación que teme que el inicio de un pleito judicial afecte las exportaciones de un producto vital para la economía local.

"En nada nos va a beneficiar meternos en un mega pleito que se puede extender por años con elevadísimos costos, ni arriesgarnos a que los barcos con soja paraguaya sean retenidos en puertos del exterior", dijo el líder de la Coordinadora Agrícola del Paraguay, Héctor Cristaldo.

El debate ocurre en momentos en que el Gobierno del presidente liberal Federico Franco busca dar impulso al uso de semillas genéticamente modificadas mediante liberación comercial de variedades de algodón y maíz. El ministerio de Agricultura evalúa la liberación de la soja RR2, también de Monsanto.

Autores

Reuters